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SKY


—Sky... Vamos pequeña... Debes despertar... —tome una gran bocanada de aire y abrí mis ojos poco a poco. —Vamos pequeña, tienes colegio, ¿No querrás llegar tarde verdad? —Yo sonreí al ver su hermosa sonrisa frente a mí y lo abrace por el cuello.

—Mmm... No lo sé... Tal vez si quiero llegar tarde. —Hablé escondiendo mi rostro en su cuello y dejando pequeños besos. —Quiero pasar tiempo con Daddy... —El me aferro a su cuerpo y me acomodo quedando sentada sobre su abdomen.

—Mmm... Sky... No puedes decirme eso, es jugar sucio pequeña. —Acomodó mi cabello hacia atrás y me atrajo hacia sus labios. —Harás que Daddy despierte y...—paso su nariz o por mi cuello aspirando mi olor y suspiro —llegaremos tarde a nuestras cosas importantes...

—Por favor Daddy... —comencé a mover mis caderas de adelante hacia atrás generando fricción contra su erección matutina. —Por favor...

—Sky... —un gemido ronco salió de sus labios y no pude evitar morder mi labio. —Dios... No hagas eso... —comencé a moverme en círculos aferrándome de su abdomen, sus manos rápidamente me tomaron de la cadera ejerciendo mayor presión entre nuestros centros.

—Daddy... —Gemí al sentir un fuerte apretón en mi trasero.

—haremos algo rápido pequeña traviesa. Pero será tu castigo. —me recostó debajo suyo y mordí mi labio. —Será con ropa.

—Daddy. —hice un pequeño puchero con mis labios. —Por favor... Sin ropa. —comencé a jugar con el borde de sus boxers y pude ver como su miembro se asomaba. —Por favor Daddy... Tú también quieres... —ingrese mi mano y comencé a masajearlo.

—Maldición Sky...no... Lo... Ahhh —un gemido fuerte salió de sus labios y tomó mi mano con fuerza alejándola de su miembro. —Eres insistente... Niña traviesa. —Mordí mi labio y reí, sabía cómo volverlo loco.

—Sabes que te vuelvo loco. —Hablé acercándome a sus labios.

—Muy loco... —aplastó sus labios con los mío y comenzó a besarme con fuerza, era un beso hambriento y lleno de lujuria. Mordió mi labio inferior y gemí. —Andando pequeña traviesa, llegaremos tarde. —se separó de mí y se levantó de la cama.

—Pero Daddy...

—Sin peros, arriba. —hablo caminando y perdiéndose en su baño.

Hice un puchero con mis labios y me cruce de brazos, me había dejado excitada y eso no lo podía soportar.

A malas ganas me levante de la cama y busque mi uniforme en mi bolso, me cambie mi ropa interior y tome mi camisa blanca.

Comencé a colocármela y lo vi recostado contra el marco de la puerta observándome.

—No quiero que me veas. —Hablé ofendida. —Me dejaste con las ganas, mal Daddy. —Hablé cruzándome de brazos y lanzándole mi ropa interior a su cara.

—Oh vamos, no puedes llegar tarde Sky. —Me encogí de brazos y él se acercó tomándome de la cintura. — si lo hacíamos no podríamos parar y ninguno se iría de la cama pequeña. —acercó sus labios a mi cuello y dejó pequeños besos. —Te prometo que Daddy te hará muy feliz esta noche, pero debes comportarte si quieres el regalo que Daddy tiene para ti.

—Mmm... De acuerdo. —Lo mire a los ojos y sonreí. —Prometo ser una buena niña. —Hablé acomodando su camisa.

—Siempre eres una buena niña Sky.

—Oh, créeme que no Daddy, créeme que en la cama no. —El mordió su labio y luego de dejar un pequeño beso en mis labios volvió salió de la habitación.

Estaba encantada con aquel hombre, aquella mañana sin duda alguna había sido increíble.

(...)

— Adiós Daddy—me acerque a sus labios y le di un pequeño beso.

—Adiós pequeña, recuerda estudiar mucho Sky, no querrás un castigo ¿Verdad? —Yo reí y lo mire desafiante.

—Tal vez si... —volví a besarle y salí del auto con mi mochila. — ¡Te veo en la noche! —Hablé agitando mis manos camino al instituto.

— ¿CON QUE DADDY? —me sobresalte al oír aquella voz.

— ¡Molly! —mi corazón latió con fuerza, ella me tomó del brazo y me arrastro hacia el salón. —Dios... Dime que no te han oído. —Intente mirar para todos lados.

—Estamos solas Sky—Yo suspire aliviada y ella se cruzó de brazos con una mirada llena de picada —así que un Daddy ¿eh?

—Bueno... —ella me abrazo y yo me sorprendí.

—Te le declaraste amiga. —me miró con una sonrisa muy grande.

—Pues... Si... —mentí.

— ¿Cómo te deshiciste de la prometida? ¿O eres su amante?

— ¡NO! Por supuesto que no. —Aunque en realidad su lo era, era la amante de Luke ya que solo era su protegida, pero Molly no tenía por qué saberlo. —Él y su ex terminaron hace tiempo.

—Guau, tienes suerte, tienes un novio muy atractivo y además es empresario. ¿Tu padre lo conoce?

—Pues... No... El piensa que solo soy su empleada. —Hablé tranquila.

— ¿Piensas decirle? —yo negué.

—Aún no, es muy pronto, tan solo llevamos semanas. —Ella asintió.

— ¿Y a mí me lo dirías hoy? ¡MALA AMIGA! —comenzó su llanto fingido y yo rodé los ojos.

—Hey, quería decírtelo en el momento justo. —Ella freno su llanto y me sonrió. —Sabes que eres mi mejor amiga Molly.

—Lo sé —Hablo moviendo su cabello como una diva—Así que le gusta el Daddy Kink ¿eh? —Alzó sus cejas y yo sonroje.

—Es divertido por... Nuestras edades, además, es excitante. —Hablé mordiendo mi labio.

—Mi pequeña Sky dejara de ser virgen pronto. —Hablo emocionada, mi sonrisa se borró in poco al oír aquellas palabras.

Hubiese deseado darle mi primera vez a Luke y no a ese maldito que me había lastimado, pero lo hecho, hecho estaba.

—Eso creo... —Hablé insegura, el timbre sonó y yo suspire aliviada. —Hablemos de ti, no es el día de Sky. —Ella rio y yo sonreír.

Mi día escolar había sido tranquilo, aquella tarde tenía la audición para la escuela de danza y estaba súper nerviosa. Le había comentado a Molly y ella había accedido a acompañarme.

Sabía que Luke también estaría pero también era un buen momento para presentárselo a mi mejor amiga, después de todo, Luke era alguien muy importante para mí, aunque no fuese mi pareja.

Por más que quisiera...    

Sky © |lrh| ➋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora