«22»

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SKY

El auto paro frente a un gran hotel, el mejor de la ciudad para ser exacta. No entendía como Luke me había convencido para seguirlo luego de descubrir mi vida, ese hombre me tenía bajo su poder. Podía joder y hacer mi vida un infierno en tan solo unos segundos y yo, yo solo lo aceptaría con tal de sentir sus manos sobre mi piel.

El bajo y abrió mi puerta extendiendo su mano cual caballero, acepte y baje algo asustada por la cantidad de paparazis que había en aquella entrada.

—Tranquila, no es malo, solo sacan fotos a los más reconocidos. —intento calmarme

— ¿Tu eres reconocido? —un guardaespaldas nos comenzó a guiar y podía oír como varios de los paparazis gritaban el nombre de Luke.

«Al parecer si lo es...»

Al entrar al gran lugar que de encandilada con tanto lujo, aquella entrada de mármol blanco era como la entrada al cielo.

Un hombre elegante se acercó a nosotros y nos entregó un par de antifaces. Ambos nos colocamos y nos miramos, la consigna era llevarla puesta hasta las 12.

—Ven conmigo.

Luke me abrazó por los hombros y comenzó a guiarme hasta la sala donde se encontraba toda la gente importante, sus colegas de trabajo.

Hombres de traje y mujeres con sus mejores ropas y un antifaz en su rostro, estaban presentes en aquel gran, por no decir inmenso, salón. Al parecer las empresas si sabían hacer reuniones.

Lo que sabía del trabajo de Luke es que era dueño de una revista muy importante y él se encargaba personalmente de estar en las sesiones de fotos o incluso en la edición de cada página, era un hombre muy dedicado en su trabajo.

—Hermano. —un joven de cabello rubio y sin antifaz se acercó y lo abrazo, cuando pude verlo bien lo reconocí.

Él se me quedó observando, analizándome de pies a cabeza, ambos nos conocíamos.

—Michael, que gusto verte, ¿Viniste solo?

—Sabes lo que dicen, mejor solo que mal acompañado. —en aquel momento me sentí afectada por su frase. —Un gusto. —tomó mi mano y le dio un delicado beso. —Michael Clifford, trabajo con Luke.

—El gusto es mío. —Le sonreí —Sky Colin.

Ambos nos habíamos visto muchas veces en el antro, el intento conseguirme muchas veces pero jamás lograba ganarle al viejo, nadie lo hacía.

—Oye, ¿Es quien creo que es? —Luke miraba a una persona acompañada de dos mujeres.

—El mismo —comentó Michael —Vino con su mujer y su cuñada, los tres dueños de la compañía Stylinson.

— ¿Quiénes son? —pregunté incrédula.

—Son dueños de una compañía discográfica, tienen una historia muy particular, en especial las gemelas Stylinson.

—Guau. —Hablé algo sorprendida, allí sabía con qué clase de gente me estaba rodeando.

Michael se acercó al hombre y los tres voltearon, al cabo de unos segundos los 3 nos miraron.

—Luke, ven con nosotros. —ambos nos miramos y nos acercamos a los 4.

El hombre de cabello castaño y ojos azules que resaltaban de su antifaz nos miró con una cálida sonrisa. Aquellos ojos dieron un leve golpe en mi pecho, como si algo hubiese despertado en mí.

—Es un gusto. —Su voz rasposa me era familiar. —Niall Horan, es un placer poder conocer al hijo de Hemmings, el gran Luke. —Luke sonrió.

La mujer castaña de su lado me observaba sin expresión alguna hasta que dirigí mi mirada a la suya, aquellos ojos color miel golpearon en mi como un rayo, ¿Por qué aquellas personas me hacían sentir así?

—Es un placer señor Horan, ella es mi acompañante, Sky. —los tres posaron su mirada en mí y un sentimiento acogedor me golpeó, como si aquellas miradas ya las hubiese sentido, como si conociera aquellos ojos.

—Es un placer. —Hablé estirando mi mano la cual el acepto. Su tacto, suave lanzó una electricidad por todo mi cuerpo.

—Sky... —hablo su mujer. Su voz salió dolida de alguna forma al pronunciar mi nombre. —Lo lamento, yo... No quise incomodarte. —Hablo apartando sus ojos de los míos.

—Tranquila, es un placer. —le entregue mi mano y ella la acepto con gusto, nuevamente aquella sensación volvió a invadirme.

—Soy Jade Tomlinson Styles de Horan y ella es mi hermana, Alice Tomlinson.

—Un placer. —les sonreí a ambas, eran muy similares de no ser por sus cabellos, Jade lo llevaba largo y castaño mientras que Alice lo tenía corto y rubio.

—Señor Horan de verdad me gustaría poder tener negocios con usted en Londres. —Habló Luke. —Soy amante de la música y me gustaría que estuviese en mi revista, una edición exclusiva a la música, con muchos de sus artistas en ella.

—Adoro tu entusiasmo Hemmings. —El hombre le sonrió —estaremos en contacto sobre estos negocios joven, esta noche, disfrutemos la velada.

El hombre tomó la mano de su mujer y la beso, se veían demasiado adorables. Mientras tanto, Michael hablaba animado con Alice, parecían congeniar.

Sentí la mano de Luke acariciar mi cintura y lo miré poniendo toda mi atención en él. Me acercó a su cuerpo y descendió su mano lentamente sobre la tela de mi vestido hasta ingresar en la gran abertura en el lado de mi muslo izquierdo.

—Señor Hemmings... —gemí por lo bajo y él sonrió.

—Dime Luke hermosa, me haces sentir viejo. —Ambos reímos y volví mi mirada a sus ojos.

—Lo siento. —El acaricio mi mejilla con delicadeza y me acerco a sus labios.

—Lamento interrumpirlos.... —rápidamente nos separamos y vimos a Michael. —Hay que ir a la mesa para cenar.

Ambos asentimos y yo comencé a caminar, no podía negarlo, deseaba tanto sentir sus labios.

Tenía miedo que dieran las 12, sabía que Michael me reconocería sin mi máscara y le diría a Luke de mí, aunque él ya lo sabía tenía miedo de que marcarán a Luke en su trabajo, no quería arruinar su vida solo por intentar ayudarme.

En la cena no podía dejar de mirar al señor y la señora Horan, algo me sonaba en ellos, no solo sus apellidos, sus voces, sus ojos, su forma al tomar mi mano, todo me hacía sentir una atracción inexplicable hacia ellos.

« ¿Qué está sucediéndome? »

Sky © |lrh| ➋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora