014 | Cuando ella no es tu ♡

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Carlos se despertó por un aliento a alcohol demasiado fuerte, cuando abrió los ojos por completo descubrió que sus amigos habían llegado a la habitación demasiado ebrios.

Enfadado fue hasta la habitación de las chicas, que para su mala suerte era dos pisos arriba, tomo el ascensor y cuando se abrió fue casi corriendo hasta su cuarto, desde el pasillo podía escuchar sus risas, pero en especial la de Samanta.

Toco tres veces y a la cuarta vez su mano quedo en el aire porque una sensual Abi abrió la puerta de su habitación.

La chica se encontraba en traje de baño mientras que su hermana estaba recostada en la cama, Nina estaba con Samanta tratando de prender la televisión con el control de la calefacción.

—Carlos, estaba por irme a dar un chapuzón a la alberca ¿Me acompañas?—le pregunto sensualmente.

—Abi no ¿por qué apestan a alcohol? ¿de quién fue la idea de tomar?

Abi comenzó a reír sensualmente, cerró la puerta de la habitación y jalo al chico al ascensor, para ser chica y estar borracha tenía una fuerza increíble.

—¿Por qué no fuiste con nosotros? fuimos a comer y de pronto llego una banda, y bailamos y cantamos—dijo la chica acercándose a él.

Su aliento apestaba a tequila ahora entendía porque sus amigos habían llegado de esa forma ¿Cuántas botellas se habían bebido? ¿Cómo habían pagado aquellas bebidas? ¿Habían perdido alguna de sus pertenencias? La cabeza de Carlos daba vueltas con tantas preguntas.

Antes de lo de Natalia Carlos se dedicaba a ir a muchísimas fiestas, siempre llegaba borracho a su casa, debía confesar que había veces que llegaba crudo al instituto, pero nunca le importo hasta ahora que veía a sus amigos así.

—¿En qué piensas? Mira estamos en la alberca—dijo en tono infantil.

Y tenía razón ya se encontraban en el área de la alberca, que para su opinión era un área demasiado romántica.

Aun había algunas personas nadando, pero solo eran tres personas, que los ignoraban por completo.

—Ven, nada conmigo, quítate la playera—le dijo ella casi como una orden.

—¡Abi no, no lo hare!—dijo enojado.

Sin embargo, la chica no paro, de una forma u otra el chico no se quedó todo el tiempo en su habitación pensando en Natalia porque tiempo antes de que sus amigos llegaran borrachos él se había puesto el traje de baño para despejar su mente en la alberca, pero fue en vano porque en cuanto se recostó en la cama para enviar un mensaje se quedó dormido.

—Vamos deja de pensar en ella y disfruta—dijo Abi quitándole la playera.

—¡Abi basta! vamos a que te duermas o te des un baño.

—¡No! Vamos a divertirnos juntos, hace tiempo que no lo hacemos—puso cara de perrito regañado.

—Abi tu no tomas ¿Sabes el dolor de cabeza que te dará mañana? Por favor, vamos al cuarto para que te puedas dormir.

—¡Au revoir!—dijo 'adiós' en francés y se lanzó a la alberca.

Carlos sabía que la chica no estaba en condiciones para estar sola en la alberca así que se metió a regañadientes, el agua estaba tibia así que eso lo relajo un poco, a pesar de que la chica estaba demasiado borracha se encontraba nadando perfectamente.

—Pensé que nunca te ibas a meter conmigo.

Abi lo rodeo con sus brazos y poso sus piernas alrededor de la cintura del chico, estaban demasiado cerca, sin embargo, ninguno se alejaba; Abi porque había puesto aquella cercanía y Carlos porque estaba en shock.

—Hay que sumergirnos.

Sin decir más la chica se sumergió con el chico aun en shock, a los quince segundos Carlos se comenzó a ahogar así que decidió regresar a la superficie, pero cuando Abi salió ya no era Abi si no Natalia.

Natalia estaba delante de él.

Su perfecto cabello ondulado estaba mojado y ella lo había peinado para atrás, no tenía maquillaje, estaba al natural y se veía realmente hermosa.

Traía el traje de baño negro que había visto en su última alucinación.

—Estas hermosa—dijo con una sonrisa.

—Debo confesar que tú te ves demasiado guapo con el cabello mojado, demasiado largo para mi gusto, pero te ves...atractivo.

Era ella, eran sus palabras, era su sarcasmo, era Natalia.

—Ven vamos a nadar.

Le propuso él mientras la tomaba de la mano, entrelazando sus dedos.

Ambos comenzaron a nadar por debajo del agua, después él la cargaba mientras ella se dejaba llevar por él, estaban pasando un gran rato.

—Te he extrañado tanto ¿Por qué te fuiste?

—Siempre he estado contigo, nunca me fui.

Carlos tomo a Natalia de los cachetes y se acercó a ella para darle un profundo beso, ella inmediatamente le contesto, pero de una manera intensa.

El chico se sorprendió y se alejó, en realidad no pensaba que su primer beso con Natalia fuera tan intenso, pero después el golpe de realidad llego.

No estaba besando a Natalia, estaba besando a Abi.

—¿Qué ocurre?—pregunto confundida.

—No eres ella y jamás lo serás.

Abi con los ojos vidriosos le dio una cachetada al chico, nado a la orilla y se fue corriendo a la habitación. 

Cuando te encuentre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora