Capítulo 2.

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Dinah's POV.

Me paría el alma verla tan frágil y pequeña, no puede evitar no abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, cuando ni siquiera yo lo sabía. No debía ser fácil escuchar que tu propio "padre", te vendió (aunque sonora muy mal, aquella era la palabra correcta) a una completa extraña.

Ella lloró en mi pecho por unos minutos, hasta que se cansó. La tomé con delicadeza en mis brazos, y me sorprendió que no pesara nada. La dejé el sillón con cuidado. Su rostro estaba tranquilo.

Sonreí y limpié sus húmedas mejillas, con toda la delicadeza que pude. No podía describir lo perfecta que era Normani, era simplemente hermosa.

-L-lo siento.-dijo mirando al suelo, algo sonrojada por lo que había hecho.

Me arrodille hasta quedar a su altura y acaricié su mejilla, viendo como ella cerraba los ojos, con una pequeña sonrisa queriendo salir de sus labios.

-No importa, sé que no es fácil todo esto.-negué con una sonrisa, tratando de animarla un poco.-Ven, vamos a tu habitación a recoger tus cosas.-estiré mi mano, esperando a que ella la tomara.

Para mi sorpresa ella la tomó y me dio una pequeña sonrisa tímida. Asintió y me guio hasta las escaleras. Subimos y escuchamos, al parecer al señor Hamilton, hablando por el móvil.

-Sí, mi amor-dijo.-, tengo el dinero, podremos irnos.-suspiró aliviado.-Ella se irá, tranquila. Podremos irnos tranquilos.-rascó su barbilla, aún sin notar nuestra presencia.-Ha conseguido un trabajo y se ha ido, cariño.-mintió, imagino respecto a Normani.-Vale. Dile a Nick y Nicol que los amo. Adiós.-colgó, con una sonrisa en su rostro.

Normani soltó mi mano, y corrió a su habitación. Yo le miré irse, y me sobresalté, al escuchar la puerta cerrarse con fuerza. Apreté mi mandíbula y suspiré; molesta por todo lo que le estaba pasando. Era demasiado pequeña para conocer lo que de verdad era el mundo.

Caminé hasta la habitación de Normani con pasos rápidos. Toqué la puerta, pero nadie respondió. Suspiré y volví a tocar, otra vez.

-Normani...-murmuré.

-Déjame sola, Dinah.-dijo con la voz rota. Me partía el alma escucharla así.

-Por favor, déjame estar contigo. Sé que te duele todo esto, pero no puedes estar sola.-dejé, apoyada en la puerta, para que pudiese escucharme.

Ella no respondió nada, sólo abrió la puerta y se hizo a un lado, para que pasara. Al entrar y analizar su habitación, mi corazón se encogió. Su habitación era lo que en mi casa era un baño. Sólo tenía un armario y su cama, que se veía demasiado incómoda. ¿Cómo ella podía vivir así?

Ella merecía mucho más que esto. Ella merecía ser tratada como una reina.

Vi como ella tomó una pequeña mochila, y abrió su armario, dejando ver sólo cuatro conjuntos y dos pijamas. Le miré rápidamente, ella no me miraba, miraba el suelo, tal vez avergonzada.

-Normani-hablé lentamente, tratando de controlarme.-, no empaques nada.-negué y tomé su mochila, dejándola encima de su cama.-Te comparé toda la ropa que quieras, pequeña. No lleves nada de eso.-me levanté y saqué mi móvil, llamando a Charlotte

Si su padre no quiso tratarla como se merecía. Yo la trataré como ella se lo merece.

-Lottie, necesito algo.-dije, sin mirar a Normani. Sabía que ella me estaba mirando, podía sentir su mirada.

-Habla.

-Cancela todas mis reuniones y compromisos de ésta semana, ¿bien?-rasqué mi barbilla.-Ah, y por favor dile a Amanda que arregle mi habitación.

matrimonio por contrato. » norminah. [TERMINADA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora