SESENTA Y TRES

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Sanji.

—¿Cuántas veces?— le pregunté a Zuro ya que vi que Ferlu había comenzado con su castigo.
—Tu tendrás otro castigo— me miró fríamente.

Tragué saliva, pero en teoría me lo imaginaba, lo mío iba a ser peor.

Me obligó que me sentase sobre una butaca delante de aquella pequeña máquina del terror.

—Elige una que no vayas a hechar de menos— me señaló la mano con la mirada.

Respiré profundamente y elegí el dedo meñique. Zuro colocó mi mano dentro del aparato y colocó una pinza en la uña de mi dedo meñique.

—Que no se me olvide la sal— dijo Zuro seguramente pensando en voz alta.
—¿Qué...— no me dio tiempo a decir nada más, Zuro apretó aquel botón y de mi boca sólo salió un grito ensordecedor provocado por el dolor.

Neol.

—Estoy muy nervioso— le dije a mi hermano.
—Joder, que sólo es una pedida de matrimonio no el fin del mundo— rodeó los ojos.
—Pero, ¿y si me dice que no?— comencé a preguntarle— ¿Y si sale mal?, ¿y si es demasiado pronto?, ¿y si...— me tapó la boca.
—¿Y si nos relajamos un rato?— propuso— que al final el quien se va a poner nervioso soy yo y no tengo nada que ver.
—No sé qué hacer... ¿me espero a que pase otro año?— realmente estaba muy confundido.
—¿La quieres?— me preguntó y yo asentí— ¿Y ella a tí?
—Supongo que si...— dije frotándome el brazo.
—Ya te aseguro yo que si, porque no te imaginas la de veces que habla sobre ti y lo enamorada que está cada vez que quedamos con ella— puso los ojos en blanco.

Sonreí.

—Así que tranquilízate de una vez y ponte en marcha con el puto plan, porque después de dejarme la cabeza como un bombo con ello desde hace cuatro meses ya me jodería que ahora no lo hagas— dijo cabreado.

Me reí.

—Sal ya del puto coche cabezón— me dió un empujón— que al final me has puesto nervioso.
—Vale dama de honor, tranquilícese— me reí— ya salgo— le saqué la lengua.

Volvió a rodear los ojos mientras sonreía y esperó a que saliese para arrancar e irse de allí.
Ahora llegó la hora de la verdad.

A estas horas ella estaba trabajando en el Meid Caffe, así que tenía tiempo para prepararlo todo.

Como ella me dijo un día, su llave de repuesto se encontraba debajo de un gnomo de jardín que tenía en la entrada de la casa, así que la cogí y abrí la puerta. Al entrar me dirigí corriendo hacia su habitación y tiré por el suelo los materiales que había traido conmigo.

Inflé globos de corazón con helio para que estuviesen repartidos por el techo alrededor de la cama, inflé más globos de corazón dejándolos por el suelo, mi intención era rellenar todo el suelo, pero al mirar la hora decidí que con los que había estaba bien. Después coloqué el oso de peluche que le había comprado sobre la cama y entre sus patas realicé un gran corazón con pétalos de rosa colocando después dentro un sobre donde había una nota: "¿Te quieres casar conmigo?".

Tras esto me dirigí hacia la puerta de la entrada y desde allí hasta su habitación le hice un camino con pétalos de rosa colocando después alguna que otra vela al lado del camino para alumbrarlo.

Miré la hora de nuevo, quedaba menos de cinco minutos para que llegase a casa y corriendo recogí lo que sobraba y me escondí para que cuando entrase no me viese.

Apreté la caja donde se encontraba el anillo con fuerza mientras respiraba profundo para tranquilizarme. El corazón me latía a mil.

Se escuchó las llaves y la puerta abrirse.

—¿Hola?— fue lo primero que dijo tras cerrar la puerta.

Me asomé para verla y allí estaba en el comienzo del camino de pétalos de rosa mirándolo algo impresionada. Entinces dejó sus cosas por el suelo y siguió el camino, sigilosamente la seguí por detrás hasta que llegó a la habitación. La vi taparse la boca seguramente impresionada y entró dentro y yo tras ella sin hacer ruido.

Entonces cuando llegó a la cama cogió la carta y la abrió.

—¿Te quieres casar conmigo?— leyó en voz alta.

Me coloqué tras ella y cuando se dio la vuelta se tapó de nuevo la boca mirándome emocionada.

Me saqué la caja del bolsillo y me arrodillé ante ella mirándola con todo el cariño y amor del mundo y después abrí la caja dejando ver el anillo de plata.

—Neol...— dijo entre lágrimas— ¿Por qué?— me preguntó aún emocionada.
—Lo he estado pensando mucho y mi vida no sería nada si no te tengo para compartirla junto a ti — le dije con sinceridad.

Ella se arrodilló para estar a mi altura.

—Vilma Oddet ¿te quieres casar conmigo?— dije nervioso.

Ella asintió con la cabeza sin dejar de llorar.

—¡Si!— gritó finalmente.

Saqué el anillo de la caja y se lo coloqué en el dedo correspondiente con delicadeza, tras esto ella se abalanzó sobre mi haciendo que acabásemos tumbados en el suelo, fundidos en un abrazo.

—Te amo— me susurró.
—Yo más— ella levantó la cabeza para mirarme y le di un profundo beso en los labios el cual correspondió a la perfección.

Este es y será el día más felíz de mi vida.

QUE UNO DE MIS BEBÉS SE NOS CASA 😭😭😭😭😭😭

He llorado literalmente, osea, después de sus malas rachas con las relaciones por fin ha dado con su media pera y ahora se nos casa.

Ay, qué rápido crecen y se van del nido...

Bueno, ¿qué os a parecido? ¿estáis llorando igual que yo? XD

Pues eso, espero que os haya gustado y que le deis mucho amor :3

Nos vemos!!!

ATT: Mali 💜

PD: Perdonadme por haceros esperar 😓❤

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