The Teacher's Son [Gay + Adultos]

57. "¡Dime que no es verdad!"

57.

"¡Dime que no es verdad!"

¡No me quiero levantar!, ¡No me quiero levantar y nada podrá impedirlo!

- ¡Levántate flojo! –Grita Omar sacudiendo las sábanas.

- ¡Ggrrr! –Gruño tratando de atrapar la sábana para cubrirme con ella.

-Hay waffles calientes para el desayuno. –Susurra sensualmente en mi oído.

Ante tal promesa me cuesta trabajo resistirme, abro mis ojos poco a poco pues la luz del día me ciega un poco. Cuando me enderezo lo encuentro acomodando su maleta, ahora menos quiero levantarme porque eso significaría que nuestro fin de semana se ha terminado. Pienso en decirle que deje eso y se acueste a mi lado.

- ¡Buenos días queridos! Ya está listo en desayuno. ¿Diego aún no te levantas? Tu amigo ya hasta fue por jugos. ¡Anda arriba! –¡Oops! Qué bueno que solo lo pensé y no lo dije en voz alta. Con un gran bostezo me estiro al levantarme, muy a mi pesar pongo un pie fuera de la cama y luego el otro, ni modos, una vez que mamá ha hablado no puedo rebelarme.

Antes de darme cuenta el desayuno ha terminado, luego, el vecino viene a pasar el día con nosotros. Creo que debo empezar a pensar en Sergio como pareja de mamá, aunque no estoy muy seguro de poder llamarlo "papá".

El programa del día es demasiado tranquilo. Misteriosamente Omar me deja solo con la excusa de que irá a conversar con Hiram sobre motos, me uniría a ellos si no fuera porque no les entiendo nada en absoluto. Iván ha salido con algunos amigos, y no me invitó. Mamá está en la cocina preparando la comida de hoy y adelantando lo de la semana; por lo que le pide a Sergio que vaya al súper por algunas cosas que le hacen falta, este aprovecha la oportunidad para acercarse a mí y pedirme que lo acompañe, no quiero parecer grosero así que accedo. Preferiría quedarme en casa ayudando a mamá, pero el pasar un rato a solas con él también me dará la oportunidad de conocerlo mejor. Con esto en mente conversamos sobre varias cosas durante el trayecto, no dejo de hacerle preguntas para hacerme una mejor idea del tipo de sujeto que es.

Veamos, en resumen; tiene 44 años, viudo desde hace seis, es abogado y trabaja en el área jurídica en una empresa grande, le gusta el rock, hacer ejercicio y ver series policiacas hasta la madrugada, ah por cierto, y aunque creo que sobra decirlo, también es fanático del futbol. Además de Iván tiene más familia, sus dos padres, tres hermanos y una hermana, como seis sobrinos, sin contar con tíos, primos y varios etcéteras; según él en navidad se llegan a reunir hasta cincuenta personas cuando menos, vaya eso suena aterrador y muy genial a la vez.

Una vez en el súper mercado recorremos los pasillos buscando la increíblemente interminable lista de compras. Supongo que lo siento así ya que en casa solo vamos comprando conforme se va necesitando, un día un cartón de leche, otro día la ensalada, la siguiente vez un paquete de pizzas congeladas, etc.

Adicional a lo de la lista el agrega una caja de cereal, arroz inflado sabor chocolate, supongo que es para su hijo, pero no, me confiesa que uno de sus gustos culposos es comérselos con yogurt. Me causa gracia pues a mí también me gusta hacer eso de vez en cuando.

Saliendo del centro comercial una pareja viene tomada de las manos en nuestra dirección, un escalofrío recorre toda mi espina dorsal, y no es porque los conozca sino porque ambos son hombres. Sergio se percata de ellos cuando están a unos escasos cuatro metros de distancia, al verlos exclama.

- ¡Ramón! Mira nada más que espectáculo es ese. ¿Qué no ves que hay niños alrededor? ¡Cuántas veces te he dicho que no te pongas esa playera en público!