¡Asesinato!
No, no podía ser verdad.
Aunque al escucharlo por primera vez, en las palabras de un desconocido, supo que llevaba razón.
Además, siempre lo había sabido.
Sólo había una cosa por aclarar. ¿Había sido ella, o fue Eris la que lo hizo?
Había sido ella, porque si había que hacer caso a lo que todo el mundo parecía pensar, Eris era ella misma.
—¿No lo sabía? —Le preguntó Jack, al ver su cara descompuesta.
—No, aunque siempre lo había sospechado. Fue algo terrible...
—Sí, fue una niña de su colegio, ¿verdad?
—Amanda Hamilton.
Hannah pronunció el nombre en voz baja, casi como si fuera un sacrilegio nombrarlo.
—No me acordaba de ella hasta ahora...
—Jason me lo explicó todo. Dijo que ese crimen la transformaba, a sus ojos, en alguien especial. En una imagen gemela de él.
—¡Jason era un asesino! Yo...yo...
¿Por qué pensaba que ella no lo era? Ella era tan despreciable como él, no era quien para juzgarlo.
—Yo soy un monstruo.
—Todos llevamos dentro un lado oscuro —reconoció Jack—. Quizás tan sólo sea un reflejo de la maldad que habita en nosotros. El mal, el verdadero mal, no es sólo una particularidad de los demonios, es potestad de los hombres.
—No todo el mundo es malvado. Aún hay gente buena, sino ¿qué sería de la humanidad?
—Las personas pueden llegar a cometer los actos más honorables y también los mas despreciables en su búsqueda de la verdad. La balanza nunca está en uno de los extremos, varía siempre hacia ambos lados. Ser humanos, tal y como quisiéramos vernos, es aceptar esto y tratar de rectificar nuestros errores.
—No hay disculpa para mí. Yo maté a esa niña y mi mente hizo todo lo posible por olvidarlo, nunca lo acepte.
—Ahora lo está haciendo, Hannah. Este es su momento de rectificar.
—¿Cómo? ¡Nunca podré devolverle la vida a esa niña!
—No, eso es imposible, pero ahora sabe la verdad y eso puede liberarla. El remordimiento es como un cáncer que acaba por destruirlo todo. Acepte su responsabilidad, que no su castigo y libérese. Pídale perdón a esa niña y guarde su recuerdo como un tesoro. Aceptar nuestros errores es la única forma de expiación y nos ayuda a ser mejores personas.
—¿Todo eso se lo enseñó, Jason? —Preguntó Hannah sorprendida.
—No, estudié psicología, aunque nunca acabé los estudios. El accidente no sólo destrozo mi rostro, también acabó con mis sueños.
—¿Qué le ocurrió?...¡Lo siento! No debería preguntarle.
—¿De verdad le interesaría saber lo que me pasó?
Hannah asintió. La verdad es que sentía una morbosa curiosidad, aunque esto tampoco lo reconocería nunca.
—Fue hace ocho años. Un accidente de automóvil. En esa época yo no era una persona lo que se dice, muy centrada. Abusaba del alcohol y de las drogas, comencé a tomarlas en la universidad, todos lo hacían. Yo creía ser capaz de poder dejarlo en cualquier momento, pero me equivocaba. El día del accidente había tomado cocaína y whisky y conducía como un loco. Iba con una joven...Ella no sobrevivió, como tampoco lo hizo la familia que viajaba en su coche en dirección contraria a la mía. El padre, la madre y sus tres hijos pequeños. No, ninguno sobrevivió, sólo yo. ¿Le parece que pueda haber un castigo peor?
Hannah negó con la cabeza. Ahora se daba cuenta de porque ese joven le había hablado de aquella forma.
Se estaba refiriendo a él mismo en todo momento.
—Estuve dos años en prisión, a pesar de mis lesiones. Allí me rehabilite, dejé las drogas y el alcohol, pero me enganché a los psicofármacos. Pasé por el diván de un montón de psiquiatras hasta que encontré a Jason. Él fue quien verdaderamente me curó. Estaba en deuda con él, habría hecho lo que me hubiera pedido.
—¿Incluso matar?
—Sé a dónde quiere llegar. Se pregunta si ayudé a Jason en alguno de sus crímenes, ¿verdad? No, no lo hice. El nunca me pidió nada parecido. ¿Lo hubiera hecho? Posiblemente sí. Creo que debo ser sincero con usted, me cae bien. Jason nunca le deseó ningún mal, si es eso lo que le preocupa.
—No, sólo estaba obsesionado conmigo —dijo Hannah —. Le ayudaré
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Hannah. El despertar. (Terminada)
ParanormalAl fin Hannah puede llevar una vida normal, o eso cree ella, hasta que vuelven a comenzar las pesadillas que le atormentaban desde que era niña. Eris quiere volver y esta vez utilizará todo su poder para lograr encarnarse en un cuerpo físico, libre...