38. "Mentiras".

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Las vacaciones de verano habían acabado, por lo cual tuve que regresar al colegio. Aún no podía creer que fuese mi último año, pero esta vez en preparatoria. El año escolar había transcurrido demasiado rápido y muchas cosas habían sucedido,  por lo cual no podía asimilarlo del todo. Y ahora, solo me restaba esperar pacientemente los resultados de las postulaciones a las diferentes universidades que me habían agradado. Hace un año atrás todo era diferente, puesto que aún era una niña, en muchos aspectos. Y ahora, ya no lo era, puesto que había crecido. La vida me había hecho madurar abruptamente.

Observe el puesto vacío que solía ocupar Lucas, y entonces sentí una presión en mi pecho. Él ya no estaba y no regresaría para ocuparlo. Tampoco acabaríamos juntos la preparatoria ni nos iríamos de viaje como alguna vez solíamos prometernos, cuando las cosas aún estaban bien entre nosotros. Esto aún era doloroso, sin importar lo que sucediera, ni cuánto tiempo trascurriera. Nunca me olvidaría de quien me ofreció su amistad cuando era rechazada por los demás niños. Él seguiría en mi corazón, por el resto de mi vida. Y seguiría recordando solo los buenos momentos que pase a su lado, antes de que ellos ganarán y lo apartaran de mi.

—¿Estás bien, Jessie? —le pregunto su guardiana, quien se encontraba sentada a su lado.

—Solo estaba recordando a Lucas—conteste entristecida.

En aquel momento el timbre sonó, lo cual hizo que todos se levantarán de sus respectivos asientos y salieran fuera del salón.

—Será mejor que vayamos hasta el casino. Aún debes alimentarte—dijo la rubia, levantándose de su asiento.

—De acuerdo—guarde mis cosas dentro de mi bolso y me puse de pie.

—¿Puedo acompañarlas?—sonrió Roger, aproximándose a ellas.

—No, no puedes—respondió la Pascale seriamente.

—Claro que puedes Roger—le sonreí siendo amable.

Pascale solía ignorarlo y ser descortés con  él cada vez que tenía la oportunidad, y eso no me parecía bien. Roger era muy agradable, a pesar de todo. Sabía que era un buen chico, pero lamentablemente se había enamorado de la chica equivocada, puesto que su corazón ya estaba ocupado.

—Te lo agradezco mi dulce Jessica—le sonrió.

—No es nada—le devolví la sonrisa.—Por cierto...¿dónde está Leo?—observe a mi alrededor.

—Creo que fue tras una chica—se rasco la cabeza—pero eso no importa. Los tres podemos pasarlo muy bien en el recreo—sonrió y abrazó a Jessica y Pascale por el costado, ganándose en el medio.

—¿No tienes alguien más a quién molestar? —la rubia retiró su mano de su hombro y salió del salón molesta.

—¡Espera, Pascale! No te vayas—Roger fue tras ella.

—No es nada personal, pero no eres mi tipo. Ya olvidame—se detuvo a decirle.

—No me digas eso. Por favor, Pascale—le pidió apenado.

—No estas a mi nivel—se cruzó de brazos.

—Sé que no tengo demasiado dinero, pero puedo ofrecerte mi amor. Te prometo que voy a ser el mejor novio, si me aceptas—la miró esperanzado.

—¿Me estás pidiendo que sea tu novia?—le pregunto la rubia incrédula.

—Eso creo—se rió nervioso.

—No me interesas, Roger. ¿En qué idioma tengo que decírtelo? No tienes amigos, ni tampoco una novia. Y eso es porque eres demasiado molesto y nadie quiere estar contigo. ¿Por qué piensas que yo si quisiera estarlo?—le dijo seriamente.

ARCADIA: La Guerra por el EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora