GRACIELLA
- No puedo creer que te hiciera esto.
Roby no dejaba de caminar como loca de un lado a otro en mi habitación. Después de la fuerte discusión con mi hermano, salí huyendo bajo la atenta mirada de los curiosos, bueno, estaba llorando, quizá eso llamó su atención.
- Ni yo tampoco...
Saqué de mi armario ropa para darme un baño, a estas altura con el ánimo que cargo no se si voy a poder asistir a la boda.
- Y.. ¿que piensas hacer? ¿vas a buscar a la niña?
- Ya le prometí a Sol que la recogería en el aeropuerto, no puedo retractarme. Promesa es promesa, y mi princesa no se merece que la deje a un lado por la cabezonería de mi hermano. Solo necesito un poco de maquillaje y mi cara quedará como nueva, mis padres no deben enterarse de nada. No por mi boca.
Paró su andar para verme. Ella estaba realmente cabreada.
- ¿Vas a dejar que Alejandro salga tan campante de esto? Y a esa idiota, ¿no le piensas devolver el favor?.. ¡Dios!.. A veces me dan ganas de estrangularlos a los tres; tu por boba, Alejandro por pendejo, y a ella por zorra.
- Bueno, unete a la cola.
Permanecimos en silencio por unos cuentos minutos, se qué ella se esta preguntando mentalmente muchas cosas pero estoy segura que no me preguntará nada del por que terminamos en estros extremos Alejandro y yo.
- Segura que estas bien...
- Si, solo estoy algo sorprendida.
- ¿Que piensas hacer ahora con todo esto?
- Nada.. Dejaré que el solito se estrelle contra la pared, ya yo hice lo que pude, y como él bien lo dijo; es su vida y no la mía. Y con la boda... Lo pensaré en el camino.
- Vale.. Ahora ¿que le dirás al señor Adrián cuando la vea así?
¡Mierda, lo había olvidado!
- No lo sé, no lo sé.. Seguro se pondrá como loco si llega a casa y me ve así...
- Y ¿Por que tendría que ponerme como loco, sirenita? ¿que se supone que tengo que ver?
- ¡Mierda!
Exclamamos las dos al mismo tiempo. Rápidamente miré la hora en mi reloj, justo las eran las doce, su descenso. Introduje mi cabeza en el armario fingiendo que buscaba un par de zapatos.
- Estoy esperando..
¿Por qué nunca aseguro la puerta de mi habitación?
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Sr. Armstrong
RandomNo importa cuantos cielos traten de enamorarte, siempre elegirás el mismo infierno. Ganadora del Primer Lugar en la categoría "De Todo" en la primera edición de los GreenAwards2018.