Ese maldito hombre que odiaba con toda mis fuerzas.
- Maldita sanguijuela ¿Que haces aquí?
No me podía mover, se hacerco a Victoria y acarició su cabello.
- Simplemente vine a ver a mí futura luna.
Ella no se movía.
- ¿Que le hiciste?
- Es muy salvaje, tiene un cuerpo pequeño pero con bastante fuerza. Me mostró un pequeño rasguño en su cuello. Me toco sedarla. Paso sus labios por su cuello, di un paso adelante el saco sus colmillos.
- Un paso más chucho sarnoso y adiós a tu mate.
- ¿Que quieres?
- Que tienes lento pensamiento simplemente vine a ver a la futura luna de las cinco manadas más poderosas del país.
- Largate. Rozó sus colmillos en su cuello.
- Huele delicioso y su sangre es totalmente apetecible.
- Alejate de ella.
- ¿Tienes miedo Alex? Yo más que nadie conozco esa mirada, esa mirada de ver como en mis manos esta la vida de otra persona a la que amas.
Este bastardo había matado a mí padre.
- Alejate de ella. Me acerqué más a él. Juro que si la lastimas arrancaré una por una de tus extremidades con mis propias garras. Se alejó de ella.
- Así que ya no te provocó miedo. Hizo una reverencia. Tienes mínimo tres minutos para despertarla si no. Hizo una sonrisa macabra. No se lo que le pase. Se fue, me concentre en Victoria.
- Victoria, gatita. Su cuello estaba lleno de marcas negras. La tome en brazos tenía que llevarla a la manada yo no sabía que hacer y no la podía perder, me dirigí a toda velocidad hacia la manada la toque, su cuerpo estaba helado- Por favor aguanta Victoria. Me sentía mal quería romper algo pero a la vez quería llorar, llegué al hospital de la manada.
- !VÍCTOR! Grite a todo pulmón el doctor de la familia llegó corriendo- A-ayudala se muere Víctor no quiero que se muera por favor.
- Tranquilo alfa. La tomo en brazos. Calmese y permanezca aquí.
No me podía mover sentía mí cuerpo helado, el doctor se fue corriendo me tire al piso a llorar como un bebé, sentí unos brazos rodeandome.
- No la quiero perder Criss no quiero no puedo.
- Ella estará bien.
- No puedo Criss la necesito.
Lloré un rato más como un bebe, no sabía lo que iba a hacer si algo le pasaba, los brazos de Cristal nunca me soltaron.
No era conciente de las horas, mi cuerpo se sentía mal mi lobo estaba aullando en mi interior.
- Alfa. Mí mirada se fijó en Víctor me levanté de golpe.
- ¿Esta bien?
- Esta estable.
- ¿puedo verla?
- Claro alfa, sigame.
Lo empecé seguir tenía suerte que esta parte del hospital no fuera tan grande abrió la puerta su cuerpo estaba descansando en una camilla, me tragué la ira cuando me di cuenta que su blusa no estaba y que sólo llevaba un pantalón y un sujetador me acerqué tome su mano la cual estaba helada.
- ¿Por que esta tan helada?
- No sabemos simplemente cuando se despierte hay que calentarla.
- Gracias Víctor.
- Es un gusto alfa.
Salió de la habitación fije mí mirada en ella , sus labios estaban blancos y agrietados su piel estaba pálida.
- No me dejes Victoria te necesito.
Dejé un beso en su helada mano. - Juro que si despiertas no me alejaré de ti ni para ir al baño.- Eso sería un problema. Sus ojos se abrieron sé veían pálidos su cuerpo empezó a temblar. Tengo mucho frío Alex.
Su cuerpo parecía un iceberg, me abrazó fuerte.
- Victoria tengo que llamar al doctor.
- No te alejes estas muy caliente.
Sentí sus manos debajo de mí camisa, se bajó de la camilla y enredo sus piernas en mí cintura me senté en el suelo tenía que darle calor.
* Transformate así le daremos más calor*
*ella no lo sabe Máx*
sentí sus manos quitando mí camisa, mierda.
- Estas más caliente. Dijo ella riendo pero al instante se callo y se enredó más a mí.
- Me estás poniendo más caliente.
- No lo mal pienses, pero..... tus pantalones estorban.
- Maldita sea Victoria no me quiero aprovechar de momento.
- No lo tomes sexual simplemente necesito más calor. Sus dientes empezaron a titiretear de nuevo, me quite el pantalón como pude, me enrede más en su pequeño cuerpo si era eso posible.
- ¿Por que estas tan caliente?
- Te lo explicaré cuando te mejores.
Sus piernas en mis caderas se apretaron más no se cuento tiempo e estado así pero su cuerpo sigue igual o peor de frío.
- Alex. Su voz sonaba apagada.
- ¿Que pasa gatita?
- ¿me voy a morir? Me trague las ganas de llorar.
- No pienses eso Victoria, estarás bien.
- ¿Por que ese chico entró a mí casa?
- Por que te quería lastimar.
- ¿Fue verdad lo que me dijo? Su agarre se hacía cada vez más débil.
- ¿Que cosa?
- Que tu eras un hombre lobo.
No le podía mentir y un día le tenía que decir así que, que mejor momento que este.
- Sí lo soy.
- Es difícil de creer.
Su mejilla calló en mí pecho.
- Lo sé gatita.
- Tengo mucho sueño Alex.
- Nunca te e dicho lo mucho que me encantan tus ojos.
- No.
- Pues te lo digo, y no los quiero dejar de ver.
La tome del mentón y hice que me mirara, junte mis labios con los suyos, estaba débil y como la sabía sus labios se movían sin fuerzas y su boca estaba fría no se que le había dado el bastardo de Marcus pero la estaba matando por dentro rodeo mí cuello se me había olvidado contarles el hecho de que yo sólo tenía bocxers y ella sus bragas no me pregunten cuando se quitó el sujetador. El beso se volvió totalmente salvaje la apoye en el piso.
*Parece que haciéndola nuestra es la única forma de calentarla*
No me molestaba la idea pero ella estaba medio atontada por el veneno y se acababa de enterar de que yo era un hombre lobo y no se como reaccionaria cuando recobrara sus cinco sentidos así que para que no se emocionen no le haría nada, me separe de sus labios.
- Quiero que me hagas tuya Alex.
< ella quiere Alex complascamosla>
- Estas envenenada Victoria.
- ¿No quieres?
- Claro que quiero, pero no quiero que después te arrepientas juro que te haré mía pero no aún.
Deje un pequeño beso en sus labios
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¿Tú Eres Mí Luna? (Editando)
Hombres LoboAlex Drake alfa de una poderosa manada, su vida era tranquila hasta que llega ella la persona que nació para el, pero el no esta muy seguro de eso ya que su pasado oculta muchas cosas. - Peligroso y traicionero es el amor y eso es algo que Victoria...