CAPÍTULO 45

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-Venga bebé a comer con Appi.- todo el transcurso de la mañana me la pasé junto a JiHyun. Sentía miedo de separarme de él. Le pedí a Ukki que ordenara algo para almorzar, deseaba darle aquellos antojos a JiHyun. Sabía que a mi niño le encantaba la pizza con extra queso, por lo que no pude negarme en darle lo que tanto le gustaba.

-¡Jiyun quiele comel ahola!- gritó emocionado mientras corría hacía mí. Se subió a mis piernas acomodándose. Sonreí, entregándole un trozo de piza. El ambiente se sentía tenso, aunque todos sonreíamos de igual forma se podía sentir el miedo.

-¡Ukki mila!- el entusiasmo de JiHyun hacia que mi corazón se acelerase. Deseaba convencerme que todo se solucionaría, pero seguía siendo difícil, más aun al ver las miradas de miedo que le entregaban a JiHyun.

-Ambos son unos mocosos, aprendan a comer.- se burló Yoongi al ver como mis niños eran un completo desastre comiendo. JiHyun le sonrió dejando que el queso escurriera por sus labios. Negué con mi cabeza limpiando su boca para luego dejar pequeños besos en sus mejillas.

-Yonnie tampoco sabe comer.- dijo Jungkook mientras apuntaba a las piernas de Yoongi, un trozo de tómate se encontraba en su rodilla. El ceño de Yoongi se frunció levemente y en un rápido movimiento lo quitó pero en el intento parte del queso escurrió por su muñeca consiguiendo que todos en la sala comenzásemos a reír.

-La junta con ustedes, mocosos.- murmuró mientras se ponía de pie limpiando el desastre que había dejado. Ukki sonreía mientras alzaba su mano chocando los cinco con JiHyun. Negué con mi cabeza divertido al ver sus ojitos brillar.

-¿Appi no comerá más?- negué con mi cabeza ante la pregunta de Jungkook, su labio inferior se abultó ante mi respuesta, le sonreí para luego estirar mi mano acariciando su cabello de manera tranquila, aquellos pequeños toques eran suficiente para mantenerme tranquilo y feliz.

-Appi está bien así.- susurré a la vez que dejaba un dulce beso en el cabello de JiHyun. Yoongi volvió a aparecer, se sentó nuevamente en el sofá y comenzó a comer, esta vez con mayor cuidado procurando no ensuciar nada, tanto JiHyun como Ukki estuvieron atentos a cada uno de sus movimientos.

Una vez que terminaron de comer Jungkook recogió la caja de pizza mientras que Yoongi se llevaba los vasos para lavarlos. JiHyun y yo nos quedamos regaloneando juntos en el sofá, mi niño aún seguía emocionado con el precioso fin de semana que pasamos en el mar.

Sin darnos cuentas entre mimos JiHyun cayó dormido en mi pecho, su tranquila respiración golpeaba mi pecho. Cerré mis ojos disfrutando de aquella dulce sensación, amaba tenerle entre mis brazos. Mi niño era alguien tan frágil, prometí cuidarle, protegerle de todo y aquello haré. Mis manos siguieron moviéndose por sus cabellos. El timbre sonó sacándonos de nuestra burbuja.

Vi a Jungkook dirigiéndose a la entrada, no pasó mucho tiempo para tener frente a mí a Hoseok junto con Nam. Sus rostros denotaban preocupación, ambos me observaron fijamente para luego prestar atención en el precioso ser que traía en mis brazos. El miedo también estaba presente en sus ojos.

-Iré a recostar a JiHyun.- dije sin siquiera tomarme el tiempo de saludar, solo quería sacar a mi niño de aquella maldita situación. Los ojos de todos se posaron en mí, pero ninguno fue capaz de decir algo por temor a mi reacción. Suspiré ingresando a la habitación, dejé con mucho cuidado a mi niño en la cama. Cogí una manta cubriendo su cuerpo.

-Te amo, bebé.- susurré dejando un último beso en su frente para luego volver a la sala. Me senté al lado de Jungkook. Ukki se veía nervioso, sus manos estaban inquietas, me sentía de la misma manera. Sin prestar mucha atención busque su mano entrelazando nuestros dedos, proporcionándonos la seguridad que ambos estábamos buscando.

NUESTRO DULCE ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora