CINCUENTA

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Amy.

¿Sabéis ese momento incómodo de encontrarte a alguien quien no te apetece ver y encima ir al mismo sitio? Porque con Zael no tenía otra opción.

Se suponía que vine aquí para relajarme y olvidarme de mi problema con Zuro, pero, ahora, me sentía rara con Zael y quería alejarme un poco de él para aclararme el por qué ahora me estaba comportando tan raramente. Pero eso no es todo, tampoco es que Didi y mis compañeras de trabajo me ayudasen mucho, porque una vez que nos adentramos en las aguas termales me declarararon una guerra mundial de preguntas que ni yo sabía responderme a mi misma, con lo cual, lo único que consiguieron fue que saliese del agua y me fuese de allí realmente incómoda, para colmo, cuando salí de allí me choqué de frente con Zael que encima hizo que se me cayera la toalla.

Genial.

Me apreté a él para que no me viese desnuda, pero... menuda tontería ¿no? Ya me había visto un par de veces sin nada, aún así fue un acto reflejo.

-¿Te has hecho daño?- me preguntó abrazándome contra él mientras recogía la toalla.

No le contesté, su mano que estaba acariciando mi espalda hizo que me quedase muda y que la sangre se me subiera a la cabeza.

-Amy, en serio, ¿estás bien?- me colocó la mano en la frente, seguro que fue al verme tan roja- estás ardiendo- dijo sorprendido.
-Habrá sido el agua, se me habrá subido a la cabeza- decidí contestar, tampoco debería estar siempre callada.

Se limitó a reírse y yo suspiré un poco más calmada.

-¿Te ha gustado la experiencia?- me preguntó mientras comenzó a caminar.
-Me hubiese gustado más si hubiesen estado todas en silencio...- dije rodeando los ojos al recordar todas las preguntas que me dijeron.

Él sólo sonrió.

-¿Y tú?- le pregunté- ¿también te han dado la charla?- le miré de reojo.
-Ha estado bien, de no ser que de repente me sentí como un candelabro- sonrió.
-¿Qué?- dije sorprendida, no será que...
-Comenzaron a liarse y pues les dejé intimidad- se encogió de hombros.

No salí de mi asombro.

-Al menos he tenido la buena suerte de encontrarme contigo al salir- dejó caer.

Volví a mi estado el rojo y miré al suelo.

Habíamos llegado a la habitación y nos quedamos los dos parados frente a la puerta...

-Amy, necesito hablar contigo...- dijo sujetándome del brazo mientras me llevaba hacia el interior de la habitación. Cerró la puerta y se colocó frente a mí.

Juraría que oía sólo nuestros latidos ante tanto silencio.

-Amy, esto puede ser muy raro, pero, no me lo puedo aguantar más- me apretó de las manos y le miré a los ojos- te quiero Amy- le miré sorprendida- te quiero lo que jamás pensé que podría querer a alguien...- siguió hablando- sé que dijiste que éramos amigos con derecho por lo que pasó en aquel entonces, de hecho yo también pensaba que era así, pero a medida que han pasado los días me he dado cuenta de que no, ¿sabes por qué?- negué con la cabeza- porque no hay día que deje de pensar en tí, porque cada vez que te veo me dejas hipnotizado y porque me he dado cuenta que le has dado vida a algo que pensaba que estaba muerto por tanto daño y decepciones- guió una de mis manos hacia su corazón temblorosamente y tragó saliva- me haces sentir como en una nube, me haces felíz, me haces...- volvió a tragar saliva, su cuerpo temblaba, se le notaba a la perfección que estaba muy nervioso.

Le coloqué mi dedo índice sobre sus labios para que no dijera nada más, este me miró sorprendido y con un brillo que nunca había visto en sus ojos, me abracé a él.

-Me lo has dejado claro- le dije entre risas para que no hubiera tanta tensión entre nosotros.

Suspiró y me abrazó fuerte contra él.

-¿Sabes?- comencé a hablarle- nunca me había sentido de una manera tan rara delante de una persona- hice una pausa- y menos me ha provocado esas mariposas en el estómago como lo haces tú con tu sola presencia- sonreí- provocas que mis estados emocionales se mezclen entre ellos por cada caricia o roce tuyo y eso nunca me había pasado- suspiré- no sé lo que significa, pero mi corazón también late con demasiada rapidéz cuando estoy a tu lado...

Se apartó del abrazo y me miró de nuevo a los ojos.

-Se podría decir que también siento lo mismo que tú- sonreí finalmente.

Abrió los ojos emocionado y se le formó una preciosa sonrisa la cual hizo que me volviese a sonrojar.

-Entonces...- me besó la frente-¿te gustaría salir conmigo?

Asentí con la cabeza.

-No sabes lo felíz que me has hecho- sonrió para después elevarme por los aires en un abrazo y tumbarme sobre la cama para plantarme un dulce beso en los labios.

Mamá, tenías razón, mirar a través de la ventana te puede ofrecer vistas maravillosas, pero también te puede entrar un chico y cambiarte la vida por completo.

Vomitando arcoiris modo on.

¿Qué os ha parecido?

Todo muy bonito, pero agarraos personajes que vienen bastantes curvas y no queremos acabar lesionados, ¿verdad?

Bueno pichones... Espero que os haya gustado :3
Nos vemos!!!!

A través de la ventana [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora