Capítulo 71

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Olivia despertó sintiendo una pequeña manito aferrada a su brazo. Ella no recordaba haber llevado a Emily a la cama, ni tampoco haber conciliado el sueño. Se agitó ligeramente entre las sábanas, sintiendo la tela sobre su piel, eso solo significaba una cosa, estaba desnuda debajo de la ropa de cama.

"Mierda" dijo en su mente.

Su hija estaba recostada a su lado, profundamente dormida. Miró el reloj, ni idea donde se había ido toda la noche y toda la mañana. Volvió a mirar el reloj ahora con más detenimiento.

—Cristo... las ocho —se incorporó despacio, con cuidado de no despertar a Emily.

Para su sorpresa Elliot no estaba por ningún lado cerca, pensó por un segundo, no creía que Elliot se hubiera ido a trabajar sin ella. ¿O si? Antes de que tuviera que descubrirlo se abrió la puerta.

—Amor, son las ocho de la mañana —dijo Liv cuando lo vio ingresar muy sonriente—. Estamos más que atrasados para ir al trabajo —con una mano tenía tomada la sábana para mantener su cuerpo cubierto y con la otra se pasó la mano por el cabello—. Cragen nos va a matar, ayer nos fuimos temprano y hoy estamos llegando tarde. ¿El, por qué no me despertaste? —estaba buscando por algo de ropa para ponerse.

—Porque no tenemos que ir a trabajar —respondió Elliot con una enorme sonrisa.

—Es viernes Elliot, claro que tenemos que ir a trabajar —contestó sin quitar la mirada del suelo, donde estaba segura había algo de ropa para ella. "¿O es sábado?" se preguntó. Era imposible que la semana desapareciera tan rápidamente, habían estado en un caso intenso casi tres días, consumidos casi todo el tiempo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Elliot.

—Tenemos el día libre, cortesía de Cragen —se sentó en el borde de la cama—. Creo que ayer no te lo dije, ¿cierto? —ella movió la cabeza suavemente en signo de negación—. Bueno, nuestro capitán nos dio libre hasta el día lunes, así que podemos relajarnos como queramos —llegó a su mejilla e hizo suaves círculos—. Podemos quedarnos todo el día en la cama, salir... lo que tú quieras.

Olivia suspiró profundamente, estar todo el día en cama no sonaba para nada mal.

—Podemos ir a tomar desayuno afuera, a esa cafetería que te gusta —agregó, ella recordó los pasteles que se exhibían en vitrina cada vez que pasaban por ahí y de inmediato le dio apetito.

—Me parece genial —respondió—. ¿El, en qué momento llegó Emily? —preguntó observando a su hija dormida, tratando de hacer memoria. Elliot sonrió ante la pregunta.

—Ayer en la noche. Maureen la vino a dejar cerca de once de la noche. La llevó donde Kathy ya que los chicos le habían suplicado que la llevara.

—Oh... ¿y donde estaba yo?

—Dormida... cariño te quedaste dormida luego de la tercera vez —le informó, habían estado gran parte de la tarde haciendo el amor, aprovechando el tiempo a solas.

—Uh... creo que estaba cansada —le devolvió la sonrisa, ahora recordaba algo del día anterior—. Podrías haberme despertado para vestirme.

Elliot sacudió la cabeza.

—Tenía la esperanza de hacerlo otra vez —le guiño un ojo.

—¡Elliot! —golpeó su brazo—. Dios... eres... eres insaciable Elliot Stabler —se acercó a sus labios, el beso se fue profundizando, hasta que Liv se separó—. El... la bebé está aquí —dijo, las cosas se estaban calentando muy rápido. Con su embarazo su necesidad de tener sexo con Elliot era cada vez más grande y al parecer para él era igual ya que siempre estaba dispuesto para estar con ella.

Renacer - BenslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora