Estaba parada frente al espejo tratando de acostumbrarme a esta nueva imagen, no me sentía cómoda tal como estaba pero ella parecía tan entusiasmada con lo que había conseguido que no quería desanimarla. Aunque no me lo dijera me daba cuenta de que su actitud era distinta a la que tenía cuando acabábamos de conocernos. Me acomode el cabello con la mano y respire profundo tratando de adaptarme a esta nueva imagen. El cambio no había sido drástico, ni mucho menos, era la misma chica de antes, es solo que ahora me hallaba maquillada (sutilmente) y mi ropa era diferente. Parecía una chica un tanto atrevida y segura de sí misma; pero no me engañaría creyendo que lo era. Sería como intentar ser una fiel replica de Pascale. Jamás lo conseguiría y tampoco es que quisiera dejar de ser yo misma, al menos no en esencia. El vestido negro me cubría la mitad de los muslos y se ajustaba a mi figura más de lo que hubiese deseado, sin embargo la tela y lo sofisticado del diseño evitaban que pareciera una prostituta. Este no tenia mangas ni tampoco era escotado, por suerte, era sencillo y cuando lograbas acostumbrarte podía resultarte cómodo. Los zapatos de tacón parecían algo más difícil de llevar por más que intentaba ablandarlos. Pascale los lucia con naturalidad. La vi sonreír complacida con lo que "habíamos" logrado, entonces me entregó el bolso que ella misma había escogido, y nos marchamos después de pedir un taxi. Pascale había insistido en que alguien que usase semejante vestido no podría andar en un autobús.Al entrar al colegio me sentí realmente incomoda, ya que todas las miradas estaban puestas sobre nosotras. Habían chicas que nos miraban con admiración, otras con envidia, mientras que los chicos nos miraban como si fuesen unas hienas hambrientas. Esto no me estaba gustando nada. Sentía que la cara me ardía de la vergüenza y solo agaché la cabeza. Por otra parte, Pascale caminaba a mi lado con naturalidad y confianza, tal y como si lo hiciese sobre una pasarela. Los chicos parecían derretirse y dejar un camino de saliva a su paso, realmente Pascale era una chica muy bonita y bastante llamativa.
Entramos a la sala y nos sentamos en los primeros puestos. Por primera vez había llegado a tiempo sin tener que correr para conseguirlo ya que habíamos pedido un taxi y al caminar por los pasillos todos se hacían a un lado dejándonos pasar antes que ellos.
—Esto es lo que yo llamo, venir al colegio con glamour—sonrió Pascale a la vez que se miraba al espejo.
—No me gusta la manera en que nos miraron, Pascale, me siento un tanto incómoda—le reconocí.
—Solo es cuestión de acostumbrarse—sonrió. —Te miran porque se acaban de dar cuenta de que existías—añadió luego de aplicarse brillo labial.
—En ese caso preferiría ser invisible—murmuré.
—Me ocuparé personalmente de que eso no suceda
—Cámbiate de lugar—le dijo Nicolas, parándose frente a su mesa.
— ¿Disculpa? —lo miró fastidiada. —Consigue tu propio asiento—contestó la rubia.
—Me voy a sentar con ella así que muévete—le indique con la cabeza.
— ¿Quieres que me cambie de lugar? —le preguntó a su protegida.
—No le voy a hacer nada. Estamos en el salón—le recordé aunque los demás aun no habían llegado.
—Lo haré solo si Jessica me lo pide. No eres mi superior—le respondió a Nicolas.
— ¿Te atreves a sentarte conmigo? —le pregunté a Jessica directamente.
—Si me atrevo, pero no quiero hacerlo. Tu compañía me resulta un poco... incómoda y quiero estar tranquila—le respondí seriamente.
No entendía por qué querría sentarse conmigo, pero tenía mis sospechas, seguro lo haría solo para amenazarme, puesto que se le había hecho una costumbre.
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ARCADIA: La Guerra por el Equilibrio
ParanormalTodos tenemos un final distinto, según como hayamos vivido es lo que seremos después de muertos, y no hablo del cielo ni del infierno. Hablo de un lugar neutro en el cual el bien y el mal buscan equilibrarse...un lugar llamado Arcadia.