Los chicos estuvieron en carretera dos horas llegando al pueblo donde se encontraba la chica a las cuatro de la tarde. Aquel lugar sí que era demasiado pequeño, por lo que habían escuchado, aquel pueblo solamente era un lugar de paso, nadie se quedaba a vivir ahí por mucho tiempo, era conocido porque un camión que iba a un lugar turístico de Argentina siempre hacía ahí sus paradas.
—No sé ustedes chicos, pero tengo demasiada hambre—se quejó Nina tocando su estómago que hacía mucho ruido.
—Sí, yo también no hemos desayunado nada más que las frituras que nos trajo Vale, creo que lo mejor es que paremos a comer algo—dijo Matías apoyando a su amiga.
—Pero ya estamos por llegar con Natalia porque no nos esperamos y comemos con ella, sería lindo—propuso Carlos animado.
—Nunca pensé decir esto, pero concuerdo con Carlos, debemos de esperar a que nos veamos con Natalia, digo, para que el viaje hasta acá haya valido la pena—comento Mauricio.
—Entonces Valeria decide ¿Comemos o nos esperamos?
La hermana del castaño sintió un poco de presión, quería apoyar a su hermano, pero en aquella ocasión el hambre también le estaba jugando un mal momento.
—Lo lamento chicos, pero creo que lo mejor es que nos paremos a comer en un restaurante o algo ¡Muero de hambre! —dijo Valeria tocando su estómago.
Nina y Matías celebraron su pequeña victoria, no tardaron mucho en encontrar un restaurante bueno, bonito y barato.
El restaurante era algo pequeño, pero tenía un buen lugar para guardar a sus clientes, los chicos decidieron sentarse del lado que mostraba el rio, al poco tiempo una camarera se acercó y los chicos hicieron su orden.
—En un momento les traigo lo que ordenaron.
La camarera se retiró y los chicos se quedaron ahí sentados, al principio todos estaban observando el rio, pero Nina rompió el silencio.
—¿Y ya sabes lo que le vas a decir cuando la veas?
—Supongo que lo que siento por ella, además de que bueno, he venido hasta acá por ella creo que no habrá mucho por decir.
—En eso tienes razón, si un chico me fuera a buscar a otro país no lo dudaría ni un segundo y me casaría con él—comento Valeria sonriente.
—Wow wow wow, yo aún no me quiero casar, solo quiero que seamos novios ya después veremos a donde nos lleva todo esto—dijo Carlos nervioso.
—Entonces ¿Solo quieres una relación con ella, una de prueba? —pregunto Mauricio molesto.
—No, escuchen todos sabemos que no soy el mejor para las relaciones, que nunca las tomo enserio y que siempre estoy intentando ligar con otras chicas, pero cuando este con Natalia todo va a ser diferente debo confesar que sí, tengo mucho miedo, pero miedo del bueno...creo.
—¿Y de que tienes miedo? —le pregunto Matías cruzándose de brazos.
—Miedo de perderla.
—Pero no la vas a perder, tranquilo, ella te quiere mucho a pesar de todo—comento Nina tratando de tranquilizar al chico.
—Me refiero a que ¿Qué tal y lo nuestro no funciona? ¿Qué tal si ella ya no siente lo mismo? ¿Qué tal si nada es como se lo imagino ella o como me lo he estado imaginando yo desde hace un tiempo? No quiero perderla, no otra vez.
—Todo depende de ti—le respondió Mauricio acomodándose en su silla—tu sabes que para nosotros Natalia es la persona más importante de nuestra vida solo prométeme que la vas a cuidar, por favor.
—Claro que sí, lo prometo.
Los chicos no dijeron nada porque su orden había llegado, todos habían pedido algo ligero para que a la hora de la cena todos pudieran cenar tranquilamente a lado de Natalia.
—Me voy a lavar las manos antes de comenzar—dijo Nina levantándose.
—Te dijimos que fueras cuando llegamos, así no se te iba a enfriar la comida—la regaño Matías causando cierta gracia en la chica.
—Ya papá perdón, ya regreso.
Nina tomo su bolso, no solamente se iba a lavar las manos, sino que también se iba a dar una famosa manita de gato ya que viajar mucho tiempo le había afectado algo en su apariencia.
Cuando llego al baño se miró al espejo, sin embargo, lo que la dejo atónita es que cuando ella se estaba observando en el espejó vio como una chica parecida a Natalia salía del baño rápidamente.
Nina acciono rápido y tomo su celular para marcar al número de su mejor amiga, al principio no sucedía nada hasta que el famoso y único timbre de su mejor amiga estaba sonando, era ella.
—¿Natalia?
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Cuando te encuentre.
RomanceElla está enamorada de él. Él solamente la ve como una amiga. Ella está cansada de intentar luchar por él. Él la ve como la hermana que nunca tuvo. Ella busca una salida. Él busca una oportunidad. Ella huye sin dejar rastro o incluso decir algo. Él...