CAPÍTULO 13

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-JiHyun, bebé arriba.- removí su cuerpo un tanto incómodo me sentía nervioso; mi cabeza dolía horrores, no había pegado un ojo toda la noche, pero aun así me levante temprano dispuesto a despertar a JiHyun para que pudiese despedirse de su padre, su padre...

Jimin estuvo en mi cabeza toda la noche, no solo él, sino también aquel cosquilleo en mis labios, juraría que aún soy capaz de sentir aquella electricidad envolver mi cuerpo con tan solo recordar los sucesos de la noche anterior.

-Ukki...- sus ojos fueron abriéndose de manera lenta mientras estiraba su cuerpo, de inmediato una pequeña sonrisa se formó en sus labios, estiró sus brazos en señal de que le cargará de inmediato negué con mi cabeza. –Appi debe estar esperándote, ve cariño.- susurre, no quería ver a Jimin, ¿qué le diría? No tengo la confianza para volver a unir nuestros ojos, menos si en lo único que pienso es en lo dulce de sus labios, nunca creí un beso fuese así de dulce.

-Ukki sonlojado.- mire a JiHyun el cual traía una pequeña sonrisa como si estuviese burlándose de mí, cubrí mi rostro intentando calmar mi cuerpo, debía dejar aquel suceso de lado, era complicado seguir pensando aquello, no quería que nuestra relación se viese afectada; ¿Relación? Basta Jungkook deja de pensar cosas complicadas; me sobresalte al sentir una pequeña manito tomar la mía.

–Ukki vamos, Appi espela.- dijo el pequeño mientras me miraba con aquellos ojitos de cachorros los cuales eran difícil de escapar, quería alejarme pero JiHyun solo comenzó a caminar jalando mi mano; le seguí en silencio, al llegar a la entrada baje mi mirada un tanto apenado, podía sentir la presencia de Jimin pero ninguno de los dos hablaba.

-¡Appi suelte!- gritó entusiasmado JiHyun, soltó mi manito corriendo hacia los brazos de su padre. –Bebé, Appi intentará volver temprano ¿sí?, te quiero.- mis mejillas se sonrojaron tan solo al sentir su voz. –Jiyun quiele a Appi.- mi pequeño era tan dulce, el amor que sentían ambos era tan puro y hermoso.

-Se cuidan ambos.- levante mi mirada al escuchar aquello, al momento en que nuestros ojos se encontraron sentí como ambos nos perdíamos en la mirada del otro, Jimin se veía inquieto, JiHyun aún seguía en sus brazos, a paso decidido se acercó a mí me sonrió para luego entregarme a JiHyun.

-Ukki debe cuidar a JiHyun.- asentí con mi cabeza, recibí al pequeño sintiendo mis mejillas acalorarse con tan solo la presencia de sus manos sobre mi cabeza. –Appi volverá pronto.- susurro mientras posicionaba sus labios sobre mi mejilla, por un momento sentí mi respiración detenerse, tener sus labios nuevamente sobre mí consiguió que mi cuerpo se estremeciese.

–Adorable.- solo alcance a escuchar aquello para luego sentir como la puerta era cerrada, un suspiro se escapó de mis labios expulsando el aire que había acumulado. -¿Ukki, eta bien?- sonreí ante la voz preocupada de JiHyun, besé su cabeza con dulzura. –Ukki se siente cansado, ¿podemos descansar un momento?- el pequeño asintió con su cabeza, lo cargue nuevamente al dormitorio recostándolo para luego acostarme a su lado, con cuidado abrace su pequeño cuerpo.

-Ukki no durmió bien anoche, dormiré un momento mientras JiHyun me cuida ¿está bien? –

-¡Jiyun cuidala a Ukki!- gritó entusiasmado, de inmediato sentí unas pequeñas manitos acariciar mi cabello, solo bastó sentir aquello para que mi cuerpo se relajase, mis ojos se sintieron nuevamente pesados el cansancio de la noche anterior me invadió y lentamente comencé a caer en un profundo sueño; sueño en el cual estaba él, sueño que me hacía cuestionarme ¿qué hubiese pasado si no hubiera huido?...

(...)

Una pequeña opresión en mi pecho me impedía seguir durmiendo, mis ojos lentamente comenzaron abrirse, encontrándome con el pequeño cuerpo de JiHyun sobre el mío, su respiración era lenta y pausada, con mucho cuidado me removí acomodando el cuerpo de JiHyun al lado mío. –Me cuidaste muy bien, bebé.- susurré mientras refregaba mi ojo, con cuidado comencé a acariciar sus cabellos de manera pausada, una pequeña risa se escapó de mis labios terminando por despertarme al ver las pequeñas muecas salientes del rostro del pequeño.

NUESTRO DULCE ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora