Renacer - Bensler

Capítulo 130

Respiró hondo, luchando por recobrar la respiración.

—Cariño... necesito que vengas donde esta mamá —dijo Liv, definitivamente tenía que llegar a un hospital.

—No... —contestó Emily, este no era el momento para que Emily demostrara lo testadura que a veces era. Olivia suspiró.

—Cariño... por favor —se mordió el labio cuando sintió otro dolor—. ¡Ugh!

No sabía exactamente, pero los dolores eran cada pocos minutos eso sólo podía significar una cosa... estaba teniendo contracciones.

—Cariño... por favor —pidió Olivia, definitivamente este no era buen momento para que su hija la desafiara—. Emily Stabler... —la pequeña entendió inmediatamente que mamá no estaba jugando.

Olivia quería llorar, estaba asustada y el dolor que la golpeaba cada ciertos minutos la abrumaba. Emily estaba en la orilla.

—Por la escalera... —le indicó Liv, caminando hasta el lugar que le había indicado, apoyándose en la muralla contraría cuando sintió una nueva contracción, los estaba sintiendo cada menos de diez minutos. Tenía que llegar pronto a un hospital.

Respiraciones cortas, rápidas, profundas, no importaba cual hacía, el dolor seguía llegando.

—¿Mamá?

Olivia estaba casi doblada, apoyada con una mano a la muralla y la otra en el vientre abultado, podía sentir el miedo en la voz de la niña.

—Mamá esta bien cariño... —respondió Liv, luchando por sonar convincente—. Al parecer tu hermanito quiere nacer ahora —explicó, tenía que llegar hasta el borde de la piscina para ayudar a Emily en las escaleritas.

Una vez fuera de la piscina,  Liv cubrió a la pequeña con la toalla infantil que había llevado para ella. El dolor se había ido pero sabía que era sólo por un par de minutos.

Tenía que cambiarle ropa para llegar hasta un hospital.

—¡Cristo! —Una nueva contracción atravesó su cuerpo, estaba segura que su labio iba a sangrar de lo fuerte que se mordía, si gritaba de dolor frente a Emily definitivamente la iba a asustar—. Te... tengo que cambiarte de ropa cariño, ve a tu cuarto —indicó Liv, busco el móvil con la mirada, tenía que llamar a Elliot.

—Si mamá —respondió Emily caminando a su cuarto, por suerte era una niña bastante independiente, cuando se le permitía.

Liv marcó el número que conocía de memoria.

—Nuestro usuario esta fuera de la zona de cobertura, o el móvil se encuentra apagado... inténtelo más tarde...

Elliot siempre llevaba su teléfono con él. Olivia se recostó en el sofá, su mano izquierda en el vientre, y la otra agarrando el móvil, tenía que seguir insistiendo.

—¿Olivia?

Ella respiró hondo.

—Capitán... —había tenido que recurrir a Don y llamarlo a su móvil—. Ne... necesito hablar con Elliot —dijo entre dientes, las contracciones se estaban acercando más y más.

—¿Estas bien? —Cragen podía notar claramente que algo estaba pasando.

—Tengo que hablar con él —contestó—. No me contesta su teléfono —respiró con dificultad, ligeramente mareada, el médico le había indicado que su presión arterial iba a subir una vez que comenzara el trabajo de parto y eso estaba sucediendo.