Renacer - Bensler

Capítulo 109

Elliot despertó a mitad de noche, había extendido su mano en busca de Olivia y para su sorpresa la parte que ella regularmente ocupaba estaba vacía, no era algo tan extraño a esas alturas, por lo general tenía un par de carreras al baño durante la noche y ella procuraba no hacer demasiado ruido para no despertarlo. Se quitó las cubiertas de encima, se levantó y caminó hasta el cuarto de baño, bostezando un par de veces en el camino. El baño estaba oscuro, sin duda Liv no estaba ahí, su siguiente parada era el cuarto de Emily. Se detuvo cuando vio salir a Liv de la habitación de la niña.

—¿Todo bien? —preguntó al ver cierta preocupación en su rostro.

—Es la segunda noche que Emily suda en su cama. No creo que sea normal.

—Mañana llamamos a su pediatra para salir de dudas... ¿tu estas bien?

—Sí, sólo necesito volver a la cama.

Aceptó con gratitud su abrazo, ella había despertado en mitad de la noche con ganas de orinar y como siempre iba a darle una mirada a Emily, y al igual que hace un par de noches había tenido que cambiar las sábanas de la pequeña para que no cogiera un resfriado pero a aparte de eso todo estaba bien con la niña.

***

Olivia suspiró por tercera vez en menos de diez minutos. Elliot levantó la vista de su documentación para observarla, ella se movía en su asiento, asumió él que estaba buscando una posición cómoda, últimamente se estaba quejando de dolor de espalda, algo normal en esta etapa del embarazo, el bebé se iba volviendo más grande y pesado, por eso mismo no habían podido estar juntos durante los últimos días.

—¿Alguna noticia nueva? —preguntó Cragen desde la mitad de la sala, habían tomado un caso, ayudando a la Unidad de informática sobre unos videos que habían subido a la red y ellos estaban buscando algún rostro que coincidiera con sus archivos, ya que eran videos de menores de edad, no habían podido conseguir información desde delitos informáticos y Cragen había ofrecido ayuda.

Olivia suspiró frustrada.

—Nada aún, esto nos va a tomar una eternidad... —se quejó ella, había estado de un humor horrible durante lo que iba del día motivo por el cual ni siquiera Elliot había cruzado palabra con ella, le estaba dando su espacio personal, consciente de que ella estaba agotada, pero luchando obstinadamente con ir a casa y tomarse el tiempo para prepararse para el bebé.

Cragen se acercó a Elliot, sin antes darle un vistazo a Olivia.

—Elliot, ¿pudiste hacer lo que te pedí? —preguntó el capitán.

Elliot miró a Olivia y luego desvío la mirada a Cragen.

—Ella es terca capitán... yo le he dicho varias veces ya.

Liv vio como Elliot y Don estaban hablando en el escritorio de él, a un par de centímetros de ella, pero no incluyéndola en la conversación. Arqueó una ceja.

—¿Puedes hacerlo de nuevo? —pidió Cragen—. Necesito sacarla lo antes posible —añadió. Olivia lo miró sorprendida, confundida, y sin duda ofendida, Cragen le había preguntado casi día por medio cuando se iba.

—Pueden dejar de hablar como si yo no estuviera aquí... —reclamó Liv, poniéndose de pie tan rápido como su vientre se lo permitía. Estaba molesta por ser tratada así por ellos dos.

Ambos quedaron mirándose sorprendidos por la reacción. Ella necesitaba salir a tomar un descanso, aire, salir de ese lugar, simplemente no podía creer que Elliot se refiriera así de ella, maldita sea que tenía razón que era una mujer terca pero no tenía por qué decirlo de esa manera.