Besos

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No te odio ni tantito, no me odio ni tantito

No me arrepiento de mis actos contigo.

Te sigo queriendo amor del cielo, pero me amo más a mi.

Lo sigo invocando para que te cuide, sigo pidiendo a Dios por su ángel de la tierra: por el amor de mi mundo: tú.

El destino que lo escriba

Ya no más tú y yo, no más forzar nada, nada a la fuerza

Que fluya como el mar
Que hable como el mar

¿Será cierto, que, aquella noche el mar dijo que te debería comer a besos? Ó fué otra mentira, ó en realidad lo deseabas con tanta intensidad que las olas

¡Vaya! Mi amor; una noche antes había pasado por la misma playa y al igual, ésta dijo que vinieras a abrazarme.

¿Crees lo que te digo?

Vallamos los dos, a ver y escuchar que tanto dice el agua, escuchemos sus secretos en compañia de la noche y que repita ante mis ojos lo que decía decir

Besos. Que quieres mis besos.

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