Amy.
Se suponía que esto era para relajarme, se suponía que no le vería el careto a ciertas personas durante una semana, pero parece ser que la suerte no está de mi parte, es más, creo que me ha abandonado directamente.
Ya nos quedaban pocos días para irnos de nuevo a nuestras casas, cosa que no quería porque eso sería volver a ver a mi hermano y demás y desde luego me apetecía bien poco, más bien, nada.
Estuvimos la mayoría del tiempo en la aguas termales, con el frío que hacía tanto dentro de la casa como fuera, casi siempre estábamos metidos en el agua calentita, después, o algunas veces comíamos fuera para visitar los alrededores o nos quedábamos en casa y el cocinero nos cocinaba.—Ya mismo nos vamos y aún no hemos ido a ninguna fiesta— dijo Didi algo aburrida y decepcionada.
Estábamos todos reunidos en el salón repartidos por los sofás y tapados hasta la cabeza con mantas, más la faldilla del brasero, por no deciros que también estaba el aire acondicionado puesto en aire caliente, una estufa y un radiador.
—Cierto, pero, hace mucho frío — dijo Marla apegándose contra Vilma.
—Ya sabemos que hace frío— rodeó Didi los ojos.
—Diana tiene razón— dijo Nami— dijimos de ir de fiesta y apenas hemos salido de casa— se rió un poco.Me dio un escalofrío y Zael se abrazó más contra mí dándome un beso en la cabeza.
—¿Quieres otra manta?— me susurró al oído.
Asentí con la cabeza.
Dato, si en vuestra casa no hay mantas, venid a esta, porque aquí salen las mantas incluso debajo de las baldosas del suelo.
Zael me tendió la manta sobre mi y se acurrucó a mi lado abrazándome más fuerte.
—Dios Amy, tienes alguien que te da calor...— se quejó Tony— danos la manta a nosotros— dijo tapándose por debajo de los ojos.
—No os quejéis por mantas, porque aún nos quedan— se rió Zael.
—No sé de dónde sacáis tantas mantas— dijo Vilma algo sorprendida.
—No sé de que te quejas Tony, si tu también tienes a alguien que te de calor— miré de reojo a Diol que estaba a su lado y este se sonrojó.
—Entonces, ¿que hacemos con la fiesta?— dijo Didi castañeando un poco los dientes.
—Oí que mañana se inaugura una nueva discoteca por aquí— dijo Nami pensativa— podríamos ir, habrá mucha gente, así no pasaremos frío— se juntó junto a Vilma.
—¡Guay!— dijo Marla.
—Pues mañana sin falta fiesta, que de tantas aguas termales parezco una pasa— dijo Tony por lo que nos reímos todos por su comentario.Seguimos el resto de la noche hablando sobre nuestras cosas incluso hicimos una ronda de chistes los cuales la mayoría eran malos, pero aún así nos reímos.
Poco a poco acabamos todos fritos en los sofás.
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—Amy— susurraron mi nombre.
Fruncí el ceño y abrí un ojo.
—Amy despierta, se nos ha hecho tarde— era Diol quien me estaba hablando.
Me encontraba sola en el sofá rodeada de mantas.
—Son las nueve Amy, vístete que nos vamos a la fiesta— me dio un beso en la frente.
¿Tanto había dormido?
Me levanté con lentitud enrollándome con tres mantas a la vez y me dirigí hacia mi habitación para coger mi ropa e irme a la ducha, ya que escuchaba de fondo los tacones de las chicas.
Tuve valor de quitarme las mantas de encima, dejarlas sobre la cama y salir corriendo hacia el baño con la ropa que me iba a poner para la fiesta entre mis brazos. Sin mirar entré al baño cerrando la puerta con pestillo y me encontré de frente a Zael saliendo de la ducha.
—Oh, dios, lo siento— dije avergonzada tapándome los ojos.
—No tienes de qué avergonzarte bella durmiente— me besó la frente— no es la primera vez que me ves así— sonrió a carcajadas.Salió del baño con una toalla puesta en su zona baja y me dispuse a ducharme con rapidéz que ni el segundo en un cronómetro fue más rápido que yo en aquel momento.
Al salir, me sequé rápidamente y me coloqué mi ropa interior para después vestirme con unas medias negras con pelo por dentro, un vestido blanco y negro ajustado al cuerpo, mis botines negros de tacón, un poco de maquillaje y... Lista.Salí del baño y me dirigí hacia mi habitación para coger mi abrigo negro de pelo.
—Wow chica, vas a romper la discoteca— dijo Tony al verme.
Me sonrojé por su comentario.
Todos estaban allí ya preparados, cogí mi bolso y salimos de la casa.
—Estás preciosa — me susurró Zael al oído aprovechando que los demás iban por delante.
—Tú también estás muy guapo— le elogié, realmente, me dieron ganas de volver a entrar en la casa y quitarle la ropa.Esta vez fuimos andando, ya que pareció ser que la discoteca pillaba cerca de casa.
Algún que otro coche que se dirigía hacia la discoteca nos pitó y nos lanzaba o piropos o alguna que otra burrada.
Finalmente llegamos a la discoteca, entramos y como era de esperar todo estaba lleno.
No pasaron ni cinco minutos que estaba pidiendo mi copa junto con Diana cuando alguien se chocó contra mí.
—Perdón— se disculpó tocándome el hombro.
Me giré para contestarle que no pasaba nada, pero al verlo, no me lo pude creer y por lo que vi en sus ojos de asombro tampoco se lo creyó él.
—¿Amy?— me dijo entre una mezcla de ilusión y tristeza.
¿A quién creéis que se ha encontrado?
Os aviso que todo a partir de ahora va a ser diferente...
Hasta luego pichones!
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A través de la ventana [RESUBIENDO]
Novela JuvenilNunca llegó a pensar que alguien que entró por su ventana, le haría sentirse tan confusa con ella misma. Sexo, palabras de amor, juramentos, confusión, desilusiones... pero, ¿por qué siempre él estaba en su cabeza? Descubre cómo aquel chico que entr...