43. Desencadenantes

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Aaron acababa de colgar el teléfono, tenía una dirección anotada en un trozo de papel.
—Tengo la dirección de Jack Sonder. La recepcionista era reacia a dármela así que no tuve más remedio que sacar a relucir nuestra amistad con el director de la clínica: Elias Stapleton.
—El director es una buena persona. Conmigo se portó con mucha educación —reconoció, Hannah.
—La dirección que me han dado es de aquí, de New Jersey. Además no queda muy lejos de la misma clínica.
—¿Tú crees que Jason vivirá allí? —le preguntó, Hannah.
—Sería muchísima casualidad —apuntó, Aaron —,  pero si así fuera.
—Le podríamos cazar en su propia madriguera —dijo Iris —. Deberíamos pasarnos por allí y echar un vistazo.
—Y si es su casa, ¿qué hacemos? —Aaron era de la opinión de avisar a la policía.
—Si es su casa, lo atraparemos y... —La mirada maliciosa de Iris relucía con un brillo diabólico.
—Y después le entregaremos a la policía —le interrumpió, Hannah.
—Eso si se deja...seria mucho mas sencillo acabar con él. Me podría encargar yo, no sería el primero...
—¡Ni el segundo! ¿Verdad? ¡Ni el vigésimo... —Aaron no quería seguir oyendo aquellas barbaridades.
—¡Tantos no a habido! No exageres —se defendió la jovencita.
—Si quieres pertenecer a esta familia, deberás comportarte como una persona normal —dijo Aaron.
—¿Normal? ¿Desde cuándo esta es una familia normal?
—Por lo menos intentamos serlo —continuó Aaron —. Y tu también deberás aprender a hacerlo.
—Está bien, papi. Lo intentaré —dijo Iris con sarcasmo — A partir de ahora seré una normal, vulgar e idiotizada adolescente como las demás. Pero luego te arrepentirás. Ahora cogeré mi móvil, subiré a mi cuarto y me pasaré las próximas doce horas o lo próximos doce meses chateando de idioteces con mis amigas, hasta que el cerebro se me evapore, ¿prefieres eso?
—Ahora eres tú la exagerada, Iris —dijo Aaron —, además chatear es muy entretenido.
—Sobre todo cuando no tienes nada que decir que por cierto es la mayoría de las veces. Eso si que es diabólico y no yo. Un invento del demonio.
Hannah se rió al ver la estúpida conversación que mantenían los dos.
—Dejadlo ya —les dijo —. Iré yo, porque Jack... no, Jason, no sospechará nada si voy sola y tu Iris te encargarás de mi seguridad.
La citada sonrió sabiendo que había ganado.
—¿Y yo que haré?
—Cuidarás de Anissa, por supuesto.

○○○

No fue nada fácil convencer a Aaron y Hannah tuvo que utilizar todas las armas con las que contaba y una gran estrategia de persuasión para conseguirlo, al final a regañadientes acepto.

Hannah le explicó a Iris el plan que había concebido y la jovencita tuvo que reconocer que no estaba nada mal. Aunque eso sí, era un poquito arriesgado.

—No más que si Jason se presenta en nuestra casa con la intención de matarnos —dijo Hannah —. No puedo quedarme sentada cruzada de brazos esperando a que él nos asesine.
—Ya, pero contarle lo de las amenazas a Jack y suplicarle su ayuda, cuando las dos sabemos quién es en realidad, es un poco fuerte.
—Jason no tiene porque sospechar que hemos averiguado la verdad. Y tú Iris, ¿sabes bien lo que tienes que hacer?
—Si, mamá, primero asustarle de muerte y después encargarme de que no escape —recitó la jovencita —.  De verdad que sería mas fácil matarlo y acabar con todo esto.
—Ya, pero nosotros no somos asesinos, Iris. Y tú tampoco. Ya no.
Hannah aparcó muy cerca del domicilio de Jack Sonder. El edificio que tenían delante era un bloque de apartamentos de siete plantas de altura y bastante anodino. Con una fachada de ladrillo visto y amplias terrazas con balcones que daban a la calle. Junto a la entrada del portal había un Starbucks Café y Hannah pensó en lo que le apetecía tomarse uno en ese momento.
—Tienes que leerme la mente en todo momento, Iris. Si ves que la cosa se pone peligrosa...
—Actuaré, no te preocupes... Ten cuidado, mamá.
—Cada vez me gusta más que me llames así.
"Y a mí también hacerlo" Las palabras habían resonado en la mente de Hannah y esta se dio cuenta de que Iris ya estaba preparada.
Hannah salió del coche y se acercó hasta el feo edificio. Cruzó por delante del café y echó un vistazo a su interior. Apenas había nadie, se fijó. Tan sólo una pareja joven y una anciana que parecía a punto de dormirse y eso que aún no eran las cinco de la tarde.
Un momento después entraba en el portal y se detenía frente al ascensor. Tenía que subir a la quinta planta, así que pulsó el botón de llamada del ascensor y esperó.
No tardó ni un minuto en llegar a su destino. Hannah recorrió un largo pasillo hasta llegar la puerta numero seis. Allí era. Si Jason estaba dentro, se llevaría una sorpresa.
Iris dejó pasar un par de minutos como Hannah le había dicho y entró a su vez en el portal. El plan estaba en marcha ahora quedaba la duda de si funcionaría o no.
Al llegar al pasillo vio que Hannah se disponía a pulsar el timbre del apartamento. Iris permaneció oculta en el rellano de la escalera y muy atenta por si necesitaba su ayuda.
La puerta se abrió un instante después, cuando el eco sonido del timbre aún no se había extinguido.
Casi como si les estuviera esperando, se dijo la jovencita.
—¡Hannah! ¿Qué hace usted aquí? ¿Cómo ha sabido..? —La voz era la de Jack. Iris la había reconocido. Y parecía preocupado o más bien alarmado.
—Me dieron su dirección en el hospital —le explicó Hannah —Tenía que verle, Jack. Ha sucedido algo terrible y...usted es mi amigo ¿verdad?
—Sí, Hannah, pero no sé en qué puedo ayudarla...
—Es Jason. He recibido varias cartas de él, amenazándome a mí y a mi familia.
—¿Amenazas?
Jack parecía extrañado de verdad, pensó Hannah, quizás se habían equivocado con él.
—Dice que nos matará a todos, tiene que ayudarme, Jack. Necesito saber dónde está Jason.
—Yo, no lo sé, Hannah. Conmigo no ha vuelto a contactar. Podría estar en cualquier parte.
—O aquí mismo.
"¿Qué estas haciendo, mamá? ¿Te has vuelto loca?
Iris no sabía que pretendía Hannah, pero parecía no darse cuenta de lo peligroso que era.
—No entiendo lo que quiere decir, Hannah.
—Yo creo que sí. Sé la verdad, sé que eres Jason.

 Sé la verdad, sé que eres Jason

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Hannah. El despertar. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora