capitulo 50

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Los ojos de la chica rizada que estaba enfrente de Victoria no se quitaban de mi, saque a Magnus de la parte trasera del auto.

- ¡HIJA!

Grito una voz femenina, la madre de Victoria la estaba abrazando con mucho entusiasmo, su padre me miraba atentamente, sus facciones eran inescrutables, me acerque a Victoria cuando su madre la dejó de abrazar.

- O Alex querido mucho gusto verte.

Dijo su madre entusiasmada.

- Es un gusto también para mí señora Virginia.

Rodee a Victoria por la cintura, su padre soltó un gruñido cuando hice esto.

- Dime Virginia, señora me hace sentir vieja.

- Claro Virginia.

- Ernesto ven a saludar a tu hija y a su adorable novio.

Esto se veía muy extraño, la última vez que los vi me querían degollar, el señor se acercó a nosotros a regaña dientes le dio un beso a Victoria seguido de un hija y a mi me dio un abrazo muy frío seguido de un frío Alex.

- Entren chicos hicimos un almuerzo solo para ustedes.

Tomo a Victoria del brazo y la empezó a jalar, su padre me miró con desaprobación y empezó a caminar detrás de Victoria y su madre, iba a empezar a caminar cuando algo me rodea el brazo, la hermana de Victoria.

- Hola mi hermana es un poco descortés siempre a sido así, no nos presento mi nombre es Luciana soy su hermana menor.

Esta chica era una sopa de olores, sentía un montón de olores en ella.

*Puta*

Me dijo la voz de Max yo no pude evitar reírme.

- Eres muy guapo.

Se apretó contra mi brazo.

*Y tú muy puta*

- Gracias.

Magnus empezó a jalar de la correa, dirigiéndose hacia unos arbustos ladrando su cuerpo estaba totalmente erizado

- Seguro es una ardilla.

Eso no era una ardilla su olor era más fuerte que el de una simple ardilla, Victoria miró hacia nosotros.

- ¿Todo bien amor?

Ella solo me decía así cuando estaba celosa, le sonreí divertido, ella miraba furiosa el brazo aferrado de su hermana.

- Claro gatita.

Emprendimos el camino de nuevo, pronto entramos a la enorme casa la cual era lujo y más lujo.

- ¿Te gusta? Deberías ver mi habitación es lo más hermoso de toda la casa.

Me dijo emocionada, Victoria se volteó furiosa y me tomo del otro brazo.

- Lo siento pero Alex y yo nos queremos instalar antes de comer.

Me halo del brazo, solté a Magnus el cual salió corriendo escaleras arriba como si está fuera su casa, salimos de la casa y nos dirigimos al auto abrí la cajuela ella se sentó en el borde y yo empecé a sacar las maletas.

- Es una perra.

Yo sonreí.

- Es tu hermana.

- Eso no le quita lo perra.

- Es toda una sopa de olores.

- ¿Sopa?

- Se nota que se a estado acostando con muchos chicos esta semana.

Ella sonrió con esa sonrisa malvada que hace cuando tiene una idea, baje la última maleta.

- ¿Tengo que preocuparme?

- Crees que Lainus tenga una poción para decir la verdad.

- O no eso sí no.

Se acercó a mí.

- Si no me ayudas ese Viagra que está en tu interior se va a alborotar pero yo no te voy a ayudar.

Paso su mano por encima de mi pantalón mientras me besaba, yo la bese más fuerte y la atraje hacia mi, empecé a subir su falda.

- No, no hasta que no me ayudes no tendrás nada de mi.

- Y luego yo soy el posesivo.

Rodeo mis hombros con sus brazos.

- ¿Me vas a ayudar?

- Está bien hablaré con Lainus pero con la condición de que me dejes hacerte lo que yo quiera.

- Está bien lo haré.

Tomo dos maletas y empezó a caminar yo tomé el resto y salí detrás de ella, su padre nos esperaba en la puerta.

- Cuartos separados.

- Papá.

Se quejó Victoria.

* No la debimos dejar venir ahora no podemos dormir con ella*

* Cálmate Max*

- Ya lo dije Victoria.

Su mamá llegó.

- Vamos Ernesto déjalos, recuerda como éramos tu y yo a esa edad.

Dijo rodeándolo del brazo y dándole un pequeño beso.

- Está bien pero ni se te ocurra tocar a mi hija.

- Si señor.

- Acomódense en la vieja habitación de Victoria, rápido el almuerzo se va a enfriar.

Subimos las escaleras y entramos en una habitación, no era como esperaba la de Victoria era muy aniñada, sus paredes eran rosas con una pared en cebra estaba llena de medallas de gimnasia y baile y un montón de posters de cantantes.

- Tenía tiempo que no venía aquí.

- Se nota.

- Me fui como a los 10 años de aquí.

Acomodamos toda la ropa en completo silencio, ella estaba sumergida en sus pensamientos.

Salimos al comedor en el cual estaba la familia de Victoria riendo y hablando.
Cuando entramos al comedor todos se callaron.

Nos sentamos y nos dieron la comida, que empiece el interrogatorio.

¿Tú Eres Mí Luna? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora