-Appi...- adorables voces me llamaban, mi cuerpo seguía atrapado en el mundo de los sueños, lentamente fui siendo consiente de aquellas risas, pequeños toques en mi rostro estremecían mi cuerpo, hasta que entendí de que se trataba, sonreí sin abrir mis ojos. Dos cálidos cuerpos me abrazaron, sentía sus respiraciones en mi cuello, moví mis brazos envolviéndolos a ambos en un protector abrazo, entendiendo por fin que esta vez, un nuevo despertar me acompañaba.
Los miedos y ataduras quedaron atrás, en un baúl que no pensaba volver a abrir, no mientras ellos se mantuviesen a mi lado. Conocí todo tipo de sentimientos, me enfrente a la ilusión, la traición, el dolor, demasiados sentimientos negativos me consumieron, no dejaré que aquello vuelva a pasar, no ahora que conocí lo que es verdadero amor, amor por mis dos más grandes tesoros.
Lentamente comencé a abrir mis ojos, encontrándome con la imagen más hermosa que haya visto jamás. Dos inocentes miradas me observaban con admiración, preciosas sonrisas cautivaron mi corazón de inmediato, mis dos niños observaban con felicidad, con amor...
-Buenos días, bebés.- susurré con voz ronca. Mi garganta se sentía un tanto pesada, un pequeño sonrojo tiñó sus mejillas volviéndolo un escenario más adorable para mí. Moví mis manos acariciando sus cabellos de manera delicada.
-Buenos días, Appi.- dijeron al unísono. Volvieron a acurrucarse cerca de mí haciendo que mi corazón retumbase dentro de mi pecho con intensidad. Aún seguía sin acostumbrarme a despertar de esta manera, tantas emociones, sentimientos distintos me perturbaban, pero a la vez la sensación era tan cálida que era justo lo que necesitaba para sentirme en paz.
-¿Cómo durmieron?- pregunté sin soltarles. Un suspiro se escapó de los labios de Jungkook, acariciar la curvatura entre su cuello y su oreja le relajaba por completo. Lo mismo pasó con JiHyun al momento en que mis manos acariciaron su espalda entre sus omóplatos. Sonreí al sentir sus cuerpos comenzar a balbucear cosas sin sentido, ambos estaban relajándose de tal manera que volverían a dormir.
No pasó mucho tiempo para que su respiración se volviese más pesada, ambos se habían dormido. No me moví ningún centímetro, les dejé descansar en mi pecho, se me había hecho costumbre tenerles de esa manera, desde lo ocurrido con Eun, no podía tenerles lejos de mí. Odiaba la sensación de sentirles lejos.
Los minutos comenzaron a pasar más rápido de lo que quería, no sé cuánto tiempo pasó, pero sentí como el cuerpo de Jungkook comenzó a removerse. Reí levemente al momento en que alzó su rostro, nuestros ojos se encontraron, dejándome ver aquel precioso y desordenado cabello.
-¿Ocurrió nuevamente?- preguntó mientras refregaba sus ojos. Asentí con mi cabeza sonriendo, Jungkook negó con su cabeza apenado.
-Lo siento mucho, Appi.- murmuró moviendo su cuerpo. Alcé mi mano atrapándole antes de que se levantase por completo. Quedó nuevamente recostado sobre mí, besé su cabello inspirando profundamente.
-No debes disculparte, amor. ¿Cómo dormiste?- pregunté dejando un nuevo beso en su cabello. Jungkook se removió nuevamente dejando que nuestras miradas se encontrasen. Sonreí al sentir sus labios en mi mejilla.
-Dormí muy bien ¿y usted?- incliné mi cuerpo aprovechando de dejar un pequeño beso en sus labios, fue apenas un roce, pero aquello consiguió descolocar a Jungkook, más aun con nuestro pequeño durmiendo en mi pecho.
-He dormido mejor. Además mi novio me dejó solo a mitad de noche- murmuré guiñándole el ojo. Jungkook se sonrojo, negando con su cabeza. Una hermosa sonrisa se formó en su rostro, sonreí satisfecho al sentir sus labios en mi mentón.
ESTÁS LEYENDO
NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...