-¡Ukki, Appi ya se fue!- me sobresalté al oír el gritó de JiHyun, éste último me miraba fijamente, le sonreí levemente, sin entender muy qué pasó. -¿Appi se despidió?- pregunté, podía sentir algo cálido en la frente pero no estaba nervioso, mi cuerpo se sentía cansado ni siquiera fui capaz de sentir su beso.
-Appi dijo que cuidala a Ukki.- dijo aquello mientras abrazaba mis piernas, sonreí mientras acariciaba su cabello "nadie quiere a los malditos maricones" mis ojos se cerraron al recordar aquellas palabras, me incliné abrazando el cuerpo de JiHyun con fuerza, podía sentir sus manitas acariciar mi cabello, sus manitos eran cálidas, aun recordaba como aquellas pequeñas manitos fueron capaz de protegerme la noche anterior.
¿JiHyun me quiere? Quise preguntar aquello, sentí un nudo en mi garganta, JiHyun por su parte siguió acariciando mi cabello, me sentí un fracasado, una escoria refugiándome en los brazos de un pequeño angelito el cual aún no conocía lo que era el sufrimiento, no sabía lo cruel que pueden ser las personas.
Al separarme le sonreí, no podía deprimirme ni lastimar a esta hermosa personita porque él no lo merecía. -¿Quieres comer, bebé?- pregunte intentando sonar animado, JiHyun evaluó mis movimientos para luego sonreírme, me dirigí a la cocina para preparar su fruta, JiHyun amaba la fruta por lo que es lindo darle las cosas que a él le gustan, en especial sus deliciosas frutillas.
"hubiese preferido tener a un hijo ladrón, cualquier cosa antes que un maldito maricón." –Maldición.- me quejé al sentir como el cuchillo pasaba por sobre mi dedo, cortando parte de mi piel. –¡Ukki eta sanglando!- gritó preocupado, sus pequeños ojitos comenzaron a aguarse por lo que de inmediato me acerque a él besando su cabeza. –Estoy bien, no duele bebé, estoy bien.- dije aquello intentando calmarle, mi dedo si dolía, pero aquel dolor no era nada en comparación al dolor que existía en mi pecho.
-Jiyun cuidala a Ukki.- dijo aquello mientras tiraba de mi brazo, me sentó en el sofá para luego desaparecer; no pasó mucho tiempo para que volviera esta vez traía una pequeña cajita, al abrirla pude ver que contenía banditas con distintos dibujos adorables, se acercó a mí para luego sacar una bandita con dibujos de gatitos, la puso sobre mi dedos pegándola, me pareció tierno ver su ceño fruncido, estaba muy concentrado en lo suyo, una vez que se separó me sonrió para luego acariciar mi mejilla. –Ukki filis.- escuchar aquello me hizo sentir un horrible nudo en mi garganta, quise largarme a llorar pero me contuve, y solo le sonreí de vuelta esperando que él estuviese tranquilo con aquello.
Nuevamente me levante para terminar de preparar su fruta, el ambiente entre nosotros mejoro de cierta manera, más aun cuando JiHyun me regalaba aquellas hermosas sonrisas, estaba feliz conmigo, era feliz estando conmigo...
-¿JiHyun descansemos un momento?- pregunte aquello mientras estiraba mis brazos recibiendo el cuerpo contrario, no tenía ánimos de hacer nada, ya me bastaba con esforzarme para parecer estar bien y saludable, solo necesitaba sentir aquel calor familiar de JiHyun para poder estar tranquilo un momento, necesitaba sentirme querido y no un maldito enfermo como mis padres me hacían sentir.
(...)
-¡Ukki mila!- dijo emocionado mientras que ponía sus manitos sobre su mejilla haciendo muecas graciosas, le sonreí dando pequeños golpecitos en su cabeza en señal de afecto, seguimos viendo televisión, está vez JiHyun me había permitido ver cualquier película que yo quisiese, por lo que me decidió por una de acción, y aunque el no entendiese mucho de todas formas se reía o hacia algo para que yo lo hiciese.
Me parecía tierno ver el entusiasmo de JiHyun por hacerme sonreír, no sabía cómo era capaz de darse cuenta de mi tristeza todo el día estuvo cuidando de mí, sonriéndome o acariciando mi cabeza, cada vez que le sentía cerca de mí me hacía sentir abusivo, estaba abusando de la generosidad de ambos, yo no debería estar aquí irrumpiendo en sus vidas, debería desaparecer para siempre y morir tranquilo como ella lo quería, debería darle ese gusto para que quedase tranquila.
ESTÁS LEYENDO
NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...