002 | Cuando tienes que ser fuerte ♡

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Inhala, exhala, inhala, exhala.

Algunas pequeñas lágrimas habían comenzado a caer, pero ella las detenía con rapidez debido a que no quería ser la mártir del instituto, ni tampoco quería ser recordada como la 'niña que llora'.

No sabía que pensar al respecto y lo peor de todo es que no sabía cómo sentirse ¿Coraje, envidia, tristeza? Lo único que sabía con seguridad era que estaba cansada y quería desaparecer por unos días.

—Les dije que iba a estar aquí—La castaña tomo sus cosas y junto con sus tres mejores amigas salió de su escondite, mejor conocido como 'el baño'.

Estaba avergonzada por el comportamiento que había tenido con Abi, respecto a la clase ya le inventaría una excusa a la profesora de inglés.

—¿Por qué no me lo contaron? —pregunto Natalia un tanto enojada.

—Lo lamento amiga se supone que Abi—remarco el nombre—no te iba a contar nada, yo iba a hablar primero contigo.

—Ella no tiene la culpa yo comencé aquella conversación, solamente quiero que me dejen de proteger y quiero que me hablen con la verdad, díganme que es lo que se traen ellos dos ¡sin mentiras!

—Carlos está enamorado de ella, él me pidió ayuda porque sabía que ninguno de ustedes le iba a ayudar, ya que a nadie le agrada...yo no quería ayudarlo, pero es mi amigo y...

—¿Son novios? —pregunto Natalia seria, interrumpiendo a su amiga.

—No aun no, pero él está luchando por ese título.

Natalia asintió y no permitió que ninguna de sus amigas la abrazara ya que si permitía aquel acto cariñoso iba a llorar aún más y era lo último que deseaba.

—Gracias por contarme lo sucedido, ahora tengo que ir a comprar algo de comida ya que muero de hambre.

—¿Segura que estas bien? —pregunto Abi preocupada.

—Estoy bien chicas, sinceramente creo que era lo que necesitaba escuchar para poder estar más tranquila—respondió Natalia.

Aunque claro todas en el fondo sabían que la castaña no estaba bien y que en realidad no estaba tranquila, si no destruida.

Las últimas dos horas restantes de clases fueron un infierno para Natalia, ya que lo único que deseaba era regresar a su cueva lastimera y no salir de ahí hasta que estuviera lista para enfrentarlos.

Ver al chico del cual estas perdidamente enamorada con otras chicas es difícil, pero es más difícil cuando lo ves con tu enemiga, con la puta del instituto ¿Acaso él no lo veía? ¿Qué tenía ella que no tuviera Natalia?

Cuando la campana anunciando que las clases habían concluido la primera en salir del aula fue la castaña ya que no quería estar presente cuando los tortolitos se despidieran.

—¡Nat, oye espérame!—grito Carlos mientras corría hacía ella.

—Lo lamento es que traigo un poco de prisa ¿En qué puedo ayudarte?—pregunto tratando de sonar lo más normal posible.

—Si recuerdas que nos vamos juntos, ¿no?

Tenía razón, por más que Natalia se quisiera deshacer de Carlos era imposible. Desde hace un año ellos eran compañeros de viaje debido a que tomaban la misma ruta para poder llegar a sus casas, lo que hacía una tarea complicada deshacerse del chico.

—Claro que lo recuerdo, era una bromita.

Al principio el camino estaba siendo demasiado silencioso e incómodo, Carlos lo trataba de romper, pero Natalia lo hacía cada vez más incómodo, la tensión que emitían estos chicos se podía percibir a kilómetros de distancia.

—¿Te encuentras bien?

—¿Por qué no debería de estarlo? —pregunto la castaña muy a la defensiva.

—Porque en la clase de inglés te saliste corriendo, lo cual me preocupo bastante, además de que has estado muy rara y callada.

—Estoy bien simplemente no fue mi día, me entere de cosas que me rompieron el corazón y necesitaba...más bien, necesito estar sola.

—Eres como mi hermana y sabes que puedes contar conmigo tu dime ¿Golpeo a alguien?

¡A ti mismo! Pensó ella.

—No quiero hablar del tema, mejor cuéntame ¿Qué hay entre Laura y tú?

La pregunta le rompía el corazón, pero necesitaba actuar como si no le importara, como si no sintiera nada por el chico y para hacerlo tenía que ser la misma preguntona de siempre.

—Ella me gusta y mucho, pero aun no estoy muy seguro, soy muy tímido con las chicas y no quiero arriesgarme ¿Algún consejo que le quieras dar a este idiota?

—Está bien—la chica suspiro y tomo valor—Eres un chico realmente asombroso, eres guapo, divertido, amable, educado, tienes muchas cualidades que te hacen un ser humano increíble y necesitas estar con una persona tan increíble como tú.

La chica se detuvo y se paró enfrente de su amigo para verlo a los ojos.—Necesitas estar al lado de una chica que te haga reír, que te amé y que tu ames con locura, necesitas a una compañera, una amiga, una alma gemela y créeme puedes encontrar todo eso en una persona porque yo la encontré en...—se calló—Sal con ella, conócela y si ella es tu chica ideal, la chica de la cual estás perdidamente enamorado entonces no pierdas el tiempo y ve tras ella—agacho la mirada—mi casa está cerca, si no te importa quiero irme sola.

—Sé que me arrepentiré, pero está bien, nos vemos el día de mañana —él como siempre deposito un beso en la mejilla de ella—Gracias por el consejo.

—Claro, no hay cuidado.

A la castaña le urgía llegar a su casa para poder llorar y poder descargar todo lo que traía acumulado del día, pero al llegar a casa se llevó una gran sorpresa.

—¿Qué carajo haces aquí?  

Cuando te encuentre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora