The Teacher's Son [Gay + Adultos]

58. "¿En dónde he venido a parar?"

58.

"¿En dónde he venido a parar?"

- ¿Por qué me has traído aquí? No lo entiendo.

-Bienvenido al "Nido del Dragón" –Se mofa de mi extendiendo los brazos al señalar el edificio que conozco bien.

-No seas tonto. Que no ves que no estoy de humor para tus bromas.

-Pues yo creo que justo es lo que necesitas.

De su llavero escoge una que abre la puerta principal, de la estancia a mano izquierda se encuentra la puerta de acceso al gimnasio, a la derecha otra puerta cuyo interior aún no he visto y enfrente, una tercera puerta. Es precisamente esa la siguiente que cruzamos, del otro lado un amplio cubo de escaleras conduce a los pisos superiores. Dejamos las maletas de ambos en el descanso del primer piso, justo al lado de la única puerta que hay, desde dentro llegan a nosotros un gran estruendo, gritos e insultos provenientes de varias personas. Unas garras arañando la puerta me dice que hasta el perro desea abandonar el lugar.

Al contrario de mí Omar respira aliviado. - ¡Ah! Están de buen humor ¡Se me había olvidado que era hoy!

¿De buen humor? Si esto es un buen momento no quiero ni imaginarme como será uno malo. Instintivamente doy tres pasos atrás pensando ¿En dónde he venido a parar?

Con una amplia sonrisa gira el pestillo de la puerta, nada más abrirla Rex ladra y se acerca moviendo la cola, olfatea por un segundo a Omar y se pasa de largo hasta donde estoy. Pasa su trompa tallando mi pierna a manera de saludo, le correspondo rascándole detrás de la oreja, más contento regresa al interior de donde viene corriendo un frenético Franco gritando a todo pulmón. - ¡Dieeegoooooo! –Al ver que no tiene intención de frenar me preparo para recibir su tacleada.

- ¡Hey! ¿Qué te he dicho sobre correr en las escaleras? –Lo reprende su hermano mayor.

-Lo siento. –Se disculpa mientras me jala al interior de la casa.

Una acalorada discusión doméstica, sartenes, platos, sillas, cualquier otro objeto volando de lado a lado de la estancia es lo que espero encontrar; no a un grupo de hombres sentados en una amplia y cómoda sala frente a un enorme televisor disfrutando de un partido de futbol americano. Grandioso, otro deporte del que no entiendo absolutamente nada.

Al estar de espaldas a la sala no alcanzo a distinguir a los presentes hasta que nos acercamos más y los rodeamos para saludarlos. Como era de suponerse Luis esta entre los asistentes, al verme entrar con la mano de Omar en mi espalda a la altura del hombro izquierdo pone cara de "Ja, los he pillado". Tendré que pensar en algo convincente que decirle o no me lo quitaré nunca de encima.

- ¡Miren nada más a quien tenemos aquí! Pero si es el pequeño Diego en persona, veo que ya encontraste la casa. -Me saluda Héctor medio enderezándose del sillón para estrechar mi mano.

- ¡Hey chicos llegan a buen momento! ¿Gustas un refresco o quizá una cerveza? –Pregunta Mike mientras va por las bebidas. -A ti no hace falta que digas nada, tienes cara que necesitar una cerveza. –Esta vez se refiere directamente a mi novio.

-Ahm, refresco está bien, gracias. –Alcanzo a contestar tímidamente.

-Sí tío, te la agradecería bastante. –Responde Omar haciéndose el mártir, aunque después de lo sucedido supongo que la necesita.

- ¿Cómo les fue de viaje chaval? – Me saluda sentado en un elegante sillón reposet muy serio, con el ceño fruncido y mirada interrogante el coach Saúl.