capitulo 47

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Sentía un extraño dolor en mi entrepierna, trate de dormir de nuevo pero algo se acurrucó contra mi haciéndome despertar de golpe, el pequeño y provocativo cuerpo de Victoria estaba pegada contra mi, su trasero estaba totalmente pegado a mi amigo haciéndolo despertar, un gruñido salió de mi garganta cuando ella se movió un poco.

No sabía si me estaba provocando o simplemente se estaba moviendo dormida.

- Victoria necesito levantarme.

Dije con la mandíbula tensa, necesitaba liberar tanta tención, ella se despertó alarmada y se volteó hacia mi.

- ¿Estás bien? ¿Llamo a Víctor?

No le preste atención al resto de preguntas que formuló yo estaba lo suficientemente ocupado contemplando su cuerpo cubierto mínimamente por una de mis camisetas.

- ¿Alex?

Ala mierda todo, la iba a hacer mía y no había nada que lo impidiera.

*Bueno supongo que tengo que escribir una advertencia (ya saben a lo que me refiero), soy muy mala para escribir estas partes así que contraté a alguien para que escribiera esta escena*

Me abalance sobre su apetecible cuerpo besándolo, ella al principio pareció sorprendida pero luego lo correspondió gustosa.

Hice un reguero de besos por todo su cuello y mandíbula, haciendo que rodeará mis caderas con sus piernas, un gruñido salió de mi garganta.

- Duele, duele mucho.

Ella se separó preocupada.

- ¿Qué te duele? ¿Estás bi.......

Seguro vio mi mirada cargada de todo menos de dolor.

- O.

La seguí besando. Ella soltó las piernas de mis caderas, sentí como su mano bajaba por mi abdomen llegando al principio de mis pantalones de pijama y paro justo hay.

De mi garganta salió un gruñido de protesta y ella sonrió en mis labios.

- Eres una gatita muy mala.

Ella sonrió aún más.

- Quiero hacerte sufrir un rato por lo de la vez pasada.

Mordió mi labio inferior.

- Pensé que ya me habías perdonado.

- Créeme yo no perdonó muy fácil.

Sus labios callaron mi protesta, ya no podía más así que le empecé a quitar la ropa, tampoco es que tuviera tanta para ser sinceros.

Me deshice de la camiseta que cubría su cuerpo, empecé a jugar con cada uno de sus pechos.

- Alex ahhh.

Sonreí con uno en mi boca.

- Supongo que los dos podemos jugar el mismo juego.

Su cuerpo se arqueaba para que le diera más y yo gustoso la complacía, pase mis dientes por todo su abdomen haciendo que su cuerpo se tensara por completo, mi lengua recorrio su ombligo.

- A mí no me mientes Victoria, estás excitada hasta más no poder, tu olor me lo dice.

Pude notar su sonrisa cuando la volví a besar en los labios lento.

- si que sabes hablarle a una mujer.

Yo sonrei.

- Me duelen las bolas no me culpes por eso.

Ella soltó una risotada.

- ¿Me vas a seguir torturando?

- No.

¿Tú Eres Mí Luna? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora