4.
Nada más despertar la realidad me golpeo de nuevo, Omar no es un chico con el que te debas enganchar porque antes que otra cosa es un bully, un acosador, un matón y quien sabe que tantas cosas más; si lo que dice mi padre de él es cierto. ¡Mi padre! ¿cómo se lo voy a explicar? Seguro se enfadará e incluso puede que me corra de la casa, no sé cómo vaya a reaccionar. Tantos años ocultándome, cuidándome de que nadie sospeche ni siquiera él y ahora ese tipo viene a desmoronarlo todo.
Sin pensarlo marco el número de Moni, con suerte a ella se le ocurra una brillante idea para sacarme de este embrollo, declino antes de terminar de marcar. Respiro un momento. Y me doy cinco minutos para pensar fríamente las cosas. Omar no tiene pruebas de nada, ¿cómo entonces explicaría lo que pasó?, en todo caso fue él quien hizo todo, y por tanto su propia sexualidad se vería cuestionada. A lo que me lleva a la siguiente pregunta ¿El chico rudo tiene dudas sobre su orientación?, ¿o sólo es una más de sus bromas? De cualquier forma, decido esperar hasta averiguar qué es lo que planea.
Hoy más que nunca me apresuro a llegar temprano a la escuela, si está tramando algo necesito saberlo ya. En los corredores todo parece normal, nadie me señala burlándose, sigo siendo tan invisible e insignificante como antes; claro es temprano y puede que no se hayan enterado todos todavía. A pesar de la aparente normalidad no me permito relajarme ni bajar la guardia, mi paranoia mantiene mis nervios hechos trizas, al sonar la campana del primer cabio de clase y verme inmerso en un corredor lleno de chicos riendo y gritando me hace sentir como si todos supieran lo que paso ayer, incluso creo que voltean a verme para burlarse de mí. Estoy a punto de romperme y soltar a llorar en medio del pasillo, necesito esconderme por lo que me dirijo el armario del conserje, al abrir la puerta me encuentro a Omar fajando con una chica. Me quedo hecho piedra por un segundo y cierro la puerta de nuevo para alejarme lo más pronto posible. No me atrevo a volver la mirada hasta doblar la esquina, nadie me sigue, solo espero que no me haya visto.
Unos metros más adelante es Moni quién al verme saluda con ánimo.
- ¡Buenos días Diego! Hoy me siento excelente, estoy segura de que será un día con muchas y buenas sorpresas. ¿Te pasa algo? ¿qué te hicieron? Espera no me digas, seguro otra vez esa cara dura de chico malo. – Por el apremio de sus preguntas estoy seguro que mi expresión debe de ser de pánico.
-Hola Moni, no pasa nada, solo creí que había olvidado traer el trabajo de investigación para historia, pero acabo de recordar que lo guarde desde anoche. Tu tranquila. – De momento no me sentía con la fuerza suficiente para explicarle que es lo que me sucedía en realidad, menos aún hacerlo en los pasillos de la escuela donde algún oído indiscreto podría estar al asecho, decido contarle después si la situación la ameritaba.
- ¿Seguro es eso?, no me gusta que lo cubras por temor a las represalias, sabes que puedes contar conmigo vale.
-Si lo sé, pero en verdad no pasa nada. Ahora vamos a clase que se nos hace tarde.
-Tienes razón, vamos algo retrasados y alejados del salón.
Las siguientes dos horas pasaron sin incidentes, mi humor también se fue calmando y sin darme cuenta bajé la guardia. En el cambio del tercer periodo nos cruzamos en el pasillo; actué como siempre y me replegué al lado contrario de donde venía tratando de no hacerme notar, no sirvió de nada, igual me dio un ligero empujón para que chocara con la pared. Algunos de los chicos con los que iba se rieron, por mi parte y por primera vez levante mis ojos para buscar en su mirada algún indicio de sus intenciones, esta no mostraba coraje u odio, su expresión era más bien de remordimiento. - ¡Oh, perdona! No te vi- fue todo lo que dijo y me mandó un pequeño y fugas beso al aire. Yo estaba en shock, sus amigos soltaron una carcajada pensando que aquello era una burla más y siguieron su camino. Omar no se detuvo a ayudarme, ni se rio de mí, solo me soltó con tono tajante - "Nos estaremos viendo nerdy"- y siguió su camino como si nada.
Durante el descanso como era ya costumbre busque un lugar discreto y solitario, a estas alturas ya debería saber que ese lugar no existe. Ni dos minutos más tarde se presentó esta vez solo para llevarse sin miramientos mi emparedado y jugo, dejándome en cambio una mirada tierna y un beso al aire, provocándome un dolor de cabeza por la confusión. A partir de entonces lo descubrí viéndome de un modo diferente, ahora me lanzaba miradas tiernas y seductoras, claro siempre y cuando no hubiera alguien que se diera cuenta de ello. Ante los demás seguía siendo un patán conmigo.
Su comportamiento contradictorio me tiene perdido, por ello trato de evitarlo a toda costa. Opto por evitar los vestuarios, lo bueno es que al ser la última clase podría irme directo a mi casa. Mi torpeza en actividades físicas me juega una mala pasada y de nuevo tuve que quedarme hasta completar la rutina. Al terminar solo quedamos un par de chicos y yo, no les hablo, pero tampoco tenían nada contra mi así que me confié, me cambio ahí mientras que ellos se dirigen a las regaderas. Estaba ya por salir cuando me topo o mejor dicho choco de frente con Omar.
Debido al encontronazo pierdo el equilibrio y por poco caigo de no ser porque me sostiene con su brazo. Sin decir una sola palabra toma mi mano y la posa sobre su pecho, siento su corazón palpitar. Al igual que hiciera con la suya la vez anterior, conduce mi mano por su abdomen marcado hasta introducirla en su bóxer, no puedo resistirme a tomar su pene el cual se siente duro e hinchado. Un suspiro escapa de su garganta trayéndome de vuelta a la realidad, aprovecho su distracción para zafarme de su agarre y salgo corriendo antes de que reaccione. No vuelvo la vista atrás, solo me voy.
Pronto pasan las semanas y aunque el incidente de los vestuarios no vuelve a repetirse sus miradas coquetas no desaparecen. Al parecer no le ha dicho a nadie de nuestros "encuentros" ya que no he recibido ningún comentario sobre lo sucedido. Por mi parte también he guardo el secreto, inclusive a mi amiga, ya que quiero tener esto solo para mí.
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The Teacher's Son [Gay + Adultos]
Novela Juvenil"Lo que ves es lo que soy, Pero no soy lo que crees que ves, Ni lo que ves es todo lo que soy" Diego es chico tímido e inteligente, el favorito de los profesores y que nunca hace nada divertido; algunos como Omar lo califican de nerd. Omar es un tip...