63. "Luau"

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63.

"Luau"


- ¿Qué es lo que haces aquí Saúl? – Espeta mi padre.

-Mira nada más, pero si es Max, ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Cómo has cambiado! Qué bueno saludarte viejo amigo. –Sip, de tal padre, tal hijo. Conozco al mío como para saber que eso solo lo alebrestó en lugar de apaciguarlo.

- ¡No estoy para jueguitos tontos! Respóndeme.

-Vine por nuestros hijos, obvio.

- "¿Nuestros hijos?"

-Así es, mi hijo Omar, mi sobrino Luis y, por tú hijo Diego, quien se está quedando con nosotros actualmente.

- ¿Cómo puedes solapar que en tu casa sucedan esas cosas?

-No seas tan aguafiestas Max, mira. –Se acerca a él en un gesto de confidencialidad. – Te parece si mejor lo discutimos con calma mañana frente a una variada parrillada en la casa. ¿Sí recuerdas dónde está el gimnasio cierto? Además, no creo que ni tú ni yo podamos hacer algo para impedirlo, estas cosas a veces pasan y a nosotros solo nos queda apechugar y apoyarlos.

- ¿Desde cuándo te has vuelto un blandengue? ¿A caso no te enfurece las atrocidades de esos dos? ¡Oh ya veo! La escoria de tu hermano te ha lavado el cerebro, contagiado a tu hijo y ahora va por el mío. Es eso lo que pasa.

Mike, que hasta el momento permanecía en silencio avanza para hacerle frente a las acusaciones de mi padre. -Por favor, te solicito que no vuelvas a decir esas cosas. –Sus palabras son educadas, pero deja muy en claro que no está nada calmado. El coach con disimulo le pone un brazo enfrente para detener su avance, aun cuando el mismo aprieta la mandíbula y los puños, cualquier chispa de uno u otro lado podría dar inicio a una guerra campal.

- ¿Por qué no mejor pasamos a tu oficina y charlamos con más calma, y en privado? –Sugiere el coach tratando de mantener el orden, ya que el volumen alto de voz utilizado por papá empieza a llamar la atención de otros padres que esperan hablar con el director.

-Solo asegúrate que tú hijo se aleje del mío, no es más que problemas. –Responde esta vez en voz baja amenazadoramente.

- ¡Señores Gallardo! Qué bueno que los veo, justo quería intercambiar unas palabras con ustedes, así mismo ofrecerles una disculpa por los inconvenientes que les hemos hecho pasar. Pasen por aquí de favor. –Interrumpe detrás de nosotros el director, haciendo caso omiso de la tensión palpable en el ambiente, toma del hombro al papá de Omar y conduce a ambos hermanos a un cubículo desocupado. –Profesor Sayas, creo que ya hemos terminado por aquí. Alguien se comunicará con usted la próxima semana para tratar a mayor detalle su trámite, así que buena suerte y hasta luego.

Con semejante desplante no le queda más remedio a mi padre que dar media vuelta, firmar su salida y retirarse con altivez, no me dirige ni siquiera la mirada al pasar junto a mí. No así con Mike, a quien adrede, choca su hombro contra él al salir del lugar.

¿Hasta dónde podría llegar con tal de hacerle daño a Omar? Un oscuro pensamiento cruza de pronto por mi mente ¿Habrá sido él y no Alan quien orquestó todo el engaño? No, quiero creer que no caería tan bajo como ponerse en riesgo él mismo y a otros solo por cumplir su venganza.

Más allá, nos encontramos con los padres de nuestros amigos, algunos molestos y otros aliviados con la resolución del director. Un sentimiento de culpa y pesar me asalta al darme cuenta que para el señor Rodríguez las quejas y dolores de cabeza aún no terminan. Lo más discretamente que podemos intentamos escabullirnos.

The Teacher's Son [Gay + Adultos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora