Capítulo 131

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—El... —gimió Liv cuando sintió que su mundo se agitó, él dejo de discutir para prestarle atención—. Quiero... quiero vomitar —añadió incorporándose.

La enfermera buscó un cuenco y lo puso rápidamente sobre las piernas de Liv y ella comenzó a vomitar casi compulsivamente.

—Mi cabeza... —gimió cuando su estómago le daba un respiro—. El... estoy muy mareada...

Elliot miró a la enfermera, eso definitivamente no era algo normal.

Mierda... me siento enferma... —se quejó Liv moviendo la mano para que Elliot quitara el cuenco de su vista.

La enfermera había salido hace un par de minutos en busca del médico, aún no habían vuelto. Ella se recostó sobre las almohadas, quedando ligeramente elevada por sobre el colchón. Una vez que las náuseas habían bajado en intensidad y el dolor de cabeza seguía latente, ella prestó atención a otra cosa más.

—¿El...? —dijo ella con cierto pánico en su voz, sus manos estaban en su vientre.

—¿Qué sucede? —preguntó Elliot, él podía identificar perfectamente el tono de su voz.

—Me pusieron un calmante suave hace unos minutos... —ella estaba concentrada mientras acariciaba su vientre—. Quizás es por eso... —dijo no muy convencida.

—¿Qué es?

—No siento al bebé... —contestó con un atisbo de temor en su voz—. Quizás es por el efecto del calmante pero hace minutos que no lo siento y Matías ha estado muy activo hasta ahora —agregó, concentrándose en su vientre en caso de cualquier movimiento.

Elliot miró el monitor pero claramente no tenía la inducción necesaria para saber que era lo que significaba exactamente. Besó la frente de Liv al ver la preocupación en su mirada.

—Tranquila amor, vuelvo enseguida.

Salió de la habitación.

—Dr., Harrison —Elliot lo vio venir en dirección a la habitación de Liv, seguido por la enfermera.

—Elliot... —dijo el doctor, ya habían hechos las presentaciones—. Voy a echar un vistazo —informó caminando hacía la habitación de Liv.

Entraron los tres a la habitación.

—Olivia —ella tenía los ojos cerrados, pero claramente estaba despierta—, voy a revisar lo que esta pasando, ¿esta bien? —preguntó el doctor Harrison hablando con ella, con tranquilidad para no alarmarla, la enfermera estaba a un lado del hombre para asistir al médico en todo momento.

—Esta bien —respondió en voz baja.

El médico observó los números en el monitor, miró a la enfermera.

—Myriam... llama de inmediato a pabellón —hizo una pausa para no alterar a nadie en la habitación—. Vamos a adelantar el procedimiento.

La enfermera en medio segundo se dio la vuelta para ir a la estación de enfermeras.

—¿Qué pasa? —preguntó Olivia.

—Su presión arterial es peligrosamente alta... y el ritmo cardiaco del bebé esta bajando, tenemos que sacarlo de inmediato.

—Liv dice que no lo esta sintiendo —indicó Elliot, tratando de darle todos los antecedentes que necesitara el médico.

—El bebé no esta cómodo en estos momentos, por lo que es mejor para los dos hacer el procedimiento de inmediato.

Renacer - BenslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora