Capítulo 45.

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Mierda. Mierda.

Era lo único que pensaba la polinesia al despertar. Su cuerpo pesaba, y su cabeza dolía como mil infiernos. En estos momentos, odiaba a todos por insistir en divertirse, y a ella por ser tan débil (en esos momentos).

Con un gemido, intentó levantarse de aquella cómoda cama, pero una mano en su cintura, la detuvo y le hizo girar la cabeza con brusquedad, casi pudo sentir su cuello sonar.

-¿¡Normani!?-chilló asombrada, casi cayendo de la cómoda cama. Se cubrió como pudo con las sabanas blancas.

La morena a su lado, sin ser muy consciente, gruñó y se removió en la cama.

-Cállate, Dinah. Intentó dormir.-murmuró, algo malhumorada, pero al darse cuenta de lo que dijo, se sentó en la cama e intentó cubrir su cuerpo desnudo.-¿Dinah?-miró a la polinesia con terror.-¿Qué haces aquí?-chilló, sintiendo su cara arder de la vergüenza.

Dinah le miró incrédula.

-¿En serio lo preguntas?-señaló sus cuerpos con una mirada divertida. Le divertía la actitud de la morena.-¿Por qué te cubres? Ya te he visto desnuda, ¿recuerdas?-se mordió el labio, en un intento de esconder su sonrisa.

Una almohada llegó a su rostro, haciéndola quejarse. Normani le miró con el ceño fruncido.

-Está bien.-se quejó, cubriendo su nariz con una mueca de dolor.-Lo siento.-se disculpó en un susurro.

Sin prestarle atención a la rubia a su lado, empezó a buscar su móvil, y se sonrojó al notar toda la prendas que habían tiradas por la habitación.

-¿Qué ocurrió anoche?-lloriqueó por lo bajo.

-Bueno, creo que es obvio.-respondió la rubia, buscando su ropa.

Normani entrecerró los ojos a su dirección.

-Ya, lo siento.-murmuró la polinesia, volviendo su atención a su ropa.-Mierda, ¿en dónde lo deje?-preguntó en un susurro, mientras se ponía su ropa.

Normani sonrió al ver un móvil debajo de la cama, lo tomó y lo encendió, dándose cuenta que no era el suyo. Bufó, y se lo entregó a la polinesia, con una mueca no muy agradable.

-Tu móvil. Tienes miles de llamadas de tu amiga.-rodó los ojos al pronunciarlo.-Deberías de llamarla, debe de estar muy preocupada.-murmuró, sin mirar a la polinesia, y empezó a recoger su ropa.

Dinah no pudo evitar sonreír, y le encantaba ver a Normani celosa. Era una de sus cosas favoritas.

-Por eso estabas molesta.-no preguntó, lo afirmó. Mordisqueó su labio inferior, encantada por las actitudes que a veces mostraba Normani, aunque también lo hacía para no reír, y molestar aún más a la morena.-Sabes que sólo me gustas tú...-murmuró, sin mirar a la morena.

-Si te gustara tanto como dices, no llamarías a esa chica.-atacó entre dientes, realmente molesta. Tomó su ropa con brusquedad.

Dinah suspiró, algo frustrada por los reclamos de Normani. Aunque tenía razón, cualquiera en su lugar estaría molesto, pero realmente necesitaban a Anna.

-Sabes que la necesitamos.-se excusó, mirando a la morena con cuidado.

-No, no la necesitábamos. ¡Yo no!-se cruzó de brazos, apartando la mirada de la polinesia frente a ella. Se sentía estúpida.

-Mani...-mordió el interior de su mejilla, pensando cuidadosamente sus palabras.-, lo que ocurrió entre nosotras-...-intentó explicarse, siendo interrumpida.

-Detente. No quiero saber lo que ocurrió entre ustedes, ¿si?-le detuvo, alzando la mano. Su cabeza dolía, y no precisamente por el alcohol.

-Lo siento...-se disculpó, algo arrepentida. Lo último que quería era molestar aún más a Normani.

matrimonio por contrato. » norminah. [TERMINADA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora