«06»

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Sky


— ¿Lo dices en serio? —El alzó la ceja y yo asentí.

—Necesito el dinero y creo que prefiero estar en los brazos de un solo hombre a seguir siendo la exhibición de aquel lugar. —El me miró de pies a cabeza y asintió.

—Pasa. —Yo obedecí e ingrese a su casa. El dejo la ropa a un lado y me miró a los ojos. —Haz hecho bien Sky. —Acercó su mano a mi rostro y comenzó a acariciar mi mejilla con delicadeza. — Nunca pensé que haría esto, pero tú has sacado un lado en mí que no conocía. —su dedo tironeo levemente de mi labio y un suspiro salió en respuesta.

Sus manos fueron a mi cintura y lo miré a los ojos, era demasiado alto. Tenía miedo, pero de alguna manera me sentía segura, sabía que solo debía estar con él y eso me daba más seguridad que tener que volver a ver a aquel jodido anciano o a todos aquellos asquerosos.

— ¿Qué debo hacer? —Hablé mirando sus ojos, no podía evitar sentirme extraña de alguna manera, me sentía muy vulnerable bajo su mirada, y aún más estando entre sus brazos.

—Poco a poco te iré diciendo todo lo que debas saber muñeca. —su mano me acariciaba con demasiada delicadeza, algo que en muchos años no había sentido, delicadeza.

— ¿Puedo preguntar...? ¿Qué sucedió con la señorita Colin? —El suspiro y yo hice una mueca, su cara no era agradable, me maldije por haber sido tan entrometida.

—No importa lo que sucedió con ella, lo mejor será que olvidemos de ella y pensemos en nuestro presente. —Yo asentí y él sonrió. —Aun me pregunto cómo una cálida rosa como tu ha caído en un lugar tan oscuro como aquel antro.

—Digamos que... A mí tampoco me gusta hablar de las malas experiencias. —hice una mueca y el asintió.

Su rostro se acercó al mío y su aliento comenzó a chocar contra mí piel, no podía evitar temblar, me sentía demasiado pequeña y débil.

—Tu aroma es tan dulce, eres tan pequeña y a la vez no actúas como una. ¿Qué será lo que me atrae a ti Sky?

—Se... Señor Hemmings... —Mi voz había salido tan débil, casi como un gemido.

Su celular comenzó a sonar y ambas nos sobresaltamos, el bufón y me soltó dejándome completamente libre, tomo su celular de su bolsillo y atendió.

— ¿Qué quieres Michael? —Trague saliva e intente canalizar lo sucedido mientras él hablaba por teléfono.

Algo que me había dicho Marie es que si deseaba conservar a Luke debía provocarlo, debía darles motivos para que no se pudiese alejar de mí. Y aunque no me gustase tener que ser su muñeca, debía hacerlo, era la única manera de que no tuviese que volver a aquel maldito antro.

—De acuerdo, si, adiós. —Cortó su llamada y me miró pasando su mano por su cabello. —Debo irme, tema de la empresa. —Suspiro y tomo su billetera, comenzó a sacar una gran cantidad de dinero y me la extendió.

—Pero... Pero es más de lo que recibía señor Hemmings. —Lo mire sorprendida por la gran cantidad de dinero.

—Te daré lo que sea con tal de que no vuelvas a ese lugar Sky, ya te lo he dicho. No solo te daré dinero, te daré lo que quieras.

Me sorprendía demasiado, no solo por el hecho de la tranquilidad con las que decía sus palabras, si no también por lo que un hombre era capaz de hacer con tal de tener a una mujer entre sus brazos.

Él se acercó a mí y acaricio mi mejilla, me tomó del mentón y se inclinó para acercarse a mis labios, no pude evitar cerrar los ojos, me recordaba demasiado a mi antiguo jefe.

Sentí su respiración chocar contra mis labios y seguida de esta sentí sus labios en mi mejilla. Lo miré sorprendida ante aquella acción.

—No quiero que vallas al antro ¿De acuerdo Sky?

—Si señor Hemmings.

—Mañana pasaré por ti al instituto, de allí iremos a hacer unas compras. Y por la noche iremos a cenar. —Asentí y el alejo su mano de mí. —Puedes irte.

Sin ninguna palabra más salí de aquel lugar, aturdida, confundida, intentando comprender lo sucedido.
El camino a mi casa fue muy lento, en verdad necesitaba pensar demasiado, no había hecho nada y había recibido más de lo que me habían pagado en aquellos años de trabajo en aquel asqueroso lugar.

¿Qué era lo que pretendía Luke? ¿Debía tenerle miedo? ¿Debía mejor cancelar el trato? ¿Había cometido un error?

Tenía demasiadas dudas, pero lo único que sabía era que ya no podía dar marcha atrás, o al menos en aquel momento, no tenía intenciones de hacerlo.

Llegué a mi casa y mi padre no estaba, rápidamente corrí hacia mi habitación y comencé a contar el dinero, era 4 veces más de lo usual, tomé una parte y la escondí en mi sostén.

Sabía que mi padre querría el dinero y no podía decirle que estaba trabajando de aquella manera para Luke, porque era capaz de arruinarlo todo. Dividí el dinero en partes quedándome con la paga usual de mi trabajo como "limpiadora".

Oí la puerta y tome el dinero escondiendo el resto, fui hasta él y se lo di.

—Mi paga de los Hemmings. —Él la tomó y luego de contarla la guardo.

—Intenta venderte más hoy en el antro, tengo una deuda y no se pagará sola. —Yo lo mire y asentí. —Prepárame algo para comer. —suspire y camine hacia la cocina, sería otra día interesante.

(...)

Aquella noche fingí irme al antro como todos los días, llevándome el dinero ganado y más.

Camine hacia la cada de Molly y toque su puerta, podía oír sus risas del otro lado.

— ¡Ya papa! ¡No más cosquillas! —no pude evitar que las lágrimas se acumulaban en mis ojos, Molly tenía una familia que en verdad la amaba y yo solo tenía un padre que me utilizaba y cada día destrozaba una parte de mí.

Ella abrió la puerta y se sorprendió al verme.

— ¡Sky! —Me sonrió y me abrazo. — ¿Qué haces aquí?

—Quería pedirte un favor. —Le di el sobre con el dinero. —Necesito esconderlo de mi padre. —Ella me miró y sonrió.

—Sabes que siempre te ayudaré amiga. —Me abrazo con fuerza y yo suspire.

— ¡Sky! Hola dulzura. —La madre de Molly me recibió con un abrazo. Fingimos que había ido por tarea e incluso me invitaron a cenar con ellos.

Era buena idea ya que no me apetecía rondar por la calle hasta que debiera regresar. Estuve con Molly el tiempo suficiente hasta que regrese a mi casa, fingiendo regresar del antro. Le entregué el dinero a mi padre y me encerré en mi cuarto como cada noche.

Me recosté en mi cama, mintiéndome como cada noche, de que el siguiente día sería mejor...

Sky © |lrh| ➋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora