Una fuente de calor mantenía apresado mi cuerpo, algo que me tenía desorientado. Lentamente mis ojos fueron abriéndose, encontrándome con el cuerpo de Jimin abrazando mi cintura, mis mejillas se sonrojaron al sentir su cuerpo tan cerca de mí. No me moví, solo me quede observándole dormir, una pequeña sonrisa se alojó en mi rostro, Jimin se veía tan tranquilo, sus voluptuosos labios estaban separados dejándome escuchar su leve respiración.
"Appi lo quiero" Mis ojos se abrieron de sorpresa al recordar mis palabras, sentí de inmediato el retumbar de mi corazón indicándome que estaba consiente de todo, intenté no mirar el cuerpo de Jimin debido a la vergüenza, pero me fue imposible, sentí que no volvería a tener la oportunidad de apreciarlo tan de cerca. Cuando tengo la mirada de Jimin puesta en mí no puedo hacer mucho, todo mi cuerpo se cohíbe debido a la vergüenza de sentir todas aquellas sensaciones que Jimin era capaz de lograr en mí.
-Mhh.- me tensé al pensar que Jimin había despertado, pero no fue así tan solo se movió levemente dejando su rostro apoyado en mi pecho, su cálida respiración comenzó a estrellarse contra mi cuello ocasionando que mi piel se estremeciese por aquel delicado contacto, intente moverme, pero fue imposible, Jimin se acercó aún más a mí. Rendido volví a perderme en su cuerpo, era precioso poder observar cada una de sus facciones en especial sus ojos. Desde el comienzo lo que me pareció más hermoso tanto en Jimin como en JiHyun fueron sus ojos, la forma en que sus ojos expresan todas sus emociones te hace sentir privilegiado de poder ver dentro de ellos, sentir la necesidad de cuidarlos y siempre admirar aquellas medias lunas iluminando todo el universo.
Sin que me diese cuenta una de mis manos comenzó a acariciar su rostro, su piel era tan suave que el solo tocarle hacia que mis dedos cosquilleasen. –Te quiero...- susurré sabiendo que seguía dormido. No estaba muy seguro de como terminamos ambos acostados en la habitación de Jimin, ni tampoco sé si él fue capaz de escuchar mi voz la noche anterior y aquello me martirizaba, Jimin dijo que me quería, fue sincero conmigo y yo también queria serlo con él, decirle el caos que ocasiona en mí, el cómo mi corazón se acelera de tal manera que mi pecho duele, las veces que olvide como respirar debido a su miradas.
Mis manos siguieron acariciando esta vez su frente, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al ver dos lunares, retire su cabello teniendo mejor visión de aquello. –Tan hermoso...- murmuré, no podía estar más feliz, poder observar a Jimin de esa forma sin que mis nervios me devoren por completo. Lentamente comencé a inclinar mi cabeza depositando mis labios en su frente, dejando un tierno beso. –Te quiero.- volví a susurrar.
-También te quiero Ukki.- mis ojos se abrieron de sorpresa al escuchar una somnolienta voz, sentí mi rostro arder de inmediato debido a la vergüenza, intente moverme pero aquellos brazos en mi cintura hicieron que me acercará más a él. -¿Dónde crees que vas? No puedes huir de mí.- dijo burlón, sus ojos fueron abriéndose haciendo que nuestras miradas se encontrasen, le miré fijamente sintiendo como mi corazón retumbaba sin consideración de mi pobre pecho, algún día moriría por culpa de Jimin.
-B-buenos días Jimin.- susurré cerca de su rostro, no sé en qué momento ambos nos habíamos acercado tanto, a tal punto que la respiración de Jimin se mezclaba de manera íntima con la mía. –Buenos días ángel.- murmuro sin separarse, mi corazón casi explotó al sentir como frotaba nuestras narices de manera delicada. Los ojos de Jimin se veían tan brillantes que mis manos cosquilleaban por volver a acariciar sus mejillas.
-¿De qué forma me quieres?- preguntó, mis ojos se abrieron de sorpresa al escucharle, por un momento mis pulmones olvidaron que debían captar oxígeno para mantenerme con vida, los ojos de Jimin no se alejaban de mí; su mirada era tan intensa como si necesitase mi respuesta para poder descansar en paz. Nervioso me comencé a acortar nuestra distancia juntando nuestros labios de manera tierna, moví mis belfos sobre los suyos de manera pausada. Jimin de inmediato comenzó a corresponder mi beso, dejando en todo momento que fuesen mis labios los que dominasen. Sentí mi rostro arder al momento en que mi lengua rozo la suya, podía sentir mi corazón fundirse al no resistir sus fuertes latidos. Acerque mis manos a su mejilla acariciándolas de manera suave, suspiré sobre sus labios a la vez que comenzaba a alejarme, junte nuestros labios nuevamente en pequeños roces dejándole claro que le quería de la misma forma que él.
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NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...