«37»

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SKY

— ¡Por fin! ¡Estamos aquí! —Hablé muy emocionada, mire a Luke y comencé a sacudir su brazo. —Luke, llegamos amor. ¡Ya llegamos!

—Mmm... ¿Princesa? ¿Qué sucede? —Hablo dormido intentando abrir sus ojos. — ¿Estas bien?

—Si tonto, ¡llegamos a Londres! —Hablé con una gran sonrisa. — ¡Mira!—el asomo su cabeza a la ventana del avión y sonrió.

—Eso es genial princesa. —me abrazo por los hombros y beso mi frente. —Creo que me dormí. —Hablo estirando su cuerpo.

—Roncas mucho amor. —Hablé riendo.

—Eso pasa por que una princesa muy hermosa no deja que Daddy duerma por pedir más y más. —Hablo mirándome con picardía.

—No es mi culpa que tú me hagas sentir tan bien. —Hablé tocando con mi dedo la punta de su nariz. —Además, a ti también te gusta lo que te hago. —mordí mi labio y le guiñe el ojo.

—Y vaya que sí. —me levante de mi asiento y me senté en sus piernas, el me aferro a su cuerpo y comenzó a dejar pequeños besos en mi cuello. —Ya quiero llegar al hotel, necesito de un buen baño relajante contigo.

—Mmm... Eso me suena a que no descansaremos mucho. —Yo reí y el dejo un pequeño mordisco en mi cuello. —Daddy. —él sonrió y me beso.

—Te amo mucha princesa.

—Yo mucho más Daddy. —rose nuestras narices con ternura y me escondí en su cuello.

Luego de bajar del avión y tomar nuestras maletas, subimos a un taxi que nos esperaba para ir a nuestro hotel. No podía evitar mirar con mucha atención la ciudad.

Mi corazón latía con tanta fuerza, sentía que ya había estado en aquel lugar alguna vez, aunque era algo imposible. Había un sentimiento muy extraño en mí, sentía como su aquel lugar, era mi hogar.

Al llegar al hotel subimos hasta nuestra habitación, era increíble y tenía una gran vista a la ciudad, sin duda alguna Luke era el mejor para elegir habitación.

—Bien, me daré un baño y me prepararé para mi junta, en 3 horas debo estar en las oficinas de Horan. —Me acerqué a él y lo abrace, estaba muy nervioso.

—Tranquilo, todo estará de maravilla. —Hablé con una sonrisa.

—Eso espero, en verdad quiero hacer negocios con Horan. Sería un gran paso para mí y podría cumplir el sueño que mi padre tenía de formar una revista musical.

—Jamás me has contado de tu padre. —Lo miré intrigada.

—Papa siempre fue amante de la música, cuando tenía 7 años murió de cáncer. Fue muy duro.

—Lo... Lo lamento tanto amor. —Hablé acariciando su mejilla. El tomo mi mano y la beso.

—Tranquila, fue duro pero logramos salir adelante. Y mírame ahora.

—Eres muy exitoso.

—Lo sé, aunque las empresas jamás fueron lo mío, siempre quise cantar, ser un artista, llenar estadios, crear discos y dejar una huella.

—Estoy segura que si te lo propones podrás lograrlo, eres joven aun y podrás hacerlo. —Hablé alentándolo. —Además, te he oído cantar en la ducha, eres increíble.

—Gracias hermosas. —unió sus labios a los míos. —Mejor me apresuró, tengo cosas que hacer.

—Ve tranquilo, aun tienes tiempo.

Sky © |lrh| ➋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora