Renacer - Bensler

Capítulo 64

—Quiero acompañarte —repitió Elliot mientras Olivia abotonaba el último botón de su blusa celeste.

—El... no es necesario —contestó frente al espejo, peinándose el cabello—, es solo una revisión. Ni siquiera vamos a tener oportunidad de ver el bebé —añadió, sólo tenía cita con el ginecólogo.

—Yo sé bebé pero quiero ir contigo. Puedo hablar con Cragen para llegar más tarde —dijo teniendo solución para todo. Liv dejó de cepillarse el cabello y lo observó.

—No va a ser agradable —advirtió sonriendo, para ella la situación era todo menos cómoda.

—Puedo esperar afuera si te hace sentir incomoda. Sólo no quiero que vayas sola. Estamos en esto juntos —aseguró con una gran sonrisa en su rostro, a la cual ella no podía decirle que no, era esa sonrisa que derretía su corazón.

—Está bien pero debes llamar a Cragen, no quiero tener problemas con él.

—Ya lo hice.

—Estas muy seguro de ti mismo Stabler.

—Bueno, puedo ser persistente —acortó la distancia entre ellos, quedaron frente a frente. Elliot puso sus manos alrededor de la cintura de Liv y ella sus brazos alrededor de los hombros y las manos entrelazadas detrás de su cuello.

—Sabes que amo tu persistencia —se inclinó ligeramente para besarlo en los labios.

Él asintió en respuesta.

Una vez ya listos se sentaron en el sofá de la sala de estar para esperar a Teresa. Sólo tenían una hora para llegar al hospital. Liv observó su reloj pulsera. Sintieron la puerta y la mujer ingresó al lugar. Emily aún estaba durmiendo.

—Buenos días —saludó cordialmente, ya llevaba bastantes meses trabajando con ellos. Se habían hecho una rutina cómodo para ellos, ninguno de los dos había comentado nada sobre el embarazo aun a la mujer—. ¿Se ha sentido bien esta mañana? —le preguntó a Liv, era una mujer de edad y con conocimiento de los síntomas y la había encontrado más de una vez durante la mañana corriendo al baño.

—Sí, mucho mejor.

—Eso es bueno.

—En realidad me gustaría que estés informada de lo que ocurre —soltó—. Elliot y yo vamos a tener un bebé.

—¡Felicitaciones! —respondió la mujer sinceramente, no estaba sorprendida.

—Gracias —respondieron ambos.

—Tenía un pequeño presentimiento de ello. He tenido tres hijos, puedo reconocer los síntomas —sonrió.

—De echo tenemos doctor ahora —dijo Elliot haciéndose participe de la conversación.

—Es cierto, debemos irnos ahora. Emily aún no despierta —informó, no le gustaba irse sin ver a su hija y besarla pero la niña estaba cansada de la tarde anterior. 

En el interior de la consulta médica Olivia estaba nerviosa, ir al doctor nunca fue una de sus prioridades pero ahora con un bebé en su vientre cumplía con cada una de las citas programadas. Ambos estaban sentados en la consulta médica vacía, frente al escritorio del médico.

—Olivia, ¿cómo has estado? —preguntó el Dr. Vega amablemente.

—Tan bien como uno se puede sentir en la primera etapa del embarazo —respondió ella.

—No muy bien entonces —sonrió.

—Va mejorando.

—¿Y tú Elliot? —preguntó el hombre, ambos ya habían sido presentados previamente.