¿Tú Eres Mí Luna? (Editando)

Capitulo 4

Apreté la mochila en mí hombro y entré.
Todas las miradas estaban fijas en mí, era una escuela enorme ¿por que todos me miraban?

*Tiraste todas las bicicletas con un Apolo ¿qué esperabas?*

Dijo la odiosa voz en mi cabeza.
Zac me rodeó por los hombros. Maldito traidor se había ido corriendo como la vil rata que era.

- ¿Dónde te diriges?

Me pregunto mientras recibía una de mis mejores miradas.

- A la dirección.

- Vamos.

Empezamos a caminar hacia allá, Zac se quedó afuera esperándome mientras yo me acerqué a la secretaria que estaba mirando  la computadora frente a ella.

- Ammm.

Dije para llamar su atención pero ella me respondió mostrándome su mano mientras su vista estaba fija en la computadora.

- Tarde, entra el director te esta esperando.

- Gracias.

Entre en el siguiente salón donde un hombre mayor estaba ojeando papeles alzó la mirada cuando entré.

- Señorita Collims.

El hombre regordete hablo con simpatía.

- Director.

- Tengo la agenda muy apretada así que aquí esta su horario y las llaves de su casillero. Me las dio y se concentró de nuevo en los papeles -Antes de que se valla por entrar tarde tiene que hacer un deporte o unirse a un club para tener puntos extras.

- Claro.

 Me dio un montón de folletos.

- Esos son los clubes y los deportes disponibles.

Me señalo la puerta para que me largara rápido.

- Gracias.

Los tomé y salí de hay, Zac ya no estaba afuera así que mire el horario,salón 1.a clase de biología,

Solté un suspiró y me dispuse a caminar tratando de encontrar el salón.A ver Victoria no debe ser difícil encontrar un simple salón.

Corrección, si era difícil. esta escuela era enorme;llena de pasillos, puertas y casilleros. Cuando pude ubicarme un poco le di un vistazo al horario cuando algo se impactó contra mí haciéndome tambalear cerré los ojos para esperar el golpe pero algo me tomo de la cintura para que no tocará el suelo abrí los ojos y me encontré con los mismos ojos azules.

- Creo que deberíamos de estar tapándonos así. Hizo una sonrisa arrogante y me ayudó a acomodarme. -Eres un poco torpe deberías ver por donde caminas.

Maldito arrogante del demonio, bastante tenia con estar perdida como para que este idiota me dijera torpe.

- ¿Qué dijiste?

 Trate de no sonar indignada pero falle monumentalmente haciendo que su sonrisa se ensanchara.

- No creo que quieras que lo repita preciosa.

 Dijo cruzándose de brazos para después levantar una de sus cejas, haciendo que la rabia se incrementara.

- Primero que todo no me digas preciosa y fue culpa tuya tú eras el que venía como un...

- Adiós voy lo bastante tarde como para distraerme contigo. Dijo serio.-Nos veremos más tarde para que termines de sermonear.

 Sonrió y empezó a caminar. dejándome ver su espalda y su postura arrogante.