20. "Descontrolado"

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Angela se encontraba en la cocina preparando el desayuno para su hija, la cual se despertaría en cualquier momento, por lo que se estaba anticipando, para tenerle el desayuno listo en cuanto eso sucediera, mientras que su esposo se encontraba en el sótano, en su taller mecánico, trabajando como cada mañana. De pronto, un extraño ruido se escuchó desde el segundo piso. Angela observo hacia el segundo piso y le restó importancia, creyendo que se trataba de Jessica y entonces siguió preparando su desayuno tranquilamente, pero segundos más tarde un estruendoso ruido hizo que se sobresaltara a tal punto, que la tasa que estaba sosteniendo se le cayó de las manos, quedando esparcida por el suelo y hecha añicos a causa de la caída.

—¿Jessie, estás bien?—dijo en voz alta.

Al no oír respuesta alguna de parte de su hija, Angela salió de la cocina y caminó escaleras arriba para ir a la habitación de Jessica, para asegurarse de que todo estuviese en orden, pero antes de entrar se detuvo bajo el umbral de la puerta y se dio cuenta de que los ruidos no provenían del cuarto de su hija, si no que de alguna de las demás habitaciones. Caminó lentamente por el pasillo sin dejar de escuchar aquellos incesantes ruidos, los cuales se escuchaban cada vez más fuertes, como si retumbaran en toda la casa, haciendo eco en cada rincón, estos la condujeron hasta la habitación de Daniel. Se detuvo frente a la puerta y los ojos se le llenaron de lágrimas a causa de la emoción que la invadía, porque siempre supo que este momento llegaría, tarde o temprano. Ella nunca había perdido las esperanzas, su instinto de madre le decía que no debía perderlas, sabía que su hijo regresaría y estaba dispuesta a esperarlo. Se acercó a la puerta lentamente y giró la perilla, para entrar a la habitación mientras que lo buscaba con la vista, pero lo único que consiguió ver fue una fría y solitaria habitación, la cual le pareció aun más fría y desolada que de costumbre, como si fuese un mausoleo viejo y abandonado. Angela se acercó a la ventana, esta se encontraba abierta dejando que un frío viento se adentrara en la habitación, empujando las cortinas hacia dentro. Un dolor agudo le oprimió el pecho al darse cuenta de que solo se había ilusionado en vano, puesto que Daniel no había vuelto a la casa, como ella había creído.

—Nunca perderé las esperanzas hijo. Yo sé que estás vivo, algo dentro de mi pecho me lo dice—dijo a la vez que lloraba.

— Lamento causarte tanto sufrimiento, pero ya estoy de regreso— dijo Daniel desde el marco de la puerta.

—Daniel—se volteó.

—Sé que me has esperado durante muchos años, pero ya no tendrás que seguirlo haciendo.

—Mis oraciones fueron escuchadas—dijo a la vez que lloraba pero esta vez de felicidad.

Angela comenzó a acercarse lentamente hasta donde se encontraba Daniel, conforme lo hacia su corazón latía con todas sus fuerzas y su respiración se había acelerado. Se detuvo frente a su hijo a la vez que lo miraba detenidamente y comprobaba que nada había cambiado en él, puesto que seguía siendo el mismo chico de hace diez años. La felicidad la embargaba y se reflejaba a través de sus ojos, los cuales brillaban intensamente. Ella nunca había perdido las esperanzas, ni por un solo segundo, a pesar de que en algún momento todo parecía haber acabado para siempre. Al fin podría volver a sentirse completa nuevamente, puesto que tendría a sus dos hijos a su lado, no solamente a uno, por lo tanto ya no sentiría ese vacío al recordar a Daniel. Todo sería tan diferente desde este día en adelante.

—No sabes cuanta falta me has hecho—lo abrazó con todas sus fuerzas, a la vez que cerraba los ojos y se aferraba a él.

Al abrir los ojos se dio cuenta de que él ya no estaba, puesto que se encontraba abrazando a la nada, lo cual le resultó sumamente doloroso y desgarrador, incluso más que saberlo desaparecido, ya que no soportaba la idea de perderlo dos veces. Se dejó caer en el suelo a la vez que lloraba desconsoladamente y se preguntaba que había hecho para merecer semejante castigo.

ARCADIA: La Guerra por el EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora