The Teacher's Son [Gay + Adultos]

83. "Te juro que no es obsesión"

83.

"Te juro que no es obsesión"

POV Omar

La delgada línea entre el sueño y la vigilia se difumina. De momento, mi mente solo puede recordar el beso en el ascensor.

Mas por costumbre que por ganas, despierto antes del amanecer, listo para salir a correr e ir al gimnasio para comenzar el día, será mejor dejarlo para otra ocasión. Además, Diego se ve tan tranquilo cuando duerme que no quiero despertarlo. Lo cubro con las sábanas para protegerlo del frío de la madrugada, al sentir el movimiento se remueve buscando una posición más cómoda para seguir durmiendo. Intenta boca abajo, boca arriba, sobre su costado derecho, de nuevo boca abajo para terminar de costado frente a mi. No puedo evitar el divertirme verlo así.

Entre tanto movimiento, toma mi mano creyendo que es una cobija para cubrirse con ella al girar de nuevo, esta vez dándome la espalda. Teniendo el mayor cuidado posible, me acomodo para acurrucarnos sin que se despierte. La respiración pausada de un sueño tranquilo se apodera de Diego una vez más, mis párpados, no tardan en volver a cerrarse. Estoy tranquilo y feliz.

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POV Diego.

Despierto sintiéndome relajado, tanto que ni siquiera abro los ojos de inmediato, me contento con disfrutar de la suave y cálida cama. Además, aunque es dura la almohada, tiene un tacto suave y acompasado al respirar... espera... ¿respirar?

Abro los ojos despacio, lo primero que veo es un fuerte pectoral cubierto por una ligera capa de vellos. Me sonrío al recordar lo sucedido anoche. Después de su ultimátum, tardé solo unos segundos en entender que no quería volver a perderlo.

Acaricio lentamente y con suavidad su marcado abdomen, con la yema de los dedos recorro cada línea como si de una autopista se tratase. Pronto se vuelve mi pasatiempo favorito.

-Buenos días lic. –Me saluda una voz ronca mientras me acaricia los hombros y besa la coronilla de la cabeza.

-Buenos días arqui. –Levando la mirada para darle un tierno beso en los labios. –No es que me queje, pero, ¿no dijiste que te escabullirías de mi cama a media noche?

- ¡Ja ja ja! Es curioso que lo menciones, porque, de hecho, estamos en mi habitación. –Desconcertado, observo mejor el lugar. La decoración y distribución del mobiliario es casi idéntico, solo que invertido.

- ¡Oops! –Escondo mi rostro apenado en su pecho. - ¿Qué hora es? –Pregunto.

-Ni idea, pero serán cerca de las 8 de la mañana.

- ¡Rayos! Tengo que correr. –Con gran pesar me levanto de un brinco para recoger el resto de mi ropa.

Tengo puesto el pantalón al igual que la camiseta de tirantes, los zapatos están junto al escritorio, y el saco sobre el sillón, solo me hacen falta la corbata y extrañamente también la camisa.

Omar permanece recostado viendo como hago un desorden al buscar las prendas que me faltan, por suerte, logro encontrar la corbata escondida entre las sábanas. Solo falta mi camisa que no se encuentra por ningún lado.

–Lo siento, pero creo que debes aceptar que la has perdido. Seguro la dejamos aventada en el elevador.

-No seas mentiroso, sabes bien que entramos vestidos al cuarto.

-De todos modos, ¿Por qué la prisa?

-Solo dije que me quedaría un día extra, hoy tengo que presentarme en la agencia, tengo trabajo que hacer.