52.
¡A por él!
A modo de compensación por haber salido en la noche con mis amigos, el domingo papá me obliga a ir a desayunar con su novia Elena. Desvelado y medio crudo me doy una ducha fría que no alcanza a despertarme por completo. Para evitar conflictos con ella me pongo una camisa y pantalón planchados que hacen juego con mis zapatos recién lustrados, y claro, las gafas oscuras de Omar y nuestras placas de identificación colgando de mi cuello.
- ¿Por qué traes esos lentes?, ¿de dónde los sacaste? –Me dice papá a modo de saludo en cuanto subo al coche.
-Me lastima la luz, debe de ser por la desvelada.
-Te ves bien, pero no quiero que los uses en interiores.
-Sí papá.
Como era de suponerse el desayuno es en la terraza con vista a los campos del club, por tanto, la luz del sol inunda todo el lugar, lo bueno es que Tania al ser "quisquillosa" exige una mesa con suficiente sombra para cubrirnos a todos, aun así, me sigue molestando el brillo por lo que opto por no ponerme los lentes de aumento, procurando además cubrirme con la palma de mi mano lo más que puedo.
Sin palabras, pero con una mirada crítica, Elena me deja claro que no aprueba mis modos vulgares. Quizá sea porque estoy en la edad de la rebeldía, influencia de la sociedad, porque finalmente estoy descubriendo mi propia personalidad o solo Dios sabe, pero su actitud cada vez me altera y me importa menos.
Para distraerme saco mi celular solo para confirmar que Omar no ha dado señales de vida, lo que significa que sigue enojado conmigo. Mi padre me reprende por utilizar el teléfono en la mesa, situación que aprovecha para darle la razón a su novia sobre lo descortés de mi comportamiento. –Deberías aprovechar el que estas aquí para sociabilizar con jóvenes de buenas familias, con suerte alguno vaya al mismo curso que tú, recuerda que el siguiente semestre entrarás a la escuela de Tania. –Agrega como si nada.
- ¿Entonces es un hecho que me cambiarás de escuela a un semestre de terminar la preparatoria? - Cuando me dio la noticia papá de que cambiaría de escuela lo veía como un futuro tan lejano y disperso que no vi la magnitud de lo que me estaba diciendo, hoy que estoy tratando de definir una relación con mi crush a unas semanas de terminar el semestre siento que el tiempo se me agota y esto no termina de cuajar.
-Sí, va a ser bueno que cambies de aires, y de amistades que no te han dejado nada bueno.
-Mis amigos no tienen nada de malo. –Refunfuño mirando mi plato de fruta sin importarme la reprimenda que ni comentario seguro acarreará.
Al no llegar tal sermón levanto la vista para averiguar el motivo, su atención había pasado de mí a Elena con bastante rapidez enfrascándose entre ellos con una cháchara aburrida. Quien sí me presta atención es Tania, me dedica una media sonrisa para darme ánimos y continua con lo suyo. Cuesta pensar que sea hija de su madre al ser de personalidades tan diferentes. Sin pretenderlo hemos congeniado tan bien que, más que una aliada o amiga se ha convertido en mi hermanita.
-No le hagas caso, tus amigos son geniales no como los míos. ¡Hey, te ves mucho mejor sin esos lentes! ¿Has pensado en usar de contacto? Ayudaría mucho a tu imagen cuando entres a mi escuela. -Tal vez sea unos años menor que yo, pero en definitiva tengo mucho que aprenderle si quiero sobrevivir el próximo semestre en mi nueva escuela. ¡Con lo que odio las presentaciones de inicio de curso!
- ¡Hola! ¿Diego, sigues ahí? –Dice Tania golpeando mi frente con sus nudillos como si de una puerta se tratase.
- ¡Auch! Claro que sí, ¿Por qué haces eso?
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The Teacher's Son [Gay + Adultos]
Novela Juvenil"Lo que ves es lo que soy, Pero no soy lo que crees que ves, Ni lo que ves es todo lo que soy" Diego es chico tímido e inteligente, el favorito de los profesores y que nunca hace nada divertido; algunos como Omar lo califican de nerd. Omar es un tip...