La idea no fue tan descabellada como lo pensé en un principio y hasta creo que esto es lo que necesite hace mucho tiempo, los días en la oficina seguían siendo cansadores pero lo que mantenía tranquilo era que mi pequeño JiHyun estaba bien, era feliz. Al llegar cada día a casa y ver aquella hermosa sonrisa en su rostro me llenaba el alma, me siento bien, pero lo que me alegra aún más es oír la voz de Jungkook contándome lo bien que se comportó mi angelito, oír cada una de las cosas buena que hace me deja tranquilo; conmigo nunca se comportó mal pero sí sabía lo mañoso y travieso que era, por lo que al escuchar cada día de los labios de Jungkook que mi bebé se comporta bien es el mejor regalo que puedo recibir.
Hoy por suerte era el sagrado fin de semana, y después de una difícil semana podría por fin podría disfrutar de mi hijo todo lo que quisiera, era difícil para mí estar con él, no porque no quisiera sino más bien porque a mi padre le encantaba ponerme a prueba, hacer que las cosas en el trabajo fuesen complicadas, y lo entiendo, desde que se enteró que sería padre su manera de ser cambio por completo, fue un momento muy difícil para mí más aun cuando todos me dieron la espalda, sabía que era mi responsabilidad yo fui quien estuvo como idiota viviendo la etapa rebelde pero todo aquello era parte del pasado, soy feliz y no importa cuánto me presionaron tengo a la persona más importante de mi vida sonriendo y eso es más importante que cualquier otra cosa.
-Appi teno hamble.- escucharle llamarme padre era lo que me mantenía como un idiota, me acerque a él acariciando su cabeza para luego alejarme yendo a la cocina por algo de comer, tome tres huevos comenzando a preparar huevos revueltos juntos con tostadas.
-¡Ukii!- oí la voz entusiasmada de mi pequeño haciéndome saber de inmediato que su niñero ya había despertado, me parecía demasiado tierno la relación de mi hijo con Jungkook, no pensé que JiHyun se encariñaría de esa manera con un extraño, ni con mi familia es así; terminé de preparar los huevos dejándolos en la mesa, preparé un té para mi junto con dos vasos de jugo de naranja para los dos niños que se encontraban jugando, no podía dejar de sonreír al oír sus voces.
-¡JiHyun, Jungkook!- les grité desde la cocina ambos aparecieron de inmediato, sus rostros se veían agitados. –A desayunar.- dije mientras me sentaba a comer, ellos hicieron lo mismo, la incomodidad de Jungkook era visible, no comía casi nada solo bebía su jugo, me levanté en busca de un pequeño plato en el cual eche huevo dejándolo frente a él. –Debes comerte todo.- dije aquello de manera sería para volver a mirar a JiHyun ayudándole a comer.
-Appi regañó a ukki pol no comel.- la voz de JiHyun nos hizo reír a ambos.
-Debemos regañar a Jungkook cuando no coma, tu también harás lo mismo ¿verdad, bebé?- le pregunte a JiHyun, éste último asintió con su cabeza. –Ukki a comel.- dijo con sus mejillas repletas de comida, algo que nuevamente nos hizo reír haciendo más ameno el desayuno.
-Yo limpiaré todo.- dijo Jungkook una vez terminamos de comer, tomé a JiHyun en brazos llevándolo al baño para que se lavara sus dientecitos, ambos hicimos lo mismo; una vez que estuvo listo nos dirigimos a la sala, encendí la televisión dejando los dibujos animados favoritos de JiHyun.
No paso mucho tiempo para que Jungkook apareciera. –Jungkook hoy puedes salir donde quieras, yo me quedaré con JiHyun así que es tu oportunidad para poder irte y disfrutar.- dije aquello con una pequeña sonrisa, él merecía descasar, cuidar a JiHyun no era tarea fácil eso lo sabía perfectamente.
-Ukki no puele ilce.- la voz de JiHyun interrumpió nuestra conversación, giré mi rostro encontrándome con los ojos de mi pequeño hijo llenos de lágrimas. –Cariño, Jungkook debe disfrutar, son sus días libres, bebé.- dije intentando explicarle, pero JiHyun parecía no entender; con cuidado se bajó del sofá corriendo a las piernas de Jungkook abrazándolas con fuerza.
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NUESTRO DULCE ÁNGEL
Hayran KurguUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...