The Teacher's Son [Gay + Adultos]

22. "Tú-Aquí-Ahora"

22.

"Tú-Aquí-Ahora"

POV Omar

Es temprano cuando salgo de casa de Daniela, demasiado para mi gusto. Todo estaba yendo de lujo; nos sentamos en la sala, y me entrego sus apuntes, mientras los leía ella recargaba sus pechos en mi brazo con su rostro a centímetros del mío. Unos pocos minutos de espera fueron suficientes para lanzarme de lleno a besarla, la recosté sobre el sofá y continué besando sus labios y cuello hasta llegar a sus senos, desabroché su blusa buscando tenerlos a mi alcance y sobarlos chuparlos y morderlos a mi antojo.

Ella misma bajó su pantalón y el mío, la tienda de campaña en mis boxers le sorprendió gratamente, por lo que se deshizo en atenciones para que siguiera creciendo. Nos acomodamos para darnos placer mutuamente de forma oral, su lengua jugueteaba por mi herramienta y aunque se notaba que no era una experta lo hacía bien, por mi parte me dediqué a probar y saborear sus jugos, succionando y mordiendo levemente sus labios y clítoris.

El momento era increíble, incluso la luz de la tarde era cálida y reconfortante. Pintaba para una buena sesión de sexo, después de un rato de lubricarla busco en mi chaqueta un condón para por fin consumar el ritual.

-Lo tienes muy grande, no creo que me entre, ¿crees que me dolerá?

- ¿Por qué, te ha dolido antes? ¿Acaso eres estrecha?

-Lo digo porque no sé si lo sea, tú serás el primero.

- ¿Eres virgen?

-Sí, lo soy. –Me confiesa por fin. Puff.

-No lo sabía, pensé que ya... lo habías hecho antes. –Algo dentro de mí me dice que es una mala idea seguir con esto. -Escucha lo siento, pero no puedo hacerlo, gracias por los apuntes te los regreso mañana temprano. Tengo que irme.

- ¿Por qué te vas? Estábamos muy bien, yo creí que te gustaría ser el primero.

-Mira Dany, la primera vez es importante y debe de ser con la persona correcta, yo no lo soy. Espera al chico adecuado, que sientan cariño uno por el otro para disfrutar del momento juntos. Yo solo soy un chico de paso, no merezco ser tu primera vez, espero me entiendas.

-Yo pensé que justo por eso serías el indicado, si lo hacía mal de igual forma no volverías a verme y listo.

-Puede ser. aunque no sería justo para ti, perdón. –Si tan solo me hubiese hecho caso antes, no estaría tan confundido como ahora. Un error más, no gracias.

- ¿Estás enamorado de alguien? ¿Por eso lo dices?

-No, solo estoy aceptando que no soy un buen tipo. Nos vemos en clase.

-Quien sea la chica que este en tu corazón espero que las cosas funcionen. –Alcanza a decirme antes de cerrar la puerta.

Salgo con la mente enmarañada, y un dolor en los huevos que me recuerda lo estúpido que soy. Tomo mi moto y doy unas vueltas por la ciudad sin rumbo fijo, para ver si así mi humor mejora. Después de un rato me detengo al reconocer el lugar al que llegue, la casa de Nerdy.

Con todo esto se me había olvidado que hoy tenía "sesión de estudios". Podría llamarle a Tony para preguntarle sin embargo aquí estoy indeciso entre quedarme y hablar con él o dar media vuelta e irme. Como no he apagado el motor su estruendo se puede oír por todo el lugar. Nerdy debió escucharlo porque se asoma discretamente a través de las cortinas, al verse descubierto se esconde.

Ese detalle tan típico del Nerdy que conozco me hace reír, en el fondo sigue siendo el mismo chico tímido y asustado. Es imposible resistirse ante ello, por lo cual me muestro autoritario y desafiante al hacer rugir el motor con mayor fuerza para llamar su atención. Su lado rebelde hace que no dé señales de haberme entendido. No me deja otra opción que insistir esta vez con mayor ímpetu, tanto que incluso algunos vecinos se asoman para ver de dónde proviene tal escándalo. Esta vez consigo que aparezca con una cara entre nervioso y enojado, con señas le digo "¡Tú-Aquí-Ahora!".

Supongo que eso último termina por fastidiar las cosas, porque cierra las cortinas molesto. En verdad esta faceta suya de broncudo empieza a cansarme. Si quiere jugar al tipo malo, veamos quien gana entonces. Así que una vez más hago rugir mi moto por más tiempo, como lo supuse esta vez consigo que salga de casa para venir a regañarme.

Al acercase me doy cuenta de cuanto ha cambiado en realidad, hace unos pocos meses se habría encogido hecho bolita del miedo al acercarme, ahora es él quien viene a mí para echarme bronca por seguramente interrumpir la paz de sus estudios. Estoy indeciso si esto me da gracia u orgullo.

Está a unos pocos pasos de distancia y para ser francos no sé qué decirle, ya puestos ni siquiera sé porque estoy aquí.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? ¡Molestas a los vecinos con todo ese escándalo! Será mejor que...

-No hay tiempo, ¡sube! –Le interrumpo mientras le ofrezco un casco.

- ¡No! ¿Qué es lo que pretendes?

-Anda, sube, por favor. –No tengo idea de lo que estoy haciendo, pero el salir de aquí me dará tiempo de pensar en algo. Lo que sí puedo decir es que quiero estar un momento a solas con él.

Para mi sorpresa Nerdy toma el casco y se sube a la moto. Por lo que antes de que se arrepienta salgo a toda prisa rumbo a la carretera. Debido la velocidad de la moto esta vez se sostiene sujetándose por mi cintura, mientras que su cabeza la inclina en mi espalda.

A pesar del viento y de mi chaqueta de cuero puedo sentir como mi pasajero se estremece presa del frío y el temor a la velocidad a la que vamos, buscando algo de seguridad sus cálidos brazos me rodean sujetando sus manos en mi vientre, eso y su respiración en mi cuello provocan que más de una vez me distraiga. Con tal de pasar así el mayor tiempo posible tomo la ruta panorámica que además de contar con vistas increíbles es un camino largo y poco transitado, lo mejor es que rodea por completo la ciudad por lo que me dará oportunidad de pensar a donde llevarlo.

Cerca de nuestro destino pienso en dar otro rodeo puesto que estoy a gusto, sin embargo, si lo hago tal vez no tenga la fuerza de voluntad suficiente para regresar. Así que aparco en el estacionamiento y apago el motor. Durante un momento que a mí me parecen horas y segundos a la vez Nerdy permanece abrazado a mí, sin moverse ni hablar siquiera. Tal vez sea que se ha mareado o quizás sus miembros estén agarrotados por el esfuerzo de sostenerse por lo que no hago el intento de zafarme, si no por el contrario espero a que esté listo.

Cuando al fin lo hace se baja con cuidado, no reconoce el lugar así que me ve intrigado, no puedo más que sonreír ante su expresión.