37:cántico de muerte

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A la mañana siguiente ya todos se habían ido a sus casas.
Todos se habían quedado allí a dormir,y al amanecer despertaron y todos se fueron excepto Nagisa y Haru.
A eso de la una de la tarde,Haru se encontraba hablando con Nagisa,como de costumbre,de sus cosas.
-Ay,Haru-chan,anoche volví a tener relaciones con Rei-chan,¿puedes creerlo?
-Sí,ya me contó Rin que se os oía.Creo que anoche mojamos todos.
-Bueno...-Nagisa empezó a sonrojarse-creo que no está tan mal,ya empiezo a acostumbrarme.Ah,por cierto,no vas a creerlo.¡Rei-chan me ha pedido salir!Esta tarde vamos a ir a la playa y vamos a nadar juntos.
-Vaya,cuánto me alegro.Fíjate,y tú al principio que no buscabas amor...
-Ya,pero...Rei-chan es tan genial...no me imagino una vida sin él.
-Eso es el amor,Nagisa.Es tan agradable poder estar con quien quieres que...agh,no puedo describirlo.
-Bueno...¿hoy no sales con Rin-chan?
-No,es que tenía cosas que hacer.Pero no pasa nada,tenemos más días.
-Sí,es verdad.

Tras esta conversación,ambos se dirigieron a la cocina para empezar a preparar la comida.
Haru,como siempre,su plato de caballa friéndola de diferentes modos,y Nagisa,un tazón de ramen instantáneo.

...

El día pasó,lenta pero tranquilamente.Al final llegó la noche,y tanto Haru como Nagisa estaban en sus camas,durmiendo.
Pero Haru no podía dormir,cientos de pensamientos le asolaban la cabeza,y por mucho que lo intentara no era capaz.
Cansado,miró hacia el techo,seguía sin poder dormir bien.
Nada le preocupaba en ese momento,pero le era imposible.
Finalmente,se levantó de la cama,se vistió con una chaqueta y un pantalón corto,y se puso en pie.
-Bueno-pensó-daré un paseo,igual me despejo un poco.-Y así,Haru salió de casa un rato y empezó a caminar.

Nada más salir del edificio,Haru miró a su alrededor.
El aire fresco llenaba sus pulmones,el cielo no tenía nubes,dejando a la vista un montón de bonitas estrellas,y la luna,que estaba llena,iluminaba las calles con su luz tenue.
Haru se fijó en la calle,concretamente en la playa,que tenía al lado.
No había ni un alma en ella,y el agua estaba en calma.Pensó que se estaría bien agusto allí.
Haru no dudó,y decidió acercarse a la playa.Miró a su alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca,y como así era,avanzó hasta la orilla.
Se quitó los zapatos,y dio unos pasos hasta dentro del agua.
Sentía el mar acariciando sus tobillos,y era una sensación muy agradable.Después se sentó,de rodillas en la orilla pero dentro del agua,que apenas le cubría más allá de las piernas.
Entonces,cerró sus ojos,y empezó a notar como su cuerpo empezaba a cambiar.Cómo sus piernas se unían en una,de sus brazos salían aletas,y su cuerpo empezaba a recubrirse con escamas.
Abrió los ojos,y vio su cuerpo de sirena ya transformado.Pensó en nadar un rato,pero no le apetecía.
En lugar de eso,hizo otra cosa que también le encantaba.
Muchas cosas le vinieron a la mente,y empezó a entonar su bello cántico de sirena...

-"Take me down to the river bend...
take me down to the fighting end...
wash the poison from off my skin
show me how to be whole again...
Fly me up on a silver wing
past the black where the sirens sing...
warm me up in a nova's glow
and drop me down to the dream below...
Cause I'm only a crack,
in this castle of glass...
hardly anything there,for you to see...
for you to see..."🎵
-¿Haru?

Haruka se dio la vuelta,cesando su canto,alarmado por que le sonaba aquella voz.
Detrás de él estaba Rin,que le estaba mirando con asombro.
-Haru,¿eres tú?
-¡R-Rin!...

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