Capítulo 6 (Parte 1/3)

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EDITO: ESTA PARTE ES NUEVA PORQUE DECIDÍ DIVIDIR EL CAPÍTULO 6 QUE ERA LARGUÍSIMO. TAL VEZ NO TE ENCUENTRES CON LOS VIEJOS COMENTARIOS.

—¿Y eso qué tiene? —pregunto tratando de sonar indiferente

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—¿Y eso qué tiene? —pregunto tratando de sonar indiferente.

La verdad es que Mia Moore nunca ha sido mi amiga, pero tampoco algo peor. Ni siquiera nos hablamos. Pero no soy tonta como para no darme cuenta de que a las demás chicas no les cae bien.

De vez en cuando me la cruzo en los pasillos del instituto. Envidio su confiada forma de caminar, su ropa, su cabello y maquillaje siempre perfectos. Tal vez por eso las otras chicas la detestan: deben envidiarla. Es cierto que me he enterado de dos o tres rumores feos sobre ella, sobre lo que le ha hecho a otras personas. Pero algunos no me los creo, ya que nunca la he visto hacer algo malo y nunca me ha hecho nada a mí.

—¡No puedes salir con un Moore! —chilla Ebby, y me arrastra a la realidad.

—No estoy saliendo con él —digo con voz fuerte, tal vez demasiada, así que me aclaro la garganta—. En todo caso, ¿por qué no?

—Pues, no es que no puedes... —contesta ella—, es sólo que...

—Es raro —añade Jim.

—Sí, eso —afirma Ebby—. Es raro.

—¿Alguna vez has visto su casa? —pregunta Jim.

—¿La de Mia o la de Sam? —le dice Ebby.

—Pues, sólo he echado un vistazo a la de Mia —Jim ladea la cabeza—. Me he pasado por allí un par de veces con los chicos... —parece que se sonroja y sacude la cabeza—. Como sea, el punto es que es gigante: una mansión de las buenas. Y Sam debe tener una igual... tal vez una mejor.

Ebby asiente frenéticamente, dejando bien en claro que está de acuerdo.

—¿Y a mí que me importa su dinero? —suelto—. No voy a ir a su casa a robarle o algo así.

—No decimos eso —Ebby sacude las manos—. Es sólo que, ya sabes, cómo puede llegar a ser la gente... rica.

Miro a Ebby y luego a Jim. Me da la sensación de que están celosos, de que no quieren que esté con un chico como él. Seguro que es porque no creen que sea capaz de estar con un muchacho atractivo y carismático como Sam, que tiene muchos amigos en el instituto y dinero para tirar para arriba. Sucede que nunca he salido oficialmente con un chico, y por alguna razón que no logro identificar me molesta bastante que se pongan así cuando parece que lo estoy haciendo.

—Sam es un buen chico —digo un poco enfadada—. Y, si tanto les preocupa, ya les he dicho que no estamos saliendo.

Me doy la vuelta para irme pero me detengo torpemente al recordar que hemos venido con Jim. Así que me giro de nuevo, tratando de no cruzar mirada con ellos.

Ignis: Todos ardemos alguna vez | #1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora