CAPÍTULO 30

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Una sensación de calidez mantenía mi cuerpo preso. Me sentía cómodo y feliz al saber quién era el culpable de hacerme sentir así. Mantuve mis ojos cerrados sintiendo unos delicados dedos acariciar mi rostro. Jungkook había despertado antes que yo, sentía sus dedos acariciarme. No tenía intenciones de moverme.

-Appi despierte.- le oí susurrar, mi ceño se frunció levemente al sentir sus dedos separarse de mí pero, casi al instante me relaje al sentir sus labios besar mi frente. Sus manos se perdieron en mis cabellos, sentía como acariciaba y dejaba pequeños besos. Cada lugar donde los labios de Jungkook besaron se sintió más cálidas, haciendo mi corazón derretirse.

Con cuidado moví mis brazos atrayéndole más cerca de mí, en un protector abrazo. Sentí su sonrisa en mi cuello. Mis manos comenzaron a moverse por su espalda, mientras su nariz acariciaba mi cuello. Sin decir nada nos tomamos nuestro tiempo para mimarnos.

-Siempre puedes despertarme así.- susurré sintiendo mi voz ronca. Sentí el cuerpo de Jungkook estremecerse entre mis brazos, sonreí besando su cabello, inhalando su dulce aroma a chocolate blanco, algún día debía descubrir como conseguía aquel olor tan delicioso.

-Buenos días.- murmuró separándose de mí. Una pequeña sonrisa adornaba su rostro, acercó su rostro dejando un casto beso en mis labios, eleve una de mis manos acariciando su mejilla de manera lenta.

-Buenos días, cariño.- susurré juntando nuestros labios en un nuevo casto beso. Mantuve mi mano sobre su mejilla dedicándome a acariciar su rostro, admirando cada una de sus facciones; viendo en primera fila su adorable sonrojo. Jungkook estaba nervioso, en sus ojos podía ver su ansiedad debido a nuestra cercanía pero, de igual forma no desvió su mirada, ambos nos observamos fijamente sonriéndonos.

-Eres demasiado hermoso, Ukki.- murmuré sin dejar de mirarle, el rostro de Jungkook estallo en un intenso sonrojo, desvió su mirada mordiendo su labio nervioso. Sonreí inclinándome besando su mejilla.

-M-mi corazón estallará si sigues diciendo eso.- susurró con voz nerviosa, reí sobre su mejilla, dejando un nuevo beso. Mi mano cogió su mentón haciendo que nuestras miradas se volviesen a encontrar, ambos cerramos nuestros ojos fundiéndonos en un tierno y dulce beso.

-Mi misión en esta vida es hacer estallar tu corazón. Ángel.- dije burlón robándole un nuevo beso. Jungkook volvió a sonrojarse pero de igual forma me regalo aquella hermosa sonrisa que tanto adoraba.

-Appi es muy malo, se burla de Ukki.- murmuró abultando sus labios, sonreí volviendo a besar sus labios, tomando con mis dientes su labio inferior, jale suavemente para luego besar dulcemente sus labios. Aquellos labios eran lo más dulce que he probado en mi vida.

-Appi es muy malo. Merece ser castigado por Ukki, por el celoso de Ukki.- mordí mi labio inferior intentando contener las carcajadas que amenazaban por salir. Jungkook en cambio frunció su ceño mientras movía su cuerpo con intenciones de alejarse. Moví mis brazos de inmediato impidiendo que se alejase, abrazándole con mayor fuerza, entrelazando nuestras piernas.

-Eres adorable cuando intentas alejarte. Bebé no te dejaré ir, nunca.- susurré ocultando mi rostro en su cuello, sentí su cuerpo removerse levemente, movió sus manos acariciando mi cabello, aquello era relajante.

-Nunca había sentido celos, ni siquiera sabía que podía sentir aquello.- comentó sin dejar de mover sus manos por mi cabello, sonreí sobre su piel sintiendo aquel cosquilleo en mi interior, volvía a ser un adolescente con Jungkook.

-Debo confesar que disfrute mucho viendo tus celos, pero luego me arrepentí. Tus ojitos estaban tristes por culpa mía, y eso no me gustó.- sentí los labios de Jungkook besar mi cabello haciéndome sentir feliz.

NUESTRO DULCE ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora