matrimonio por contrato. » norminah. [TERMINADA].

Capítulo 31.

Normani's POV.

Salí de la cafetería, sintiéndome débil, dolida. No podía dejar de lado el dolor en mi pecho; el sólo pensar en Dinah con otra chica dolía. Cerré los ojos y empujé a todas las personas que se cruzaban en mi camino. Sólo quería llegar a casa, y llorar, hasta caer dormida. Estaba cansada.

Pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer. Suspiré pesadamente, mientras aceleraba mi paso, al igual que todas las personas a mi alrededor. Cuando la lluvia incremento, corrí por la calle, lo que menos quería era llegar empapada a mi casa.

Ellas están saliendo.

Las palabras de Troy y la imagen de Dinah y esa chica rodeaban mi cabeza. Sentí un nudo en mi garganta, al igual que las lágrimas en mis ojos.

Dinah te ha olvidado.

¿Todo esto significo algo para ella?

Agité la cabeza. No. Iba a dejar de pensar en ella, tenía qué. No podía lastimarme más, tenía que olvidarle, al igual cómo ella lo hizo conmigo. Por estar metida en mis pensamientos, choqué con alguien. Sentí un horrible dolor en mi tobillo, que casi me hizo gritar.

Mierda. Mierda

-Ugh.-gruñí por lo bajo, sentándome en el suelo mojado. Toqué mi tobillo y lancé un gemido de dolor.-Mierda.-murmuré, cerrando los ojos.

-¿Normani?-preguntó la otra persona. Su voz se me hacía conocida, más no quería hablar con nadie.

Intenté ponerme de pie, y huir, pero se me hizo imposible. Caí de nuevo al suelo, soltando uno que otro quejido.

-No te muevas, podrías lastimarte más.-dijo él, preocupado. Me tomó del brazo y rodeó mi cintura para ayudarme a ponerme de pie.

Le miré, y abrí los ojos al ver a Drake Miller frente a mí. Él me miraba con una gran sonrisa, mientras apretaba mi cintura, para poder mantenerme en pie.

-Yo puedo sola, gracias.-murmuré entre dientes, tratando de alejarme, cosa que no me permitió.

Él negó y rió, tomó mi brazo para ponerlo sobre sus hombros, para darme estabilidad.

-Gracias.-susurré, al sentir como calmada el dolor.-Mierda. Debo irme.-dije, al tiempo que la lluvia incrementaba.

Él se aclaró la garganta, aflojando su agarre de mi cintura.

-Dé-déjame ayudarte.-dijo, en un murmuro.-Puedo llevarte en mi auto.-señaló su auto de negro, estacionado a unos cuantos centímetros. Suspiró al verme vacilar.-Por favor, no puedes caminar por tu cuenta-señaló mi tobillo, e hizo una mueca.-, déjame ayudarte.

-Bien.-suspiro derrotada.

No tengo otro opción.

Él sonrió y tomó mi mano, para guiarme a su auto.

-Ten cuidado.-murmuró, ayudándome a entrar al auto. Al verme dentro, cerró la puerta y rodeó el auto.

-Gracias.-fue lo primero que dije, luego de un largo silencio.

-No fue nada. ¿Te sientes un poco mejor?-preguntó, dándome una mirada rápida.

-No-apreté los labios.-, duele demasiado-respondí sinceramente.

Él asintió con la vista en el camino.

-Tendrás que ponerte un poco de hielo, se nota que está inflamado.-murmuró.

Asentí. Me había lastimado muchas veces bailando, no era algo nuevo. No dije nada y mantuve mi atención en el camino, tampoco quería iniciar una conversión con él.