The Teacher's Son [Gay + Adultos]

67. "Cuenta atrás"

67.

"Cuenta atrás"

25 de diciembre.

No es la primera vez que paso la noche con Omar, y aun así me sigue pareciendo la cosa más extraordinaria el ver su rostro nada más abrir los ojos. Me acomodo sobre su pecho y vuelvo a dormir tranquilo y en paz, este sin duda alguna, es el mejor regalo de navidad.

*Toc toc

- ¡Levántense flojos! ¡Es hora del desayuno! – Pasa tocando y gritando Karla en la puerta del cuarto.

A regañadientes, nos levantamos y bajamos a desayunar, ambos con pants completo a modo de pijama y aún sin peinar. Al parecer es una tradición familiar, pues al encontrarnos en la sala todos están en las mismas condiciones. Luis, que se había quedado a dormir al vernos bajar juntos no para de soltar discretas risitas burlonas, hasta que claro, Omar se da cuenta de ello y lo silencia con una mirada de pocos amigos. Lo bueno es que nadie más parece percatarse. Ajena a todo esto, Karla ya está organizando una serie de juegos y actividades para entretener sobre todo a los pequeños.

Omar al igual que los mellizos no están muy de acuerdo con el programa, seguro ellos hubiesen preferido salir a jugar baloncesto o sentarse frente al televisor y la consola todo el día. Sin embargo, tampoco protestan mucho que digamos.

Nos repartimos indistintamente en tres diferentes equipos, y por primera vez en mucho tiempo, Omar no pudo evitar el terminar separados. Su prima Karla insistió rotundamente en ello. Con forme avanzan las dinámicas me doy cuenta que su intención es no darle a su primo la más mínima ventaja, pues son muy competitivos entre ellos. Confieso que me divierte el verlos pelearse, lo malo es que su prima no lo deja tranquilo ni por un minuto. Por lo que he visto, con su familia se muestra más tranquilo y tolerante que en la escuela, aun así, a este paso no creo que tarde mucho en salir a la luz el mal genio que se carga, solo basta ver que la vena en su sien comienza a tornarse de un color más oscuro.

Esta vez soy yo quien contra ataca. No directamente claro está, más bien, lo hago mostrando mi apoyo hacia él y de vez en cuando unirme a los comentarios jocosos. Como era de esperarse, Omar se divierte con mis "intentos de chico rudo" por lo que la vena delatora va bajando de intensidad poco a poco. Al finalizar los juegos el ambiente festivo no podría ser mejor, por lo menos nadie ha salido enojado, ofendido o herido.

A eso de las cuatro de la tarde finalmente nos sentamos a tomar un desayuno-comida tardía. Los mismos platillos, la misma mesa e incluso las mismas personas, solo que con menos protocolos y formalidades logrando así que de alguna manera se siente mucho más festivo.

Lo malo de toda la algarabía es que las despedidas son más tristes. Tras la comida cada familia pone rumbo a sus respectivas casas, eso sí, no sin antes prometer el estar mucho más en contacto en adelante. Incluso Karla se despide de Omar con un fuerte abrazo y sonoro beso en la mejilla.

-Primo, me alegra que por fin ya hayas logrado controlar tu temperamento, sea lo que sea que estés haciendo, no lo dejes. Te queda mucho mejor ser el tipo divertido que el rudo.

En algo lleva mucho de verdad: Chico malo tiene un aire que a la vez que te aterra, te atrapa y desconcierta; pero como Omar, es alguien de quien no quieres alejarte, es divertido y atento. Lo mejor, es que tengo un poco de ambas personalidades en un mismo novio.

Al llegar la noche la casa se siente vacía, bueno, tan vacía como se puede estar con otras ocho personas más y un perro. Resulta que la abuelita Elisa decide quedarse una temporada más con nosotros para poder disfrutar a sus nietos, Franco y Luis brincan de emoción con la noticia, Omar también se alegra, solo que es más reservado a la hora de expresarse.