Sky
— ¿Hola? —Su voz masculina erizó cada vello de mi cuerpo, alce mi vista para toparme con aquellos ojos que me observaban.—Mmm... Hola... So... Soy Sky y... Ve... Vengo... Po... Por... el empleo. —No podía evitar sentirme nerviosa, tenía pensado trabajar para alguien viejo y feo, no alguien apuesto y de aspecto tan dominante. Dejando a un lado mis pensamientos debía dar mi mejor esfuerzo.
—Oh, Claro, pasa por favor. —Se hizo a un lado y me dio paso a entrar a su casa.
Las diferencias con mi casa eran tan notorias, todo estaba decorado en un blanco tan puro, el mármol del suelo hacia relatar cada detalle de las rosas que decoraban aquel lugar.
Me sentía un demonio rodeado de tanta pureza, pero bien he de saber que hasta lo más hermoso guarda secretos tan oscuros.
Mis ojos dejaron de indagar en aquel color tan uniforme para caer en la presencia que estaba detrás de mí. Camisa roja, piercing en el labio, cabello desordenado que en conjunto marcaba un orden. Una figura masculina joven que sin duda marcaba a alguien de elite.
—Ven, sentémonos. —Nos dirigimos al salón donde me acomode en un sillón negro, él se preparó un trago y yo no pude evitar mirar cada movimiento que realizaba.
Era extraño pero aquella era mi manera de saber si la gente inspiraba confianza, y aquel hombre era una mezcla de imponencia y tranquilidad.
—Bien, ¿Cuántos años tienes? —Habló acomodándose en el sofá frente a mí y tomando su trago.
—Tengo 16. —Hable más firme.
—Muy joven, aunque en el mundo actual es bueno que los jóvenes ingresen al mundo laboral, es decir, la sociedad lo obliga de alguna manera. —Yo asentí levemente.
— ¿Luke? —Gire mi vista hacia una mujer que estaba recargada en el marco de la puerta.
Vestido Azul, cabello castaño y unos labios rojos muy oscuros que iban al tono de su piel.
—Sky, ella es mi prometida, Colin. Amor, ella es Sky, vino por el puesto para encargada de limpieza.
—Oh, es genial. —La mujer se sentó a su lado. —Cielo, tienes que ir a la empresa, yo me encargo ¿Sí?
—Es cierto, lo había olvidado. —Habló con una sonrisa. —Mejor me voy antes de que me regañen por llegar tarde. —Beso a la mujer frente a mí y me miro con una sonrisa. —Es un gusto Sky. —Estiro su mano y yo se la di, él la tomó y dejó un beso como si fuese un caballero para luego irse.
Era extraño, pero la presencia de aquella mujer se me hacía aún más imponente que él, como si la que mandara en aquel lugar, fuese ella.
—Bien, estamos buscando a alguien que se encargue de la limpieza, ¿Tu horario de disponibilidad?
—Es luego del colegio, siempre salgo a las 12:30. —Ella asintió.
— ¿Tienes el permiso para trabajar firmado por tus padres?—Abrí mi mochila y lo saqué dándole el papel que había escrito y que mi padre había firmado de mala gana. —Bueno, Felicidades Sky. Tienes el empleo. —Me sonrió. —Comienzas mañana por la tarde. Ven conmigo, arreglaremos los papeles y tu paga. —Yo asentí feliz y la seguí hasta el despacho.
Al menos algo bueno dentro de tanta desgracia podía encontrar.
(...)
Los días habían comenzado a transcurrir, y la pesadilla parecía nunca acabar. Al menos aquellas 4 horas en casa de los Hemmings eran mi única salvación luego de la escuela.
Colin era una mujer bastante activa y me tenía confianza, siempre me dejaba sola para poder limpiar mientras ella se iba a la casa de sus amigas.
Mientras tanto, Luke, el dueño de la casa, trabajaba en su empresa, solo lo había visto pocas veces luego de que me contrataron pero era cariñoso y se notaba el respeto que le tenía a su mujer.
Era fin de semana y tenía pensado descansar luego de una semana de estrés. Mi padre no estaba en todo el día por lo que podría estar tranquila y segura en la casa hasta que el llegase.
Lo bueno era que por la noche tendría trabajo en el club y sabría que al volver el estaría dormido.
—Así que... ¿Es atractivo? —Molly me miraba interesada en saber sobre mi jefe.
—Sí, pero está comprometido Molly, además, es mayor.
— ¿Y que tiene eso? Tiene dinero Sky, hola, reacciona amiga. —sacudió mis hombros y yo reí.
—No estoy en condiciones de buscar a nadie Molly, además, Luke es solo mi jefe y lo veo como tal. —Hablé sincera, no tenía intenciones de verlo de otra manera.
La realidad era, que ningún hombre parecía atraerme, estaba segura de ser bisexual, pero tampoco es que las mujeres me volvían loca. Tal parecía ser mi miedo a mi padre que me afectaba en mi vida.
Era triste, era una adolescente de 16 años, se suponía que lo primero que tendría que pensar era en relaciones, diversión, mis gustos. Y en aquel momento lo único que tenía en mi mente, eran las heridas y los golpes que día a día marcaban mi piel.
—Esta noche habrá una fiesta, ¿Vienes? —Yo suspire y negué.
—Tengo que quedarme, sabes que a papa no le gusta. —Mentí.
La realidad era que Molly no conocía mi parte oscura, aquella situación que vivía noche tras noche, donde me volvía la prostituta, la rompe hogares, la muñeca de los hombres y mujeres que asistían en aquel horrible lugar.
—De acuerdo. —Me abrazo con fuerza —Te quiero Sky, nunca olvides lo fuerte que eres amiga. —Me miro a los ojos y me dedico una sonrisa.
—Yo también te quiero Molly —Ella beso mi mejilla y se fue de mi casa.
Suspire al oír la puerta cerrarse, tome la caja de cigarros de mi mesa de noche y encendí uno.
No importa si aquello me mataba lentamente, yo ya estaba muerta en vida...
👀👀👀
No saben lo agradecida y feliz que estoy con ustedes y el apoyo que dieron en el primer capitulo, no pensé que lo estaban esperando tanto.
De verdad son increíbles, me tienen in love 😍❤️
Bueno, nada.
❤️Los amo❤️
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Sky © |lrh| ➋
Fanfiction-Dime Daddy. -De acuerdo, Daddy. -Eres una buena niña, quiero que bailes para mí Sky, baila para Daddy muñeca. Secuela de Jade *Historia terminada y pendiente a corrección de errores* Historia con contenido explícito y temática Daddy Kink, si no...