CAPÍTULO 32

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A la mañana siguiente...


-Mhh.- un bufido se escapó de mis labios al sentir mi alarma sonar, mi cuerpo se sentía cansado, no quería despertar. Abrí mis ojos con pesadez encontrándome con una desordenada cabellera de color negra. Sonreí moviendo mi cuerpo, tomé el celular apagando la alarma.

-Era mejor cuando me despertabas, precioso.- susurré besando su cabello. Jungkook aun seguía dormido, era bastante temprano, no tenía intenciones de levantarme aun quería estar así con Jungkook. Moví mis manos acariciando su espalda de manera lenta dejando pequeños besos en su cabello, mis manos siguieron subiendo hasta llegar a su cuello, con mis dedos comencé a masajearle de manera suave consiguiendo que un suspiro por parte de Jungkook chocase en mi cuello.

-Amor despierta.- mis ojos se abrieron de sorpresa al darme cuenta de mis palabras. Mi cuerpo se tensó por completo, mi corazón comenzó a martillar con mayor intensidad, sentía mis oídos zumbar debido a mis latidos desenfrenados, un conocido calor comenzó a subir por mi rostro, estaba seguro que me había sonrojado.

-Mgh...- suspiré aliviado de que aun siguiese durmiendo. Oculte mi rostro en su cuello sintiendo el nerviosismo recorrer cada parte de mi cuerpo, sentía pena de mis palabras, pero a la vez se sintió tan correcto llamarle así. Negué con mi cabeza intentando calmarme, me sentía como un idiota por comportarme así.

-Dios me volveré loco...- susurré. Sentí unas manos recorrer mi espalda, mis ojos se abrieron de sorpresa. Jungkook había despertado, mi respiración se volvió irregular, temía moverme y verle a los ojos, no me atrevía a enfrentarle, no si existiese la posibilidad de que haya oído.

Nos mantuvimos en esa posición hasta que sentí como su cuerpo comenzaba a moverse, nervioso me separé uniendo nuestras miradas, Jungkook traía una hermosa sonrisa, no parecía avergonzado ni nervioso, lo que me hizo entender que no había oído nada. El alivio que inundó mi cuerpo me trajo a la vida.

-Buenos días, cariño.- murmuré inclinándome para juntar nuestros labios en un casto beso. Jungkook sonrió mientras llevaba una de sus manos a su rostro refregando sus ojos, ver aquella escena hizo que mi corazón quisiese estallar, se veía demasiado adorable.

-Buenos días Jimin.- su voz sonó somnolienta pero de igual forma se movió dejando un pequeño beso, pensé que sería en mis labios pero como aun seguía dormido solo lo deposito en mi mejilla. Reí ante su puchero. Se removió refregando con mayor insistencia sus ojos hasta que por fin pudo despertar por completo, una vez lo consiguió se acercó a mí besando mi nariz.

Volvió a su posición inicial acurrucado entre mis brazos, sonreí besando su cabello mientras mis manos acariciaban su espalda. Reí al sentir un pequeño ronroneo salir de Jungkook una vez mis manos acariciaron su cuello.

-Precioso debemos hablar sobre algo.- no sé cómo habrá sonado mi voz pero Jungkook se alejó de mí mirándome fijamente, sus ojos denotaban preocupación.

-¿Pasó algo malo?- negué con mi cabeza, me incliné atrapándolo entre mis brazos besando su frente.

-Está todo bien precioso. Debo irme a Japón, tengo algunos trabajos pendientes, calculo que demoraré como máximo dos semanas en solucionar todo...- mi pecho se encogió al ver los ojos de Jungkook cambiar, bajo su mirada sin ser capaz de mirarme, no quería decirle por esta razón...

-Cariño por favor no estés triste. Les extrañaré demasiado...- susurré besando su cabello, Jungkook se quedó un momento con la mirada baja, lentamente comenzó a elevar su cabeza mirándome con una pequeña sonrisa, negué con mi cabeza al ver aquella sonrisa.

NUESTRO DULCE ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora