-Fuiste muy valiente cariño. Appi está orgulloso de ti.- murmuré abrazándole con fuerza, una punzada se alojó en mi pecho al sentir sus sollozos, Jungkook es una persona maravillosa, inocente y bueno. El menor se alejó de mí para luego abrazarme con mayor ímpetu, bese su cabello intentando tranquilizarle, un sentimiento de desesperación y rencor recorría mi cuerpo, odiaba tener que verle llorar, él era una persona tan buena, no merecía aquello.
-Appi m-muchas gracias, Ukki no lo arruinará, seré bueno lo prometo.- mi pecho se encogió al oírle, no entendía como aquellas personas pudieron darle la espalda a un ser tan precioso como Jungkook, nunca terminaré de entender aquello. Con cuidado separé nuestros cuerpos para poder mirarle, sus ojitos estaban rojos igual que su nariz. "adorable" pensé, pero aun después de aquello me seguía incomodando que llorase, él merecía sonreír siempre.
-Ukki es demasiado bueno, Appi está completamente embelesado con su dulzura. No arruinarás nada cariño, te quiero demasiado.- susurré, alcé mis manos limpiando sus lágrimas, sus mejillas eran tan suaves que deseaba poder besarlas siempre, y así lo hice. No me importó si alguien nos veía, o lo que los demás dijesen, mientras Jungkook estuviese bien y a salvo entre mis brazos nada más importaba.
Con mucho cuidado deje pequeños besos en sus pómulos cerca de sus ojos para terminar besando su cálida frente, mi cuerpo se tranquilizó cuando aquella hermosa sonrisa se posiciono en el rostro de Jungkook, aquella sonrisa era asombrosa, gracias a ella caí cautivado por él.
-Jung debemos hablar.- me separé de Jungkook al sentir la voz de aquel abogado cerca de nosotros.
-Kim Taehyung ¿algún día dejarás la formalidad?- me desconcertaba la manera en que Hoseok hablaba con aquel abogado, sus ojos eran extraños, nunca había visto aquellos ojos en mi amigo, conocía demasiado bien a Hoseok para saber que algo tenso traían ambos.
-Hoseok me llevaré a Jungkook de aquí, gracias por todo.- dije aquello ganándome una sonrisa por parte de mi amigo. Hoseok se acercó a Jungkook acariciando su cabello de manera lenta, en un principio sentí el cuerpo de Jungkook tensarse, pero casi al instante se tranquilizó.
-Cuida bien a Jungkook, hablamos luego.- asentí con mi cabeza, cogí la mano de Jungkook entrelazando nuestros dedos para luego comenzar a salir de aquel lugar dejando a Hoseok solo con aquel insípido abogado. Al llegar al auto abrí la puerta para que Jungkook se subiese, el menor me sonrió dejando un pequeño beso en mi mejilla antes de subirse; su acción me sorprendió pero no pude evitar sonreír como idiota.
-Ángel no quiero soltarte aun, permíteme tenerte todo este día solo para mí.- murmuré buscando su mano, sonreí al ver un pequeño sonrojo en el rostro de Jungkook. Nunca terminaré de acostumbrarme de tener a alguien tan inocente entre mis brazos, con cuidado me incliné dejando un pequeño beso en sus labios. Me alejé sintiendo casi al instante sus manos atrapar mis mejillas impidiendo que me alejase por completo.
-Vuelves loco a mi corazón, eres demasiado lindo. Appi quiero estar con usted.- cerré mis ojos sintiendo mi corazón latir de manera desenfrenada, me incliné juntando nuevamente nuestros labios, besando sus labios de manera lenta y delicada. Al separarnos Jungkook fue quien volvió a unir nuestros labios en pequeños roces, haciéndome sentir bendecido de todas aquellas sensaciones que era capaz de provocar en mí.
-Te quiero, Ángel.- susurré besando su nariz.
-Te quiero Jiminie.- sentí mi rostro sonrojarse, de inmediato le abracé intentando ocultar mi sonrojo. Mi corazón no dejaba de latir, me sentía tan apenado, su voz era tan adorable que derretía mi corazón. Sentí una pequeña pero melodiosa risa provenir de Jungkook, sus manos comenzaron a acariciar mi espalda de manera lenta.
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NUESTRO DULCE ÁNGEL
FanfictionUna vida alocada le pasó la cuenta, ser padre soltero es algo que debe afrontar día a día. "-¡Basta! Me advirtieron de esto, es un demonio..." Allí renacía su problema, su pequeño revoltoso ahuyentando a cuanta niñera llegaba. ¿Qué hacer cuando nadi...