LEV
Grito preso del terror y miedo el nombre de Graciella innumerables veces, provocando que mi garganta se irrite importándome una mierda la incomodidad. Como puedo, me deshago del agarre de mi hermano y de Dexter, intentando pasar entre la multitud, consiguiendo ser empujado por un agente policial cuando esquivo el cordón de seguridad.
- Señor, no puede pasar. En este momento el lugar está siendo desalojado, ha sido declarado zona roja e inestable, por favor, debe permanecer fuera del camino. Esta obstaculizando nuestro trabajo.
El miedo y la rabia tiran de mi, por lo que termino agarrándolo de las solapas de su uniforme. Pego su frente a la mía, gruñendo cuando sus manos hacen presión en mis brazos para que lo suelte.
- ¡Me importa una mierda tu trabajo, mi esposa aun está allí dentro y voy a pasar en su búsqueda, incluso por encima de tu cadáver si es necesario, pedazo de mierda! - digo soltándolo, intentando nuevamente traspasar la cinta.
Una mano cae pesada sobre mi hombro y maldigo cuando soy arrastrado a un costado.
Mi cuerpo se tensa preparándome para golpear a aquel imbécil volviendo mi mano puño y moviéndome rápidamente, pero me detengo cuando los ojos de mi padre y los del papá de Graciella se cruzan con los míos.
- Hijo,- su voz quebrada llega a mis oídos justo en el momento que mi mano alcanza algo de altura pero inmediatamente la bajo a mi costado.- deja que ellos hagan su trabajo, si entras allí...- traga saliva y me ve suplicante.- solo harás que el proceso de búsqueda sea lento; trataran de buscarla manteniendo un ojo en ti también. Por favor, se paciente.
¿Paciente?
¡¿Paciente?!
Respiro profundamente cerrando mis ojos, disipando la retahíla de maldiciones que no estoy dispuesta a decir frente a él y de quien sea.
- Papá, se tarda de mi esposa, de mi mujer de la que estamos hablando no de cualquier persona.- hago una pausa, aclarando mi garganta.- tengo que asegurarme con mis propios ojos de que ella esta bien. ¿Puedes ponerte en mi lugar? Sé que harías lo mismo por mamá, por que la amas. ¡Yo la amo, al igual que ella a mi! ¿no crees que se sentiría mal si no estoy a su lado si esta...?
Mi voz se convierte en un susurro cuando de un grupo de bomberos sale la confirmación de varios decesos humanos.
El señor Blyde palidece y a mi se me olvida como respirar.
En silencio, hacemos camino hasta donde esta nuestra familia; Alejandro se ha marchado con la niña y mi hermana hace tan solo unos minutos. Mamá sostiene una mano de mi suegra mientras esta se abraza a un Adrián de rostro pétreo con la mirada perdida.
- Ella estará bien, no perdamos la esperanza.- la voz suave de mi madre fluye a través del silencio.
Mi mano inconscientemente va al anillo que adorna mi dedo, regalo de mi conejita. Giro el aro sencillo de oro en mi dedo enfocando mis ojos en el cuando cientos de recuerdos de ella llegan a mi mente.
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Sr. Armstrong
RandomNo importa cuantos cielos traten de enamorarte, siempre elegirás el mismo infierno. Ganadora del Primer Lugar en la categoría "De Todo" en la primera edición de los GreenAwards2018.